29 de octubre 2001 - 00:00

Europa contraataca en la batalla de la TV digital

Como en los años del nacimiento de la TV color, con la batalla de las normas PAL y NTSC, en estos días se libra otra entre la americana ATSC y la europea DVB para la futura TV digital. Argentina adoptó en 1998 la norma ATSC, aunque el subsecretario de Comunicaciones Henoch Aguiar adelantó que esa medida se revisaría. Pero canales que ya se han equipado según esa norma podrían hacer juicio. En esta nota, representantes de la norma DVB exponen lo que ellos sostienen son sus ventajas por sobre la americana.

John Bigeni y Peter Marshall.
John Bigeni y Peter Marshall.
"Si en la Argentina el gobierno no oficializó la revisión de la norma de TV digital, probablemente se deba a las presiones de los empresarios del medio televisivo que ya invirtieron en equipos y podrían hacerle juicio al Estado. Cada país que eligió el standard ATSC está viendo la forma diplomática de revisar esa decisión, por sobre las presiones internas y externas", dice John Bigeni, encargado de exhibir equipos del standard de la TV digital europea, DVB.

Junto a su colega inglés Peter Marshall, Bigeni estuvo en Buenos Aires para explicar, en el IV Seminario de TV Digital que tuvo lugar la semana pasada en CAPER 2001, los principios del standard que ya tiene un millón y medio de televidentes en Inglaterra.

Sin el estilo político-empresarial de sus competidores del ATSC, los voceros de DVB ni siquiera contaron con un stand propio para mostrar las cualidades de sus productos -como por ejemplo la capacidad de recepción digital movil-. En diálogo con este diario, Bigeni y Marshall exhibieron un tono crítico general.

Cuando se les preguntó sobre su estilo más modesto para difundir el DVB, sin el despliegue del grupo ATSC, no dudaron un instante: «el fracaso del ATSC es tan notorio que sus representantes no tienen otra estrategia que insistir y presionar. El último golpe que acaban de sufrir fue muy duro: Taiwan había elegido ATSC, pero a pesar de que esa es la norma oficial desde 1998, los canales se resistieron tanto a la norma que pusieron en un aprieto al gobierno, que no podía dar marcha atrás hasta que encontró una forma muy diplomática: sin cambiar el standard oficial, en julio de este año dictaminó la libertad de cada teledifusor para utilizar la norma que prefiera. Todos se pasaron al DVB».

Periodista: ¿cómo le explicaría al público masivo que no entiende nada de tecnología la ventaja de la norma europea de TV digital?

John Bigeni: Tenemos que ubicarnos 15 años atrás, cuando la idea de un teléfono celular era algo de ciencia-ficción. En ese momento la TV digital era algo futurista, y elegir la norma es muy importante, porque se está eligiendo algo que formará parte de nuestra vida por los próximos 50 años. En ese aspecto la ventaja de DVB es que es un sistema flexible: no sabemos qué adelantos vamos a ver en la materia en los próximos años, pero por sus características de costos bajos y capacidad de recepción movil, el DVB puede adaptarse fácilmente a cualquier nueva tecnología. En cambio el ATSC es un standard rígido, con altos costos imposibles para el consumidor, que necesita antenas enormes y no puede recibir se-ñal al cambiar de lugar.

Alta definición

P.: Sus detractores dicen que es un sistema que funciona con subsidios gubernamentales, y que no ofrece alta definición.

Peter Marshall: Eso es una tontería, porque en Australia hay DVB y se ofrece la TV digital standard que tenemos en Ingla-terra, pero también existe la posibilidad de la alta definición. En cuanto a lo de los subsidios, es cierto, eso hace que también la difusión sea menos agresiva, porque los subsidios aligeran la presión de esta época de transición.

J.B.: En Australia hay alta definición, pero la verdad es que es algo imposible. En este momento en mi país no existe nadie interesado en comprarse una TV de 10 mil dólares. Y pasa lo mismo en cualquier lugar del mundo. No tiene sentido hablar de TV de alta definición porque nadie la podría pagar.

P.: ¿Pero cómo se explica entonces el énfasis para traer TV de alta definición a países como la Argentina?

J.B.: A veces parece que a nadie le importa el consumidor. La verdad es que los canales que exigen TV de alta definición sólo están interesados en ocupar el máximo ancho de banda posible para ser los dueños de todo el espectro. Como incentivo para apoyar la TV digital los gobiernos les regalan esa banda digital, y podemos estar seguros de que, una vez desarrollado a pleno, ninguno de esos teledifusores va a querer devolver fácilmente esa banda analógica que deberían liberar, ya que todos conocen su valor. Yo creo que eso se hace por cuestiones que no tienen nada que ver con el interés del televidente, que por ejemplo en Australia apenas llega a querer comprar un set top box de TV de alta definición a un costo de 400 dolares que le permite mejorar su recepción sin pensar en algo inalcanzable como un televisor de alta definición, que ya sale muchos miles de dólares.

P.M.: Con respecto a la TV de alta definición y el rechazo al ATSC es importante mirar el caso de Taiwan. La industria se dio cuenta de que no había manera de vender TV de alta definición, y optó por un estándar que funciona y que les permite vender aplicaciones de bajo costo, al alcance de todos los consumidores. Y curiosamente en Corea del Sur, a pesar de que la empresa coreana LG tiene la patente de ATSC, también la industria está reclamando el cambio de standard. Creo que eso eliminaría toda duda sobre este tema. Especialmente porque en los mismos Estados Unidos desde el primer momento el grupo Sinclair (que agrupa a cientos de canales de varios estados norteamericanos) rechazó el ATSC.

P.: ¿Qué otras posibilidades tiene este televisor que muestra imágenes digitales con norma DVB?

J.B.: En este momento, en CAPER 2001, debería importarnos una sola cualidad: es el único televisor de TV digital en funcionamiento, ya que todos los monitores gigantes de TV de alta definición del stand de ATSC son sólo eso, monitores, ya que no que están recibiendo las imágenes a través de una transmisión digital aérea, sino desde un tape conectado a cada aparato. Este pequeño televisor no tiene interferencia aunque lo llevemos caminando por todo el salón, y sólo necesita esta ante-nita para recibir la imagen. En Inglaterra ya hay un millón y medio de personas que tienen este tipo de de televisor, mien-tras que en los Estados Unidos apenas debe haber 40 mil hogares con un televisor de alta definición, en un mercado con varios cientos de millones de consumidores.

Dejá tu comentario

Te puede interesar