6 de diciembre 2019 - 00:00

El regreso de un clásico infantil

Del cuento de Hans Christian Andersen sobre una chica que rescata a su amiguito atrapado por la temible Reina de las Nieves, el ruso Lev Atamanov hizo en 1957 una buena versión en dibujos, desgraciadamente “intervenida” por la Universal Pictures para su difusión comercial en Occidente. Ahora vemos una nueva intervención norteamericana, pero beneficiosa en cierto sentido. Robert Lence, con largos años de experiencia en Hanna & Barbera, Disney, Pixar y otros centros a la vanguardia del dibujo animado, recibió contrato de la empresa rusa Wizart Animation para pulir su mejor negocio: la franquicia de la Reina de las Nieves.

En efecto, la Wizart hizo en 2012 una nueva versión del cuento con tal éxito en su mercado que ahí nomás siguió con otras dos nuevas aventuras de los personajes, pero cada vez más alejados del original, y cada vez con menos gracia. Esta que ahora vemos es la tercera aventura, y en ella la niña buena y la reina mala forman alianza para enfrentar a un fulano que quiere acabar con el encanto de la magia, y con los magos. El argumento es convencional, pero la película ostenta gran despliegue y particular cuidado por los detalles, los personajes secundarios y el acabado técnico, y se aprecia mejor que las anteriores, aunque en el camino se perdió el buen sentido de iluminación pictórica que tenía la exitosa versión de 2012.

“La reina de las nieves en la tierra de los espejos” (Rusia, 2018). Dir.: A. Tsitsilin, R. Lence. Animación.

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