10 de septiembre 2008 - 00:00

"La TV como se ve hasta hoy tiene los días contados"

Alejandro Harrison, presidente de laCámara de Productores de Cable, ayeren el inicio de las Jornadas del Cable.
Alejandro Harrison, presidente de la Cámara de Productores de Cable, ayer en el inicio de las Jornadas del Cable.
"La industria del cable continúa en crecimiento, aun cuando éste sea desparejo: se incrementó en Buenos Aires pero se detuvo y hasta retrocedió un poco en el resto del país.Globalmente, el cable creció entre un 5 y 6% desde 2007, siendo hoy el mercado total en el país de un poco más de 5 millones y medio de suscriptos, entre los que también se cuentan los abonados al sistema satelital que son alrededor de 700.000. También hubo una mejora en las suscripciones premium para películas y deportes". Así definió a este diario Alejandro Harrison, presidente de CAPPSA (Cámara de Productores y Programadores de Señales Audiovisuales), el mapa del cable argentino, durante el primer día de las Jornadas de Cable que se iniciaron ayer en el Hotel Hilton. CAPPSA es una de las principales cámaras del sector junto con ATVC, que reúne mayormente a los cableoperadores. Harrison, gerente general de Pramer, también dialogó con este diario acerca de la llegada de las nuevas tecnologías y formatos, uno de los temas cruciales hoy en la cultura multimediática.

Periodista: ¿Cómo afecta al cable la llegada, a mediano plazo, de la televisión digital?
Alejandro Harrison:

Todavía es un poco temprano para hacer un diagnóstico, aunque la TV digital afectará de manera directa a lo que es televisión abierta. Pero es verdad que esa innovación también tendrá consecuencias sobre todas las formas de consumir televisión, a las que el cable deberá adecuarse. La TV como se vio hasta hoy tiene los días contados, y habrá que adaptarse. Habrá grandes modificaciones de conductas y hábitos en lo que se refiere a ver televisión, que ya no quedará limitada como antes sólo al living sino que llegará a los teléfonos móviles, a Internet y a otras plataformas.

P.: Y esto implicará que también haya modificación de contenidos, y eso sí los afecta a
ustedes como programadores.


A.H.: Así es, la plataforma también afectará los contenidos de buena parte de la programación y también tendremos que ofrecer programación no convencional, adaptada a esas formas de recepción. Esto, para la industria, es todo un desafío, que en algunos lugares del mundo se ha probado como exitoso, en especial en países asiáticos como Japón y Singapur, aunque en otras partes del mundo no ha encontrado aún los resultados esperados. Este es un punto complicado, más allá, por supuesto, de los marcos regulatorios, que es todo otro capítulo.

P.: Hablando de Japón, ¿se viene la norma ISDB-T japonesa que tiene Brasil para la TV digital?

A.H.: No hubo confirmación oficial, pero parece que será así. De todas formas, aun cuando el cable deba reconvertir los canales de TV abierta digital según la norma que se vaya finalmente a adoptar, también es un problema que sólo afecta de manera directa a los operadores de televisión abierta.

P.: A veces el público suele creer que ya tiene televisión digital porque recibe cable por el set top box digital que le instalaron en sus casas.

A.H.: Son dos cosas distintas. El cable transmite de manera digital para esos abonados que ya tienen esos decodificadores pero a través de una tecnología digital propietaria, propia de cada cableoperador. Es un standard digital abierto, como lo es en los EE.UU. el DOCSIS (Data Over Cable Service Interface Specification), que ya arrancó hace 11 años. Esto también sirve para dar acceso a Internet. La norma de TV digital abierta que se vaya a adoptar determinará en cambio la forma en que llegará por antena las imágenes televisivas, al igual que ocurrió en los años 70 cuando se eligió el sistema PAL N. El cable tomará las señales abiertas, las reconvertirá a su propio sistema digital, y las retransmitirá a sus abonados.

P.: ¿Y qué otros temas preocupan a los programadoresy que plantearán en estas Jornadas?

A.H.: Desde ya, el gravísimo problema de los derechos autorales. La proliferación de las películas piratas no sólo afecta a la industria cinematográfica sino también a nosotros como programadores, y tal vez más, porque el cable tiene derecho a difundir una película, por la que ha pagado regalías simultáneamente con el distribuidor, aunque sólo puede difundirla pasado un determinado tiempo convenido desde el estreno en salas, período que se llama «ventana». No digo que a veces, por culpa de esto, nos llegue un producto degradado, aunque sí un producto que ha sido sobreexpuesto al consumo por vías no legales.

P.: La «ventana» es ahora cada vez más estrecha.

A.H.: Forzosamente es así. Antes podía pasar más de un año antes de la salida de una película a cable y DVD, ahora son sólo unos meses según cada caso.

Entrevista de M.Z.

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