26 de agosto 2024 - 10:08

El desafío de un "reseteo" de la educación en la Argentina

Según los resultados de diferentes pruebas internacionales, la educación argentina se encuentra frente a desafíos complejos. En este contexto, diversos profesionales debaten sobre la necesidad de innovar la educación en el país.

Los datos de la última prueba PISA de 2022 arrojaron un panorama desalentador para el país.

Los datos de la última prueba PISA de 2022 arrojaron un panorama desalentador para el país.

Pixabay

Las últimas pruebas PISA, llevadas a cabo en 2022, mostraron un panorama desalentador en referencia a la educación primaria y secundaria en el país: la Argentina quedó en el puesto 66 de los 81 países o regiones evaluados. En matemáticas, solo el 20% de los estudiantes pudo resolver problemas básicos, como ejercicios de regla de tres simple, mientras que en lectura el 54% no alcanzó el Nivel 2 en compresión lectora.

Estos son algunas de las problemáticas que se arrastran hasta los niveles superiores educativos. Más aún, la educación se encuentra sumergida en un contexto de constante cambio en el que las nuevas tecnologías toman un rol central y suman el desafío urgente de incorporar estas herramientas o correr el peligro de agrandar aún más la brecha educativa y tecnológica.

En este escenario, la Universidad Siglo 21 realizó una nueva edición de su congreso Innova Educa 21 en su campus ubicado en Ciudad de Córdoba. En él, profesionales de distintas áreas del ámbito educativo disertaron sobre las problemáticas y los desafíos que plantea la enseñanza en la actualidad, con la irrupción de la Inteligencia Artificial y la necesidad de innovar el sistema educativo argentino como focos principales de debate.

Los datos del panorama educativo en Argentina:

Los datos recolectados por distintas organizaciones muestran una fotografía actual de compleja y llena de desafíos para el sistema educativo argentino. Las últimas pruebas PISA, realizadas en 2022, demostraron que más de la mitad de los estudiantes argentinos de 15 años quedaron por debajo del nivel básico en Matemáticas, Lectura y Ciencias, las tres materias evaluadas en el examen internacional, y el país se ubicó en el puesto 66 de 81 países en el ranking internacional.

Al desglosar los datos, la situación no parece mejorar. En matemáticas, 7 de cada 10 alumnos (72%) no alcanzaron niveles básicos y el país quedó en el 8° puesto en dicha materia, por debajo de Chile, Uruguay, México, Perú, Costa Rica, Colombia y Brasil. Ahondando en esta área, un informe reciente de Argentinos por la Educación explicó que solo 1 de cada 4 estudiantes puede resolver un ejercicio que requiere aplicar una regla de tres simple.

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Las últimas pruebas PISA fueron realizadas en 2022.

Las últimas pruebas PISA fueron realizadas en 2022.

En lectura, se observó que el 54% de los estudiantes está por debajo del Nivel 2 de compresión lectora de las pruebas PISA, considerado el mínimo. En esta misma línea, en Argentina el 46% de los alumnos de 3er grado de primaria se ubican en el nivel más bajo de lectura, según la prueba regional ERCE llevada a cabo por la UNESCO.

Estos bajos desempeños se unen a otras problemáticas socioeconómicas: en el país, según un reciente informe de Unicef, 7 de cada 10 niños argentinos son pobres. Esta puede ser tan solo una de las tantas razones por las cuales el 78% de los chicos de hasta 15 años no completan en tiempo y formación inicial y secundaria.

Desde la perspectiva docente, el panorama también es complejo y los datos presentan una situación en la que resalta l. Según un informe de Argentinos por la Educación el 30,5% de los docentes de primaria trabaja en más de una escuela, lo que es significativamente más alto que el promedio de América Latina (11,4%). Además, el 14,4% de los docentes argentinos tiene otro trabajo remunerado fuera de la escuela, en comparación con un promedio regional del 8,4%. Por su parte, según el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), entre noviembre de 2023 y julio de 2024, el salario del personal universitario se redujo un 45% en términos reales, lo que ha llevado a que alrededor del 50% de los docentes se encuentren por debajo de la línea de pobreza.

