24 de octubre 2023 - 00:00

Aruzzi: “La IA dañará no sólo a artistas sino a todos los humanos”

La actriz encarna en este unipersonal a una mujer que se recluye y encuentra compañía en las redes y su perro. En clave humorística.

Redes. “Son un elemento muy poderoso. Me generan contradicción”.

Redes. “Son un elemento muy poderoso. Me generan contradicción”.

“La gente no se ríe de todo, y los que hacemos humor tampoco podemos hacerlo con todos los temas”, dice Jorgelina Aruzzi, quien estrena “Animal humano”, coescrita junto a Guillermo Cacace, quien también la dirige.

El director de “Mi hijo solo camina un poco más lento” dirigió a Aruzzi hace veinte años en este mismo unipersonal en el Rojas, y lo reescribieron para relanzarlo en el Teatro Astros, el martes 7 de noviembre. Aruzzi encarna aquí a una mujer que ha sido puesta en el blanco de los prejuicios del barrio. Conversamos con ella.

Periodista: ¿Qué historia cuentan?

Jorgelina Aruzzi: Es una mujer que atraviesa una melancolía profunda hace muchos años, solo cuenta con la compañía de una nueva mascota, un perro, y casi no sale a la calle, sólo para comprar. Hace mucho le pasó algo y fue cancelada, excluida del barrio, de su pequeña sociedad y sus vínculos. Las redes y la información en Google hacen que se empiece a replantear por qué fue anulada y qué le pasó. También se replantea su relación con los animales, por qué come algunos y otros no, empieza a deconstruir el prejuicio que hay contra ella, todo con mucho humor y trabajo físico. La actuación es graciosa, trágica y oscura.

P.: ¿Cómo juega el mundo cibernético en esa reclusión?

J.A.: En este anonimato cibernético hace vínculos a través de las redes, y desde ahí es quien quiere ser. Hay prejuicios hacia ella que se van develando en la obra pero ella también tiene
prejuicios sobre su entorno a la hora de vincularse con el otro. La llegada de un nuevo perro a su vida, la compañía de las redes, la sobreinformación y este nuevo paradigma hace que esta mujer, grande ya, pueda levantar un poco la cabeza y pensar qué le pasó.

P.: ¿Cómo surgió la escritura a cuatro manos junto a Guillermo Cacace?

J.A.: Nos conocemos hace 20 años y este unipersonal surgió en ese entonces, lo hicimos en el Rojas, basado en una anécdota real, y este año queríamos hacer algo juntos y reflotamos la obra. La reescribimos fluidamente, al conocer tanto al personaje sabemos por dónde va y volver después de dos décadas implica más experiencia y sabiduría.

P.: ¿El humor es sanador?

J.A.: Estamos atravesando una etapa muy dolorosa del mundo y por eso el humor es tan valioso, al menos el tipo de humor que a mi me gusta hacer y ver, que tiene que ver con la
reflexión, el pensar, con ideo-
logía, que despliega y tiene que ver con mirarnos, reflejarnos, seguir creciendo y la invitación a esa comunión para reírnos y pensar.

P.: ¿En qué cambió el humor desde que comenzó a hoy? ¿Se puede hacer humor con todo?

J.A.: Hoy más que nunca es necesario el humor, hay cosas que cambiaron. Hay algo que cambió pero la risa siempre da alegría, sobre todo cuando es humor no con burla al otro sino una reflexión sobre nosotros mismos. Hago humor con lo que me da risa, hay temas que no los encaro desde el humor y si están trato de buscarles la vuelta. El humor es necesario, como la ficción, hace elevar la información que tenemos del mundo y transformarla. Sin ficción es muy difícil reflexionar.

P.: ¿Qué puede decir del humor en las redes?

J.A.: Hay algunas cosas que me interesan y otras que no, las redes son un elemento muy poderoso para todo y un poco la obra habla de eso, la confusión que generan las redes y en donde estamos metidos, si creemos que las redes son el afuera o cómo nos vinculamos y cuánto tiempo le dedicamos. Tengo mi contradicción con las redes.

P.: ¿Y la Inteligencia artificial, cómo afectará a los artistas?

J.A.: No sólo a los artistas sino al ser humano en general. Todavía no tenemos la magnitud de lo que eso puede llegar a generar y dañar. Hay que ser muy conscientes de donde te lleva el algoritmo, ahí está el riesgo, recibís información acorde a lo que consumís, entonces no es objetiva, no tenemos tiempo de procesarla. Ni ver qué es real, qué está armado, la información va muy rápido y no sabemos de qué fuente proviene. Vemos solo una fracción y no la totalidad del tema entonces es una oración y pasar a otra cosa. Lo que dice en las redes lo tomamos como verdad y ahí está el riesgo.

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