Tacharon la doble
Inicialmente, su duración iba a ser por sólo seis meses. Se extendió durante cinco años y medio. La doble indemnización para despidos sin causa terminó de hecho ayer con el decreto que firmó Néstor Kirchner. De poco sirvió esta medida surgida con el desembarco de Eduardo Duhalde en 2002. Es más, ralentizó la contratación de personal ante el riesgo que ello implicaba. Por alinearse con exigencias de Hugo Moyano, se terminó desalentando la creación de puestos de trabajo y continúa un tema aún hoy sin resolver: el auge del empleo en negro.
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Es más, el ministro explicó que «los empresarios necesitaban aclarar el tema de la doble indemnización para crear más empleo, por lo que se espera que tengan el comportamiento que han manifestado». Y para refirmar su posición y brindar la confianza necesaria, Tomada aseguró: «Estamos en un proceso de creación de puestos de trabajo», donde se espera un «mantenimiento o incremento de la generación de empleo».
Para el gobierno, esta nueva medida es más que positiva porque además de «dar certidumbre jurídica» -como remarcó el ministro- demuestra que el país salió de la emergencia económica que impulsó la sanción de la doble indemnización por despido sin causa durante la crisis de 2001, cuando la desocupación alcanzaba niveles alarmantes.
En ese entonces, y durante el gobierno de Eduardo Duhalde, la normativa había sido incluida en la Ley de Emergencia Pública y de Reforma del Régimen Cambiario y promulgada por el Decreto 883/02. Se establecía un plazo de vigencia de 180 días para la medida, que se extendió a cinco años y medio gracias a diversas prórrogas posteriores, hasta el día de ayer, cuando fue dada de baja por Néstor Kirchner.
Aunque había conservado el nombre de doble indemnización, en rigor los empleadores debían pagar 150% en concepto de despido a todos los trabajadores con relación de dependencia contratados hasta el 31 de diciembre de 2002, cuando fueran desvinculados de sus puestos. Este cargo, que originalmente era de 200% y que luego fue reducido a 150%, tenía como objetivo desalentar los despidos masivos de los empleados que habían ingresado a sus puestos antes del 1 de enero de 2003.
Pero los empleados no quedan desamparados, según Tomada: «La actual indemnización simple es superior en términos reales a la protección económica que había en 2002 con la doble».
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