En ese sentido, parece no caber ninguna duda que el sistema educativo argentino requiere una revisión profunda, desde sus niveles iniciales hasta estudios superiores, para mejorar sus resultados.

La mirada de los profesionales sobre la educación Argentina

En el marco de este complejo contexto es que Universidad Siglo 21 realizó su congreso Innova Educa 21 con el lema “Reset Educativo para un contexto global desafiante”. Durante dos jornadas completas, profesionales de distintas áreas de la enseñanza debatieron sobre las necesidades del sistema educativo argentino en todos sus niveles, bajo tres ejes temáticos: mentalidad disruptiva, liderazgo educativo y PotencIA humana. El evento ahondó en las problemáticas de los distintos ejes temáticos y contó con la presencia de María Victoria Ángulo González, ex ministra de Educación de Colombia; Carlos Magro Mazo, presidente de la Asociación Educación Abierta de España; Manuel Álvarez Trongé, Presidente de Proyecto Educar 2050 y Mercedes Miguel, Ministra de Educación del GCBA, entre otros.

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El evento de Siglo 21 reunió a más de 1500 asistentes del ámbito educativo.

El evento de Siglo 21 reunió a más de 1500 asistentes del ámbito educativo.

En este escenario, Ámbito dialogó con Álvarez Trongé sobre el estado actual del sistema educativo argentino: “Acá tenemos un problema de gestión de la educación, un sistema que no está funcionando y que tenemos que revisar. ¿Por qué? Porque países vecinos, no te hablo de Singapur o de Finlandia, países vecinos que en el año 2000 estaban debajo nuestro como Chile, Colombia, Uruguay, Brasil, o Perú ahora están mejor”, reflexionó.

Uno de los problemas principales para Alvarez Trongé radica en la percepción de la calidad educativa por parte de la sociedad argentina: “Cuando vos le preguntas a los padres ¿Cómo está la educación de tus hijos? Responden ‘No muy bien. Realmente estoy contento’. Son 80% más o menos el que responde así, quiere decir que no ve el problema. Porque si tenemos estos datos de un edificio que está cayéndose o ya se cayó, quiere decir que nos auto-engañamos o no queremos ver la realidad. ¿Por qué no queremos ver la realidad? porque no nos estamos dando cuenta del valor de la educación”.

“La verdad que el método constructivista, que se ha utilizado desde 20 años no ha dado resultados, no hay evidencia empírica atrás y rigurosa que te diga este es el método”, continuó el abogado, quien también agregó otro factor de preocupación: “Un objetivo de la secundaria es formar a los chicos para la ciudadanía. Tenemos que ser conscientes, como argentinos, que si hay un 50% de pibes que no están terminando el secundario, nuestra base de decisión democrática son chicos que no están formados”.

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Manuel Álvarez Trongé dijo presenté y disertó en el evento organizado por Universidad Siglo 21.

Manuel Álvarez Trongé dijo presenté y disertó en el evento organizado por Universidad Siglo 21.

Para el presidente del Proyecto Educar 2050, las problemáticas que afronta el país en referencia a la enseñanza son “multicausales” y no basta con quedarse que el problema es “de los docentes que no enseñan bien”.

En línea con lo planteado por Álvarez Trongé, Leonardo Medrano, secretario general de Academia y Desarrollo en Universidad Siglo 21 le aseguró a Ámbito que “lamentablemente en algún punto la educación en Argentina y en otros países todavía es un modelo que en gran medida es cercano al modelo medieval de universidad, donde hay una enseñanza muy contenidista, muy centrada en la transmisión de contenidos, muy normativa porque no es una enseñanza personalizada”. Transmisión que, si nos apoyamos en los últimos datos, no está lográndose correctamente.

