27 de agosto 2001 - 00:00

Liza cambia de género pero la ilusión persiste

Forever Liza.
"Forever Liza".
Con más de 25 años de carrera, Frankie Kein y Manuel Arte dominan a la perfección el curioso arte del transformismo. Algo que no es novedad para el público porteño que ya ha tenido oportunidad de conocer las habilidades de este dúo de cubanos en sus anteriores visitas.

Su gusto por el revival y el musical de pluma y lentejuela los llevó a concentrar sus habilidades en una pintoresca galería de divas (Marilyn Monroe, Madonna, Cher y Julie Andrews, entre otras) que resumen el glamour del género. Gracias a ellas el dúo ha logrado llevar sus shows a Las Vegas, Los Angeles y Miami en donde estrenaron su espectáculo «Liza 2000».

Liza Minnelli es la intérprete preferida de Kein y a la que ha dedicado más tiempo de estudio hasta convertirla en protagonista excluyente de su últimos shows. Su composición de la cantante resulta tan convincente y cargada de energía que no va a defraudar a los admiradores de la diva, a los que obviamente está destinado este show.

Kein comienza su rutina con «All that jazz» (del musical «Chicago») para continuar luego con una selección de temas algo más reciente y que desde luego incluye el ya clásico «New York, New York». También las coreografías están destinadas al lucimiento del bailarín. Su performance sigue siendo impecable y le da resto para incluir cada uno de los gestos y mohínes que hacen a la identidad escénica de Minnelli.

La segunda parte del espectáculo reúne los cuadros más conocidos de «Cabaret» y es allí donde hace su entrada Manuel Arte imitando al inolvidable maestro de ceremonias interpretado por Joel Grey en la película de Bob Fosse. Su actuación es correcta pero, lamentablemente, buena parte de sus números («Willkommen», «Two Ladies») no logran emular el encanto de la versión original. Tal vez esto se deba al opaco desempeño del cuerpo de baile, cuyo nivel técnico y expresivo -quizás por falta de suficiente entrenamiento- no está a la altura de las sensuales coreografías de Fosse. Hay excepciones, como por ejemplo Darío Pretuzzio (quien protagonizó «Fiebre del sábado por la noche») a quien se lo ve mucho más a tono con la dinámica de este show.

«Forever Liza» es un acto de ilusionismo que encuentra en Frankie Kein a un «doble de cuerpo» de excepción. Claro que sobre el final corre el riesgo de parecer un «freak» al mostrar sorpresivamente su pecho velludo. Pero ese golpe de efecto logra también un buen impacto: sus admiradores lo ovacionan.

Dejá tu comentario

Te puede interesar