30 de septiembre 2025 - 14:37

Pol Guasch: la literatura en los años de la posverdad

Diálogo con el narrador español que estuvo presente en el reciente Filba pera presentar sus novelas “Napalm en el corazón” y “En las manos el paraíso quema”.

Pol Guasch presentó sus novelas “Napalm en el corazón” y “En las manos el paraíso quema”.

Pol Guasch presentó sus novelas “Napalm en el corazón” y “En las manos el paraíso" quema”.

Revisar las formas actuales de la amistad y el amor en medio de los indicios de un próximo colapso mundial, ha colocado al escritor catalán Pol Guasch con “Napalm en el corazón” y “En las manos el paraíso quema” (Anagrama), obras que vino a presentar como invitado y participante destacado en la Feria Internacional del libro de Buenos Aires (Filba), que concluyó el domingo pasado. Guasch es hoy protagonista clave de la nueva literatura de España. Dialogamos con él.

Periodista: ¿Es una novela sobre la extinción “En las manos el paraíso quema”?

Pol Guasch: Es una novela sobre los límites, sobre los finales. No sobre el final del mundo sino del mundo vivido por Rita y Liton, los protagonistas. El mundo que languidece es el que le contaron cómo era y sería. Es el final del mundo de la naturaleza, de los paisajes, de lo conocido, al que se suman otras extinciones, otros finales, el de la familia, en ellos la juventud, al iniciar otra fase vital.

P.: Están rodeados de extinciones: rupturas, incendios, la mina de carbón que se agota, la enfermedad, las viejas que comentan lo que está desapareciendo…

P.G.: Ante esa sensación de extinción, sedientos de algo que dure, surge el deseo de crear algo que permanezca. La amistad de Rita y Liton parte de un deseo de infinito, de construir algo permanente, definitivo. Esa ilusión se encuentra con la realidad de que el otro es otro y no una fusión con uno. Y el ímpetu que los ha juntado se puede transformar en aburrimiento, cansancio, desazón.

P.: ¿Frente a la brevedad del amor pasión queda el apego de la amistad?

P.G.: La idea de duración que se proyecta sobre la amistad es falsa. Solo hablamos de las amistades que perduraron, muchas veces de forma ilusoria. Cuando un amigo desaparece al tiempo lo olvidamos, un amor no. Nos faltan palabras para los duelos de la amistad, cuando los amigos desaparecen los borramos de la memoria. En la novela Rita y Liton se separan, cada uno hace su vida. Quería retratar cómo se pensaban cuando estaban separados. Rita no puede contar de su duelo cuando dejó de ver a una amiga. Nadie te escucha cuando pierdes un amigo. Les pasa a Rita y Liton cuando dejan de verse. Quería retratar esa tensión. Mostrar que el duelo de amistad duele y socialmente no tiene palabras, espacio para poderse expresar.

P.: ¿Los jóvenes hoy están entre el fatalismo, el fanatismo y la indiferencia?

P. G.: Esos son los peligros. En la novela quería mostrar otras formas de ser y de relacionarnos. Ante la desesperanza y la posibilidad de volverse desafectados o violentos, eligen la opción del deseo. No caen en el cinismo. Creen que quererse y estar juntos, cuidar las cosas, aunque vayan a terminar, tiene sentido, aunque vivir sea cada vez más difícil. Se dice que mi novela es distópica y también es un canto a vivir de otra forma el colapso en que nos han instalado Trump, Putin, Netanyahu, Milei. En ese sentido la novela es más utópica que distópica.

P.: ¿Para qué sirve la ficción en tiempos de la posverdad?

P.G.: Para señalar que hay un lenguaje alternativo al de la posverdad, el algoritmo, al de la inteligencia artificial, al del lenguaje desafectado, simple, totalitario, maniqueo, perverso, agonístico. Al del odio que genera enemigos. El del engaño. El lenguaje de la ficción es abierto, contradictorio, complejo, profundo, acepta las diferencias. Usa la ficción para volvernos críticos, descubrir la verdad. Ensancha el mundo, permite vivir otros mundos posibles, otras realidades, otras vidas.

P.: ¿La “nueva narrativa” va contra el canon?

P.G.: Hay un deseo de contar las cosas de otro modo, algo que ha existido siempre. Muchas obras hoy canónicas en su tiempo desafiaron al canon. Es importante que una novela cuando se está escribiendo tenga la ambición, aun naif, de ser distinta porque de eso va la literatura.

P.: Su novela sobresalta al lector en cada capítulo. ¿cómo llegó a eso?

P.G.: Cuando empezaba un capítulo no sabía qué punto de vista tendría. Mi deseo era ir a fondo con lo que narraba. Cuando me concentro en la historia busco enamorarme de ella, ir descubriéndola y gozar escribiéndola. Despreocuparme de la trama, registrar las voces, contar las cosas sin contarlas. Eso luego me implica un trabajo de edición tremendo.

P.: Su primera novela fue exitosa ¿Cómo pasó muy pronto a la segunda?

P.G.: Cuando “Napalm en el corazón” ganó el Premio Libres yo ya estaba en pleno proceso creativo de “”En las manos el paraíso quema”, eso hizo que no me viera afectado por el ruido de la primera. También está que son dos escrituras muy pegadas una de la otra, casi un díptico, aunque son totalmente distintas. Las une el mismo escenario, una localización difusa y un tiempo confuso, extraño, y que se hacen preguntas similares, quizá porque fueron hechas bajo un mismo estado de escritura, búsquedas de un mismo proceso narrativo.

P.: ¿Son etapas de una especulación sobre el amor y el deseo?

P.G.: Es la intención de mostrar que el deseo nunca es simple. Tras consumir historias de deseo, amor, simples, claras, aquí el amor se mezcla con la necesidad, el deseo con la indiferencia, la pasión con el egoísmo. Hacer las cosas de modo distinto se enfrenta al fracaso de no saberlas hacer. El deseo no funciona de manera tan totalitaria como nos lo han contado, todo es magníficamente más complejo a como nos lo han contado la mayoría de las veces.

P.: Acaba de decir que sus novelas pueden leerse como un díptico, van a ser finalmente un tríptico sobre la amistad y las variantes del amor. ¿Qué está escribiendo ahora?

P.G.: Estoy trabajando en algo muy distinto que tiene algo casi de ensayo, que no es exactamente una novela de ficción. Yo lo veía como algo absolutamente diferente pero cuando le entregué lo escrito a mi editora, me dijo que es un libro que ilumina los anteriores, que da claves del sentido del conjunto.

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