En cuanto a las universidades, en la actualidad afrontan otra problemática: la existencia de grandes saltos entre la educación secundaria y universitaria. “El ‘Gap’ entre la escuela secundaria y universitaria sigue existiendo. No está solamente centrado en los aprendizajes, sino también en las habilidades que se requieren”. Sobre las razones de este salto, Medrano detalló: “En general, los estudiantes de escuelas secundarias como no tuvieron protagonismo, cuando entran a un entorno universitario, que requiere mayor autonomía y responsabilidad, muchos fracasan y tienen dificultades para culminar exitosamente una carrera porque esas habilidades de autorregulación es algo no se les enseñaron”.

Por su parte, Laura Rosso, rectora de la Universidad Siglo 21 acompañó esta mirada y le explicó a Ámbito que “es muy complejo enseñar o desarrollar competencias cognitivas de nivel superior cuando lo básico no ha sido incorporado”. “Lo dicen los indicadores. La escuela no está dando lo que la sociedad necesita, lo que necesita el sector productivo y tampoco lo que hace falta para llegar a las universidades”, sentenció.

Sobre la mirada al futuro y la solución a estos problemas, Rosso sostiene que “tenemos la posibilidad de pararnos en las fortalezas que el sistema educativo argentino tiene”. Según la rectora, el mismo es “uno de los sistemas más capilares que existe: hay una escuela en cada lugar. Esas escuelas tienen sus estructuras, comunidades, autoridades, docentes y familias. Eso es una gran fortaleza para revertir lo que hay que revertir”.

Un “reseteo” educativo

Durante el evento de Universidad 21, los profesionales invitados insistieron en la necesidad de generar un “reseteo” en las prácticas educativas actuales. En este contexto, diferentes propuestas surgieron durante las charles y paneles para transformar la realidad sobre la educación argentina.

Uno de los focos principales que se manifestó fue la idea de innovar a como se piensa a la educación. En este sentido, Álvarez Trongé detalló: “primero que nada tenemos que pensar en el interés del alumno. Poner al alumno en el centro. Ahí hay una reestructuración muy grande, un desaprender muy grande que hacer en la educación argentina”. Además, el presidente de Proyecto Educar 2050 se preguntó: “¿Estamos interesados en el interés del alumno o estamos interesados en bajar línea y nada más? ¿Escuchamos a los estudiantes? El interés es la medida de la acción, los chicos van a reaccionar cuando realmente sus acciones respondan al interés”.

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Distintos profesionales proponen poner al alumno en el centro del sistema educativo.

Distintos profesionales proponen poner al alumno en el centro del sistema educativo.

Uno de los puntos que se discutieron fue el rol docente en la actualidad, algo sobre lo que Medrano sostuvo que “venimos de una experiencia de muchísimos años donde el docente básicamente es una persona que tiene un saber contenidista y su objetivo es transmitirlo a los estudiantes. Hoy cualquier persona con un celular promedio puede acceder a muchos saberes y no requiere de una persona física que le transmita eso. Eso debería tener un impacto en el rol docente”. En este sentido, el directivo postuló que el cambio debe poner a los docentes como personas que “acompañen en el aprendizaje, que traigan desafíos, que den una contención socioemocional que se requiere. Deben ser personas que inspiren, que traigan proyectos y que direccionen al alumno”.

Pero, según diversos expertos en educación presentes, lo que debe cambiar también es el rol del estudiante. En esta área, Medrano planteó que “hay que devolverle la proactividad al estudiante, que no tenga un rol tan receptor y que pueda tomar mayor protagonismo en su proceso de aprendizaje, pueda elegir distintos tipos de contenido, que experiencia quiere transitar”.

Esta línea es sostenida por Juan Carlos Rabbat, Presidente y fundador de la Universidad Siglo 21, quien le explicó a Ámbito que: “el sistema educativo no tiene alternativa. No puede hacerse el tonto ante los cambios que están ocurriendo. Vos te podes blindar como institución, pero no van a aprender los alumnos. Y entonces deja de tener sentido la institución educativa”.

Además, Rabbat propone un cambio radical que este centrado en la evaluación docente por parte de los alumnos, algo que ya se realiza en Siglo 21. “Si hay alguien que tiene absolutamente claro el nivel de compromiso de seriedad y de competencia con docente tiene el alumno”.

