19 de julio 2007 - 00:00

"Isidoro. La película"

El film, que adapta fielmente la historieta de Quinterno, es más una excusa para padres nostálgicosque para niños, a quienes puede resultar, además, algo largo y muy hablado.
El film, que adapta fielmente la historieta de Quinterno, es más una excusa para padres nostálgicos que para niños, a quienes puede resultar, además, algo largo y muy hablado.
«Isidoro. La película» (Argentina, 2007, habl. en español). Dir.: J.L. Massa. Dir. de animación: C. Pérez Agüero, A. Grisolía. Film de animación. Voces: D. Brieva, L. Salazar, G. Bonfigli, M. del Sel, M. Pereyra.

Símbolo nunca dicho pero íntimamente aceptado de nuestro verdadero carácter nacional, el personaje de Isidoro antecede, con otros nombres, a Patoruzú, vive cuatro décadas a costillas de su éxito, y, desde los '60, lo supera en ventas. La gente amaba al indio noble y generoso, pero también a su padrino cobarde, ventajero, irresponsable, modelo de «niño bien», chanta con percha natural, ostentoso y sobrador. Ejemplo de porteño, según lo veían en las provincias. Típico argentino, lo definían en todo el mercado hispanohablante.

En las primeras historietas, por hacerse el canchero siempre terminaba pagando el pato. Después, a pedido del público, pasó a ganador. Y al comenzar los '70, se cristalizó. Polera, saco cruzado y mocasines, noches de fiesta en Mau-Mau, amiguitas delgadas, compinches desde entonces con el mismo peinado, el fiel mucamo gallego, y los dineros interminables de su «tiíto querido», el coronel (RE) Urbano Cañones. Y así es, precisamente, como lo pintan en esta película, respetando muy bien el diseño de los «cuadritos», la sencillez de los personajes de fondo, el colorido, las definiciones rápidas, las avivadas del tunante, las peleas del diablito y el angelito y otros detalles oníricos, los arcaísmos del coronel Cañones, las canciones muy bien puestas de Francis Smith, incluyendo «Un hombre de hielo», y, también, los atractivos de una aventura exótica.

Para el caso, se combinan una gran fiesta (¿qué otra cosa podía ser?) en un lejano país asiático, un robo de biocombustible experimental, y unas armas dignas de James Bond. Signo de los tiempos, Cachorra tendrá más habilidad y coraje que el supuesto héroe. Y, cabe aclarar, tendrá la misma silueta que en las historietas. La gordita del afiche corresponde a otro diseño. Otra aclaración: Daddy Brieva y Luciana Salazar hacen los doblajes principales del film, pero en algunos micros y trailers más bien parece escucharse a Lucila Gómez y Lionel Campoy.

Eso ya se discute en foros de internet, igual que una escena donde Isidoro comete deliberamente un papelón público en un autódromo, y otras (muy bien) donde al botarate le entra un impensado sentimiento de nostalgia y decencia cuando se encuentra con el retrato de su finado padre. ¿Le pasó alguna vez en alguna historieta? En suma, especial para amantes de los '70 fiesteros, que irán con la excusa de llevar a los chicos. Cuidado, para éstos arriesga ser medio larga y muy hablada, aparte que no van a entender cuando el mequetrefe clame «¡No me peguen! ¡Soy Cañones!».

Directores de animación: los veteranos Pérez Agüero y Alberto Grisolía. Director musical, Diego Monk. (a propósito, ¿todavía se consigue el longplay de Owe Monk y los Con's Combo?).

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