19 de enero 2000 - 00:00

"INSPECTOR GADGET"

L levar un dibujo animado al film con actores de carne y hueso tiene sus riesgos. Robert Altman no tuvo mucho éxito cuando trató de convertir a Robin Williams en Popeye aunque, claro, el marinero de las espinacas mágicas tiene un culto un poco más importante que el Inspector Gadget.
No siendo ningún hito de la historia del cartoon, si Gadget está bien trasladado o no al cine con actores no es un tema que vaya a tener en vilo a mucha gente. En cambio, sí se podría pedir que si un estudio como Disney va a hacer una película con este personaje, el producto convenza y divierta a grandes y chicos, algo que su-cede apenas parcialmente en esta superproducción protagonizada por el rey de las películas tontas, Matthew Broderick (que tiene uno de sus mejores momentos cuando hace un chiste con Godzilla). La historia de Gadget es una mezcla boba de Robocop y El hombre nuclear: el protagonista, un torpe guardia de seguridad herido en una explosión, es sometido a una lunática cirugía que lo convierte en un mutante lleno de chistosos aparatitos incorporados a su cuerpo,
incluyendo patines, chorros de aceite, cuello de resorte y hélice de helicóptero en la cabeza. Diez años atrás llevar a la práctica un film como éste hubiera sido imposible, pero desde que comenzó la era de los efectos digitales, todo es posible. Lo que pasa es que este tipo de efectos, igual que cualquier otro, se luce con un uso realmente imaginativo, y lo que ofrece Gadget es sólo un catá-logo de pirotecnia digital no muy inspirada (aunque siempre sólida técnicamente).
La trama con un villano que fabrica un doble malvado de Gadget, tampoco ayuda a darle un aire de originalidad al asunto (el truco del doble malo al estilo de «Superman III» es uno de los recursos más usados por los guionistas perezosos del cine de aventuras fantásticas). Por suerte varios chistes funcionan bien -como el del Inspector tratando de asimilar sus nuevos aparatitos meditando con un gurú- y el generoso despliegue de producción ayuda a que siempre haya algo interesante para ver. Como el archivillano Garras, Rupert Everett también tiene un par de escenas eficaces. Lo verdaderamente insoportable es la voz con la que doblaron al multi-funcional Gadgetmóvil.

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