Sobre el desarrollo del sistema educativo del país, Rabbat sostuvo la importancia del “triángulo de Sabato entre Estado, Ciencia y sector privado” y que, en referencia a las universidades, las mismas “deben estar insertas en el sistema productivo, al lado de emprendedores, de las empresas y contribuyendo al desarrollo”. En vistas al futuro, el Presidente de Siglo 21 planteó que, para mejorar los resultados, “hay que darle libertad a las instituciones a que exploren e intenten nuevas formas. Hay que confiar en la creatividad de los maestros, de los directivos, de los docentes, de las escuelas e introducir nuevas metodologías”.

En cuanto a las dificultades en el paso de la secundaria a la universidad, Rabbat propuso un cambio estructural basado en exigir “un examen final a los alumnos de secundaria”. Sobre esto, sentenció: “lo que tenés que lograr es un resultado. Hay que dejar de decirle a los profesores o a las autoridades como deben hacer las cosas y hay que pedirles resultados y dejar que los logren por sus propios medios, eso nos va a forzar a buscar alternativas”.

Inteligencia Artificial: ¿oportunidad o riesgo?

Otro de los grandes debates en la actualidad, que también fue planteado por las autoridades de Siglo 21, es la globalización de tecnologías como la Inteligencia Artificial y otras tecnologías. La misma no solo abre un mundo de nuevos desafíos respecto a cómo pensar la educación, sino que también pone en el centro la necesidad de equiparar oportunidades para evitar seguirá agrandando una brecha tecnológica y educativa.

En cuanto al uso de tecnologías en las aulas – como la utilización de celulares que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires acaba de prohibir -, el enfoque de esta cuestión es claro para Rabbat: “O renegamos y decimos bueno la escuela es otra cosa y nos olvidamos del mundo o entendemos que el paradigma es: no hay educación sin aprendizaje. La educación está centrada en quién da la educación, pero el objetivo es el aprendizaje del alumno. Si pensamos en el aprendizaje, en como motivar al alumno, que crezca y se empodere, no podemos ignorar que ese alumno vive rodeado de tecnología, de teléfonos inteligentes”.

“El alumno vive rodeado de un universo de relaciones manejados por las redes sociales. Si yo quiero transformar a la escuela en una isla, necesariamente voy a perder a los alumnos. Estarán pero no aprenderán, se aislarán de lo que pasa ahí adentro”, agregó el fundador de Siglo 21.

Por su parte, Álvarez Trongé asegura que en este contexto de permanentes cambios, la comunidad educativa debe “gestionar, regular, hablar del tema” del uso de la tecnología , y que “tenemos que usarlo porque los chicos lo tienen, no nos podemos esconder en la prohibición” porque “si no lo hacemos bien le vamos a dar más elementos a los alumnos, que viven con eso, para decir que ‘no se le encuentra interés’”. Por último, el abogado también agregó que se debe gestionar “la facilitación para el uso de la tecnología”.

Niños con celulares
Algunos días atrás, el Gobierno porteño reguló el uso del celular en las aulas de las escuelas.

Algunos días atrás, el Gobierno porteño reguló el uso del celular en las aulas de las escuelas.

Al ser consultado por el surgimiento de herramientas como ChatGPT, el chatbot generativo de OpenAI, Álvarez Trongé planteó que el principal desafío “no es lo que te contesta” la herramienta, sino “la pregunta que le haces”. “Para eso tendrán que seguir las universidades”, aseguró.

Ya hay, actualmente, instituciones que utilizan este tipo de tecnología para mejorar la experiencia de sus alumnos, como es el ejemplo de Universidad Siglo 21. En ese sentido, Medrano explica que hoy la Inteligencia Artificial les sirve para “predecir, personalizar, e impulsar la proactividad”.

Sobre la predicción, este tipo de herramientas pueden abocarse a procesar una gran cantidad de datos y “sabiendo como un se van desempeñando los estudiantes en los trabajos prácticos, en los parciales, podemos predecir cuál es el riesgo de que un estudiante abandone o permanezca en la universidad”. De esta manera, se puede diagnosticar con anticipación - con la ayuda de modelos estadísticos - si los alumnos requieren de algún tipo de apoyo adicional y realizar un acompañamiento temprano.

