Lorena Vega y su obra “Imprenteros” se convirtió desde el año pasado en el boom teatral del teatro alternativo. Surgida primero en el Rojas y luego el FIBA 2019, generó tal sensación que nunca más dejó de representarse en Timbre 4 con entradas agotadas y giras por diferentes teatros de Buenos Aires. “Imprenteros” evoca momentos sellados en la memoria familiar con extrema poesía y mucho humor, y pone al teatro como válvula para hurgar en los conflictos de la propia genealogía. En el elenco se contaban los hermanos no actores de Vega, Sergio y Federico.
Creadores en cuarentena: "Mucho puede surgir a raíz de estos eventos extraordinarios"
Diálogo con Lorena Vega, creadora del hit del off "Imprenteros" y protagonista de la ovacionada "La vida extraordinaria" en el Cervantes
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En paralelo, Vega protagonizaba hasta el cierre del Cervantes “La vida extraordinaria”, de Mariano Tenconi Blanco, junto con Valeria Lois y que llevaba varias temporadas gracias a su excelencia y repercusión. Conversamos con Vega sobre estas obras y el quehacer teatral en tiempos de cuarentena.
Periodista: ¿Como fue meterse de lleno con la historia de su familia de imprenteros, con lo genuino divertido y acaso también doloroso del entramado familiar, para desplegarlo como obra teatral?
Lorena Vega: Ya tenía la idea de escribir un guión de cine con algo de mi historia familiar que no está en “Imprenteros”, pero la propuesta del ciclo “Familia” del Rojas a donde fui invitada por Maruja Bustamante me disparó creativamente para ir por el lado que fui. Meterme con mi historia no me resulta ajeno dado que siempre tuve una mirada singular sobre el acontecer cotidiano. Desde chica me llamaron la atención los comportamientos de la gente, sus modos de hablar, y las reacciones imprevistas. Algo del aspecto absurdo que tiene la vida cotidiana siempre me resultó poético o siempre busqué la poesía ahí. Hay un poema de Olga Orozco que me fascina. Todo lo que logra con el hecho de una mujer que toma una sopa. Se llama “Señora tomando sopa”, lo pongo como ejemplo. Por otro lado, el humor es algo familiar muy presente, y en algunos casos a miembros de mi familia ya los habíamos hecho actuar en videos caseros junto a mi pareja Gonzalo Zapico, que es cineasta. Para algunos cumpleaños nos regalamos videos donde actúa la familia.
P.: ¿Cómo es mirarse uno y a la historia de familia para volcarlo en la ficción?
L.V.: Traté a mi historia como un material ficcional. Quiero decir, lo pensé en relación a los recursos que hacen a la disciplina escénica. Pensé de qué territorio se trataba. Quién habla. Cuál es la hipótesis de conflicto y en particular tratándose de un documental, justamente con qué documentos contaba para dar cuenta de la hipótesis. Es decir que pensé la obra en términos del procedimiento escénico para abordar el relato.
P.: ¿Sus hermanos abrazaron este nuevo oficio teatral?
L.V.: Les gusta mucho estar en Imprenteros. Sergio se puso a entrenar actuación. Y Federico dice que lamenta no haber hecho teatro desde chico.
P.: ¿A qué atribuye semejante boom y repercusión de esta obra?
L.V.: Pienso que la obra habla de la clase obrera desde la clase obrera, tanto obreros gráficos como obreros artísticos, y lo hace con voz genuina. Entonces logra lo que siempre se desea que pase en una obra, que sea un “encuentro”, una ceremonia donde ocurre algo que conmocione y lo interesante es que acá sucede algo singular con una historia común, es decir que cualquier historia anónima tiene su valor. Otra vez, mirar profundamente el aspecto artístico de esa vida cotidiana.
P.: ¿Qué recibe del publico?
L.V.: Recibo agradecimiento por sobre todo. Gente muy emocionada. Nos cuentan sus historias personales. Muchos relatos de micro-emprendimientos y pymes que tuvieron que cerrar. Y también ofrecimientos de abogados para ayudarnos a resolver la situación. De todo.
P.: Yendo a la obra que protagonizaba en el Cervantes, “La vida extraordinaria” en el Cervantes, y que lleva varias temporadas de reposiciones,¿se fueron añadiendo nuevos sentidos o significados a la obra?
L.V.: Siempre que se hace un material que atraviesa un largo lapso de tiempo va resonando con lo que acontece. Ahora en tiempos de pandemia debo confesar que la idea del fin del mundo que circula en la obra, no parece tan lejana.
P.: ¿Qué temas toca esta obra que parece inabarcable?
L.V.: Muchos, porque cuenta un arco muy grande de recorrido cronológico de los personajes, pero sin duda como tema central está la amistad y la lealtad en el mundo femenino y el arte desde la poesía. Por ejemplo en tiempos de cuarentena y de crecimiento de violencia doméstica somos las mujeres las que seguimos denunciando. Este tema no está en la obra solo lo digo a modo de ejemplo y trayendo algo de la realidad, aunque la obra sí se desarrolla en una época de remarcado patriarcado pero justamente Aurora y Blanca son dos mujeres que a través del arte (la poesía) logran canalizar parte de lo que les sucede y toman sus propias decisiones pudiendo cambiar su destino.
P.: ¿Qué diría de la escritura del autor y director de la obra, Mariano Tenconi Blanco?
L.V.: A mi criterio es alguien muy profundo con su escritura. Tiene un estilo que combina muchas capas de sentido, donde además hay influencias literarias, esquemas históricos pero con una mirada joven cargada de humor y mucho amor por el mundo femenino.
P.: ¿Está escribiendo algo nuevo?
L.V.:Ahora que estamos en cuarentena tuve la aparición de un material que quiero escribir. Vamos a ver si lo logro y tiene inspiración también en cosas vividas.Para crear no arranco por los temas. Soy de confiar en el impuso de los ritmos y de ahí voy infiriendo o descubriendo de qué habla. Eso tiene que ver con el hecho de que mi creación siempre es en la sala de ensayo. Es decir a partir de lo que hacen los cuerpos.
P.: ¿Algo de lo que vivimos en estos días le parece suceptible de convertirse en material teatral?
L.V.: Pienso en el lugar que está ocupando la ficción en nuestras vidas cotidianas, desde el consumo de links de películas liberadas, pasando por los links de teatro hasta las diversas imágenes de la gente en sus casas subidas a instagram. Todo me parece muy performático.
P.: ¿Cómo responde la comunidad artística a esta coyuntura?
L.V.:Estamos tendiendo redes y ya surgen ideas, propuestas de cooperación y de ayuda. No queda otra que la organización colectiva. Muchas cosas pueden surgir a raíz de estos eventos extraordinarios.
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