16 de marzo 2000 - 00:00
"EL TALENTOSO SR. RIPLEY"
-
Max: la serie de Superman que muestra a Clark Kent y Lois Lane en el rol de padres
-
Netflix: el estremecedor documental que refleja la lucha de un padre farmacéutico que perdió a su hijo en las drogas
Periodista: ¿Quiso alguna vez ser otro, como Tom Ripley?
Matt Damon: Siempre he querido ser yo. Aunque, a veces, me imagino tocando junto a los Pearl Jam, por ejemplo. Y cuando oigo a Eric Clapton o Carlos Santana, me digo: «Ese debería ser yo».
P.: Su Ripley es un asesino, pero no se hace odioso.
M.D.: Por supuesto. Ese era uno de los grandes desafíos del personaje. En realidad, lo que me impulsó a perseguir a Minghella por el papel. Ahí tiene usted, un tipo que mata pero que, al mismo tiempo, es el protagonista de la película. Eso es algo muy original. Muy original al menos para Hollywood.
P.: ¿Qué fue lo más difícil de este personaje?
M.D.: Conseguir que el público no lo desprecie, humanizarlo. Mostrar a la gente sus razones y que, aunque no despierte sus simpatías, al menos que despierte su comprensión. El público debe entender por qué hace lo que hace.
P.: Su Ripley, a diferencia del de Highsmith, es abiertamente homosexual.
M.D.: Aquí la homosexualidad del personaje es fundamental para su comprensión. Pero eso, por supuesto, no tiene nada que ver con que resulte ser final-mente un asesino.
P.: ¿Dónde nace su tragedia?
M.D.: Bueno, es un hombre solitario. Yo le inventé una historia anterior a los hechos de la película, pero no la comparto porque él mismo no habla de su vida. De todas formas, se nota que la tragedia de Ripley es su soledad; que vive en medio de la desesperación, y que necesita querer y ser querido.
P.: Es raro un personaje así, viniendo
precisamente de usted que no se caracteriza por interpretar villanos.
M.D.: Me parece una buena idea de Minghella: jugar contra mi imagen y darle la vuelta. El trabajo duro para mí es ser alguien como Ripley que, además, tiene que fingir que es otro durante gran parte del film.
P.: ¿Leyó el libro original de Patricia Highsmith?
M.D.: Sí, pero Anthony ( Minghella) dejó claro desde el principio que no estábamos realizando una adaptación literal del libro; que íbamos a introducir cambios fundamentales en la figura de Ripley. El libro es una celebración de la amoralidad. Mientras que la película se convierte en algo completamente diferente: en una especie de estudio sobre la moralidad. Y deja muy claro que moralidad no es lo mismo que justicia.
P.:A primera vista, no parece un típico producto hollywoodense.
M.D.: Sí.Y eso confirma que, a la vista de su buena aceptación en Estados Unidos, si no se subestima al público, éste responde. Es una obra atípica para Hollywood, pero la gente está cansada de ver diez veces la misma cosa. Es un error que Hollywood comete demasiadas veces: cuando algo funciona lo repite de diez formas semejantes.
P.: ¿Esperaba una nominación al Oscar por este trabajo?
M.D.: El Oscar que ganamos Ben Afleck y yo por el guión de «En busca del destino» cambió nuestras vidas. Pero no se puede trabajar pensando en ese tipo de recompensas. Yo no trabajé para el Oscar. La película existe por sí sola.
Dejá tu comentario