1 de julio 2022 - 00:01

Marcela Citterio: "Las plataformas hicieron de nosotros espectadores voraces"

Diálogo con la guionista, de amplia trayectoria en la TV de aire y cable nacional e internacional, que ahora lanzó una editorial de contenidos que pueden convertirse en series.

Citterio. Su editorial se llama The Orlando Books, y en ella publica textos que vayan más allá de la habitual sinopsis para las cadenas.

Citterio. Su editorial se llama The Orlando Books, y en ella publica textos que vayan más allá de la habitual sinopsis para las cadenas.

“El autor siempre fue lo más importante a la hora de pensar en una serie. De allí nace el contenido. No empiezan con la actriz o actor, sino con la historia y luego buscan los intérpretes. Las plataformas trabajan así, ven primero qué es lo que está escrito”, dice Marcela Citterio, que con 30 años en la industria audiovisual fundó su editorial, The Orlando Books, que apunta a libros con destino de serie o película en plataformas.

Citterio estrena en breve la serie “Olhar Indiscreto” para Netflix Brasil. Ella fue guionista de “Amor en custodia”, “Patito Feo” y “Heidi”, entre otras, y trabajó para TV Azteca, Telemundo y Nickelodeon. En Netflix se vieron “Corazón Valiente”, “Heidi” y “Chica Vampiro”. Dialogamos con ella.

Periodista: Las plataformas quedaron atadas a la sobreoferta de contenidos creada por ellas mismas, ¿por eso apunta a encontrar nuevos contenidos?

Marcela Citterio: Nos acostumbraron a que podemos ver las series enteras, nos atrapan, armamos maratones y se invierte mucho dinero y tiempo para que se terminen de manera voraz en una semana o dos. Los contenidos se acaban y hay que hacer productos cada vez más agresivos y vendedores.

P.: De ahí su idea de salir a vender libros de contenidos para series...

M.C.: Los contenidos para plataformas nacen de una idea, ya casi no piden biblia. A partir de ahí se trabaja pero muchas ideas buenísimas nunca llegan en el momento justo o no las lee alguien apropiado, o no había un presupuesto, y quedan en el cajón. Me parecía atractivo para el autor del libro que su historia se lea entera y en formato literario aunque no sea en lo inmediato, pero escaparle a presentar un bosquejo de idea. ¿Cómo se llega a una plataforma si uno es joven, sin trayectoria? Si se va con un libro no se divaga y puede resultar en una película o serie. Y luego será la adaptación. Es bueno tener dónde editar también para autores consagrados, y si no llegan a la pantalla, quedan sus libros y cumplen su misión para los lectores.

P.: Antes llegar con un libro a los lectores era toda una misión.

M.C.: Apunto a autores que con su libro atraigan lectores pero además seduzcan a directivos a la hora de aprobar un proyecto, quienes a su vez se enfrentan a un material con terreno allanado. Una idea la puede tener cualquiera, no hay tantas buenas, y dos podemos tener la misma y desarrollarla de manera distinta. Luego, pasar del libro a la adaptación es un arte, he visto muchas donde no está el espíritu del libro. Hay libros extraordinarios pero ponen muchas voces en off para decirlo todo. También por eso ofrecemos adaptación audiovisual.

P.: ¿Cómo es la edición y la tirada?

M.C.: Nos distribuye Riverside y dependerá de los pedidos que reciba de las librerías. Lanzamos “Casi amor” y “Mal amor”, de Chiara Citterio, y “Quemacoches”, de Bernardo Beccar Varela, en agosto llega mi libro, “La chica que no quería ser princesa”, y hay un lanzamiento mensual pero es movible, ahora piden juveniles y románticos. Yo vengo del medio audiovisual entonces sumé a Verónica Chamorro en la lectura de historias, para orientar hacia una literatura interesante, no sólo imaginable visualmente por un directivo sino por el lector. Hoy también atrapa el interior del libro, hay diseño que se vuelve importante. Habrá además correlato digital con los e-books en todo el mundo y en España bajo demanda para imprimir. Saldrán también en inglés para no limitar porque muchos productores leen sólo ese idioma.

P.: Viene de los tiempos de la telenovela, cuando la idea era del autor, ¿cómo evolucionó hasta el showrunner?

M.C.: Cuando era chica todas las tardes era una novela atrás de otra. La TV era del autor, Migré, Maestro y Vainman, Delia Fiallio, pero después los productores, Suar, Tinelli, Ortega, se pusieron como protagonistas. En esa época era difícil trabajar en la Argentina. En el mundo el autor siempre fue rey y hasta hoy, los contenidos nacen ahí.

P.: Muchos autores eligen la autoedición para dar a conocer sus materiales, ¿son tiempos de pagar para publicar o aprovechar el alcance de las redes?

M.C.: Las redes son a veces el camino por dónde arrancar porque es difícil que te llamen. La Feria del Libro fue un éxito en gente y recaudación. Hay influencers que sólo hablan de libros de otros pero tienen chispa y los chicos jóvenes los escuchan, hay que salir de la queja y ponerlos del lado de uno. Algo hacen que logran llegar y tener tantos seguidores. Se viraliza todo, el nombre de un libro, el autor, hablan de las historias, y me refiero a todo tipo de libros, románticos o de dragones, no es nada más lo cool. Pasó la moda de las ideas retorcidas con palabras difíciles para catalogar como literatura de verdad. La comedia romántica, si entretiene y está en boca de todos, es un éxito. Hay que sacarse los prejuicios, basta ver en Amazon muchas adaptaciones juveniles de vampiros, de fantasía, o Eragon, que escribió un chico de 15 años y armó una trilogía de dragones. Tampoco hay edades.

P.: ¿Orlando por la novela de Virginia Woolf?

M.C.: Además de esa novela, Orlando se llamaba mi papá y es el segundo nombre de mi hijo. Leíamos, con mi hija Chiara, el “Orlando” de Woolf, y sentimos que ese debía ser el nombre. Empecé con las novelas porque a los 7 años le robaba a mi abuela las de Corin Tellado. Fue una autora subestimada pese a lo extraordinaria, de hecho compraron todos sus libros para realizar. Ella me marcó, después uno lee García Márquez, Borges, Cortázar, pero leí muchas novelas históricas de romance, siempre me gusta alguna cuota de romance que atrape desde el amor o la pasión, inclusive por un trabajo. En lo infantil J. K. Rowling, “El señor de los anillos”, ahora “Los habitantes del aire”, una trilogía extraordinaria. Cuando hice mucha televisión no tenía tiempo de leer, volví gracias a mi hija, hay que volver a leer. Eran momentos en que hacía dos o tres series a la vez, o antes que eran 160 capítulos y no había momentos, era ser madre y hacer series, escribiendo un capítulo por día, ahora te dan más tiempo, y lo aprovecho.

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