En cuanto a la personalización, Medrano sostiene que la IA permite “la personalización del aprendizaje”. Según el secretario general de Academia y Desarrollo de Universidad 21, “un estudiante, usando los mismos contenidos de una materia, puede solicitar a la IA que se lo explique de otra forma, más alineado a un perfil, que le genere un caso, una simulación.”.

Por último, para Medrano estas herramientas tecnológicas también impulsan la proactividad del alumno lo que lo hace “tener más protagonismo”. De esta manera, se puede “generar un aprendizaje basado en algún reto, alguna simulación y se pueden explorar los contenidos desde la IA, generando ideas” que le permita tomar un rol central en el aprendizaje de nuevos contenidos y capacidades.

Las ventajas que puede ofrecer este tipo de tecnología están a la vista, pero con ellas también vienen peligros y desafíos que la comunidad educativa deberá resolver. Uno de ellos, plantea Medrano, es “la sustitución cognitiva” del estudiante. “Uno empieza a derivar su proceso de toma de decisión en la IA, su pensamiento crítico, su creatividad. En vez de pensar una idea o analizar algo, se las pide a la IA”.

Acerca del uso de esta tecnología, Medrano asegura que en el futuro, seguramente “tengamos que cambiar la forma en la cual evaluamos, en la cual examinamos si una persona desarrollo o no competencias”. En ese sentido, desde Siglo 21 proponen “estimular más proyectos y esquemas de evaluación” donde se le exija al estudiante “mayor creatividad, proceso de toma de decisión y pensamiento crítico”.

Rosso también apunta a que las preocupaciones están puestas sobre el “marco ético y de trabajo” el cual califica de “muy necesario en el proceso de la incorporación de estas tecnologías tan emergentes que todavía no sabemos muy bien hasta donde van a poder llegar en sus desarrollos”. En esta incertidumbre de cara al futuro, la rectora de Siglo 21 asegura que en el proceso de incorporar, “hay que aceptar riesgos” y en ese camino hay que aceptar que “uno también se puede equivocar” y va a necesitar “redireccionar” las acciones.

Este boom de nuevas tecnologías ya puede verse en una oferta académica que empieza a actualizarse. Distintas universidades de la Argentina, tanto privadas como públicas, comienzan a desarrollar programas educativos y nuevas carreras vinculadas a las demandas de un mercado laboral relacionado con el manejo de IA que se encuentra en constante crecimiento-

En esta línea, Rosso entiende que parte de esta transformación tecnológica y de innovación educativa no solo va a traer nuevas carreras, sino que va a transformar aquellas profesiones más tradicionales. “Estoy segura que, por ejemplo, el ejercicio de lo que hoy entendemos por abogado no va a ser lo mismo que se va a entender de acá a tres años”.

A pesar de las posibilidades que ofrecen estas nuevas tecnologías, la brecha tecnológica es una problemática que presenta un gran desafío para la comunidad educativa. Según la Encuesta Permanente de Hogares, realizada por el INDEC en el cuarto trimestre de 2022, un 62,6% de los hogares urbanos tiene acceso a una computadora y el 92,1% a internet. En cuanto a las escuelas, según un informe realizado por la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) y Amnistía Internacional Argentina, para 2022, en el país hubo más de 21.000 establecimientos sin conectividad a internet.

El dinamismo que plantea la aparición de nuevas tecnologías aparece como uno de los desafíos más importantes en los últimos años para un sistema educativo argentino que arrastra sus propias problemáticas. La respuesta que pueda - o no – brindarse puede acortar la brecha educativa y tecnológica o bien estirarla aún más. Sin embargo, para Álvarez Trongé, este desarrollo cumplirá su ciclo y, en unos años, “los alumnos más beneficiados van a ser aquellos que tienen un profesor ser humano, no un profesor con IA”.

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