13 de agosto 2001 - 00:00
Al menos, algunos "reality" persiguen un poco de talento
-
Miniserie en Netflix: una aplicación de citas conecta a sus usuarios con el amor verdadero pero una nueva versión puede traer problemas
-
¡Atención familia! Estas son las mejores películas y series infantiles para poder entretener a tus hijos pequeños, según la inteligencia artificial
P.: Se ha enfatizado insistentemente en la seriedad del programa, ¿cree que otros reality shows no son serios?
A.V.: Cuando me enteré que en Australia unos tipos buscaban talentos mientras otros los filmaban, me entusiasmó poder mostrarle a la gente cómo es el proceso de armado de un disco. Acá no se grabará a nadie ba-ñándose ni se someterá a la gente a un encierro. Lo que se verá en «Popstars» será el proceso natural desde que se buscan los talentos, se conforma el grupo y se graba el disco.
P.: ¿Lo artificial no radicaría en inventar un grupo al estilo Spice Girls?
A.V.: Hace tiempo que tengo ganas de convocar un gran casting a nivel nacional. En realidad no creo que haya en el país tanto telento como para llenar un estadio ni sé cuántas vendrán o si serán heavy metal o de algún otro estilo. Me imagino que en las chicas se verá reflejada de algún modo una actitud de la sociedad argentina. Pero franca-mente no sé si se tratará de cinco rubiecitas o cinco futboleras. Ni siquiera tengo pensado el número fijo, si son tres o cuatro, si formaremos las Fat Family argentinas o un nuevo grupo de pop. El perfil lo darán ellas pero desde lo discográfico vamos a clavar la bandera y diremos: «Hay que ir por acá».
P.: Entonces ¿cuál es la etapa programada y cuál es la que quedará librada al «azar»?
A.V.: Lo que hay pensado es quién escribirá las letras, que habrá un cambio de look y las distintas etapas que se recorrerán. En este proyecto interviene gente importante y entendida en la producción de música como Pablo Ramírez, Pablo Durand y Cachorro López. Los autores de las letras escribieron para Xuxa, Jeniffer Lopez, Christian Castro. Participará una vocalista y un coreógrafo. Lo que no tengo de antemano es la ropa que van a usar ni las letras que van a cantar, eso se desprenderá de lo que ellas tengan ganas.
Decisiones
P.: ¿Quiere decir que los artistas no se someten a las decisiones de los productores?
A.V.: El artista no se viste con lo que no le gusta ni hace nada que no quiera. Me peleo mucho con los artistas porque les digo cómo les queda tal o cual tema y qué les conviene para la etapa que atraviesan.
P.: ¿Cuánto influyen las directivas de la discográfica en la «inspiración» de los músicos?
A.V.: Nadie canta algo para que le vaya peor, ni siquiera Los Redonditos de Ricota. Nunca escuché a ningún artista decir «Yo con esta canción voy a vender menos». El mote de «comercial» lo atribuyo a los temas que burdamente no aportan al artista o que es una clara caricatura de un hit que persigue sólo el éxito. También está esa gimnasia de que cuando un grupo se hace «comercial», entonces se lo escucha más. Yo me saco el sombrero con el artista que hace barullo con lo que canta, sean los Redondos o sea Christian Castro. Si yo digo que Bob Marley no escribió «Woman don't cry», ¿eso lo convierte en peor artista o deja de gustar? Creo que no.
P.:Ya que los menciona, ¿no cree que Los Redonditos de Ricota tienen más libertad al no depender de una discográfica?
A.V.: Detrás de ellos también hay algo, aunque no sea una discográfica. Que yo sepa Los Redondos no regalan un disco o una entrada para verlos. No sé cuántas decisiones toma Poli (su histórica manager) o el tío o el sobrino de alguno, aunque ellos proclamen que están fuera del circuito convencional. No veo mal ni el sistema de ellos ni acepto críticas a las discográficas. El único sabio en este negocio es el que elige lo que va a ver, es decir, el público.
P.: ¿Cuánto influye en los músicos su decisión como productor artístico?
A.V.: Los artistas no hacen lo que yo quiero, hacen los mejores discos que podemos. En el arte no hay un jefe que dice lo que está bien. Creo que la evaluación pasa por si la música que el artista hace emociona, si se le cree y que la compañía lo apoye. El resto viene solo.
P.: ¿Cómo se maneja la relación entre el arte y el negocio?
A.V.: Lo primero que me viene a la mente para explicarlo es algo que ocurrió la semana pasada. Ibamos a sacar el último trabajo de Los Caballeros de la Quema con Joaquín Sabina, justo el día en que murió Ariel Caldara, tecladista de Los Caballeros... Dijimos: «Paremos la mano, a ver si alguien piensa que estamos lucrando con la situación». Pero el disco finalmente va a salir por estos días, porque creemos que es la mejor manera de homenajearlo.
P.: ¿Qué cree que buscarán las chicas que se presenten al casting?
A.V.: Eso se ve con los que son grandes. Mollo busca ser como Hendrix, por ejemplo. Yo vengo de la música y creo que se busca vivir de lo que a uno le gusta, de lo que uno soñó. A mí me hubiera gustado ser futbolista o cantante y me decidí por la música porque el fútbol tenía una vida útil muy corta. No me habría bancando ser un viejo futbolista.
Dejá tu comentario