4 de mayo 2009 - 13:22
El Vaticano se declara en contra de "Ángeles y demonios"
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Ron Howard tuvo que reconstruir San Pedro, la Capilla Sixtina, el Castillo de San Ángel y otros sitios de la Ciudad del Vaticano debido a la prohibición absoluta emanada por la Santa Sede de colaborar en el rodaje de un filme que habla abiertamente de complots de parte de las jerarquías católicas.
Ya en ocasión del estreno de "El código Da Vinci" la Iglesia Católica había protestado contra la tesis del libro que hablaba de un Jesucristo marido de María Magdalena y padre de sus hijos, que constituirían una estirpe perseguida hasta nuestros días por las autoridades eclesiásticas.
Sin embargo, en esa ocasión había permitido el rodaje en algunos sitios sacros a cambio de suculentas pagas.
El filme, que tenía asegurado un vasto público de lectores enamorados del libro de Dan Brown, no tuvo problemas en recaudar u$s 750 millones en todo el mundo luego del estreno mundial en el festival de Cannes.
En cambio "Angeles y demonios" reservó la premiere mundial no a Cannes, que se inaugura el 13 de mayo, el mismo día de su estreno en Estados Unidos (el 15 de mayo en el resto del mundo), sino a la ciudad en la que se desarrolla toda la acción y donde tiene su sede el principal atacante del filme.
Una decisión que muchos consideran una provocación, negada por Ron Howard, un hombre de profundos sentimientos religiosos, aunque protestante.
"Mi película no es anticatólica -afirma-, es sólo un policial de acción ambientado durante un cónclave y que no podía filmarse en otra ciudad que no fuera Roma".
Por su parte Hanks descubrió durante los cuatro meses que duró el rodaje que "la Ciudad del Vaticano es una verdadera potencia, una corporación internacional de negocios como una multinacional cualquiera, tipo Toshiba o la misma Sony que produjo el filme".
"Hijo de padres divorciados varias veces, he pasado toda mi vida conviviendo con diversas religiones y por eso no creo en ninguna en particular, pero respeto a los creyentes" declara.
En materia de convicciones Hanks se declara "demócrata y gran estimador de Obama, a quien tenemos que darle tiempo para que cumpla sus promesas porque nunca había ocurrido antes que un presidente norteamericano tuviera que afrontar crisis económicas y políticas como las que se han desatado este año".
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