8 de febrero 2007 - 00:00

"La verdadera historia de Caperucita Roja"

«La verdadera historia de Caperucita Roja» es una lograda recreación del cuento, que entretieneincluso a los adultos pero su estructura a la «Rashomon», la hace demasiadocompleja para los más chiquitos.
«La verdadera historia de Caperucita Roja» es una lograda recreación del cuento, que entretiene incluso a los adultos pero su estructura a la «Rashomon», la hace demasiado compleja para los más chiquitos.
«La verdadera historia de Caperucita Roja» (Hoodwinkled!, EE.UU., 2005, dobl. al español). Guión y dir.: C. Edwards, T. Edwards, T. Leech. Film animado.

Este dibujo no es para los más chiquitos. No es que sea zafado, y Caperucita resulte una precoz Lolita en conciliábulos antinaturales con el Lobo. A fin de cuentas, desde 1949 los niños de sucesivas generaciones vienen disfrutando el corto de Tex Avery «Red Hot Ridinghood», donde ella es una flaca que provoca entusiastamente al pobre bicho. Al contrario, en esta «verdadera historia» la niña siempre cuida sus modales, y marca las distancias (a golpes de karate, dicho sea de paso). Simplemente, no es para los más chiquitos, porque les va a resultar demasiado complicada.

Es para chicos de 8 ó 9 años en adelante. Y el argumento es éste: en el momento en que chocan bajo el mismo techo la nena, la abuela, el lobo y el leñador, cae la policía (unos chanchos, una grulla, etc., al mando de un oso grizzly). Y tras ella, un detective bien rana. «¿Qué está pasando acá? ¿Y quién de ustedes se está robando las recetas de comida de todos los habitantes del bosque, provocando así una crisis económica que obliga al éxodo de pobladores?» Entonces, cada uno de los cuatro personajes del cuento clásico da su particular versión de los hechos. Por supuesto, ninguna de esas versiones tiene nada de clásico, y el disparate se hace cada vez mayor gracias a una cabra cantora (muy buena), una iguana cineasta, una ardilla fotógrafa, un conejo metido, y unos esquiadores europeos claramente facinerosos. ¿Quién los contrató? ¿Por qué quieren matar a...? Surgen entonces parodias de todo tipo, desde Perrault para acá, pasando por la estructura de cuatro relatos de «Rashomon», los films de detectives y de super villanos, las publicidades, los castings, etc., y si uno quiere disfrutar todo seguido no puede estar al mismo tiempo explicándole a un chiquito lo que está pasando y de qué se ríe el resto de la sala con tanto entusiasmo.

Autores, los hermanos Cory & Todd Edwards y su amigo Tony Leech. Adaptación al español,Gustavo Rodríguez, con muy buen doblaje de Manuel Valdéz, que viene haciendo de Lobo desde 1960 («Caperucita Roja», «Caperucita y sus tres amigos», «Caperucita y Pulgarcito contra los monstruos», y otras mexicanadas), y, en el rol de abuela, Omar Chaparro, que hace en México una Doña Chola similar a la Doña Jovita que hace (mucho mejor) José Luis Serrano en Traslasierra. Y como Caperuza, que así la llaman, una tal Sheyla, surgida de la versión azteca de «Cantando por un sueño». Que, por suerte, canta poco.

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