24 de julio 2024 - 15:34

El agonizante cine argentino aún da batalla en festivales

"El jockey", de Luis Ortega, entró en la Selección Oficial de Venecia, y otros dos títulos irán a San Sebastián (aunque en secciones paralelas). Con una producción casi paralizada, las competencias se nutren de lo hecho en 2023.

El jockey, de Luis Ortega, representará a nuestro país en el Festival de Venecia.

"El jockey", de Luis Ortega, representará a nuestro país en el Festival de Venecia.

“El jockey” (título internacional: “Kill the Jockey”), de Luis Ortega, fue elegida por la organización del Festival Internacional de Venecia para su Competencia Oficial, que empieza el 28 de agosto próximo.

La noticia empezó a trascender ayer, justo en el Día del Director Audiovisual, como para alegrar un poco las caras en este año de vacas flacas para nuestro cine. Son contadas con los dedos de una mano (y sobran dedos) las películas que se están haciendo este año, y es bueno que al menos una de ellas tenga la esperada repercusión.

Se trata de una coproducción con México, España y Dinamarca, con participación de EE.UU. (habría que decir, argentinos en EE.UU.) y apoyo de la Warner Music Entertainment, la Film Commission de Cultura de la Ciudad y el Incaa a través del agonizante sistema de fomento. También participa la Fundación Ernesto Sábato.

Punta de lanza, El Despacho SRL, la pequeña empresa de Luis Ortega, Esteban Perroud y Rodolfo Palacios, nombres que el público puede asociar de inmediato con “El ángel”, sobre la trayectoria criminal de Robledo Puch.

Acá se suman Rei Pictures (“Acusada”, “El rapto”), Infinity Hill (“Argentina 1985”, “La extorsión”), la danesa Snowglobe, que ya ha participado en trabajos de Diego Lerman, Lucrecia Martel y Ciro Guerra, Jacinto Films, Barraca Producciones y la mexicana El Estudio (“El baile de los 41”). Principal productor ejecutivo, Benicio del Toro.

Intérpretes, Nahuel Pérez Biscayart, de buena trayectoria europea, Úrsula Corberó, Daniel Giménez Cacho, Daniel Fanego, Mariana Di Girolamo, Rodolfo Carnaghi, Osmar Núñez, Luis Ziembrowski, Roly Serrano y, en inesperado retorno, Adriana Aguirre.

La competencia no será fácil. “El jockey” se verá cara a cara con el “Joker II”, de Todd Phillips (título completo, “Joker: Folie a Deux”), es decir, la pequeña tribu de amigos alrededor de David con una honda, en este caso una fusta, frente a una especie de Goliath hollywoodense de risa insoportable y presupuesto publicitario enorme.

También en competencia figuran las nuevas producciones de Pedro Almodóvar (“La habitación de al lado”, con Tilda Swinton), Gianni Amelio (“Campo di battaglia”), Luca Guadagnino (“Queer”), Pablo Larrain (“María”, sobre María Callas), Walter Salles (“Ainda estou aquí”), Wang Bing (“Youth- Homecoming”) y otros competidores de peso.

El segundo semestre

Por su parte, San Sebastián, que empieza a fines de setiembre, ya eligió dos: “La llegada del hijo”, historia del reintegro, o no, de un ex convicto, de Cecilia Atán y Valeria Pivato (las mismas de la deliciosa “La novia del desierto”) y la comedia “Los domingos mueren más personas”, de Iair Said.

Ambas competirán en secciones paralelas. Respectivamente, Nuevos Directores y Horizontes Latinos. Cabe esperar que haya más, porque el de San Sebastián siempre le presta atención a nuestro cine. La pregunta es: ¿tendremos mucho más para ofrecer?

Hasta ahora la presencia argentina en los festivales internacionales de este año ha sido con producciones iniciadas el año pasado gracias al apoyo y los beneficios de la anterior gestión del Incaa. Los frutos pudieron verse en Berlín (Oso de Oro al Mejor Corto Internacional para la comedia “Un movimiento extraño”, de Francisco Lezama), Cannes (“Simón de la montaña”, Gran Prix de la Semana de la Crítica), Bafici (“El placer es mío”, Mejor Film de la Competencia Internacional), Shanghai (la comedia “Adulto”, Gran Premio del Jurado), Tribeca (“El aroma del pasto recién cortado”, Mejor Guión).

También Toledo Festival de Cine de Acción (“Las nubes”, Mejor Guión), Fantaspoa, Festival de Cine Fantástico de Porto Alegre (“El escuerzo”, sobre cuento de Leopoldo Lugones), Punta del Este Cine del Mar (“En la cabeza de papá”, Mejor Largo Latinoamericano), y Marsella, Munich, los locales de competencia internacional Finca (“El agrónomo”, premios del Jurado y del Público) y Arfecine, (“Animu”, filmado en Jujuy), entre otros.

Muchas de esas películas se venden en el exterior. Pero ya quedan pocas para ofrecer como novedades. ¿El Incaa estará cumpliendo con su razón de ser, esto es, apoyar debidamente la producción, difusión y conservación de películas nacionales? Para eso es el impuesto del 10% implícito en cada entrada de cine que pagan los espectadores.

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