Roberto Sánchez habría cumplido hoy 80 años. Una fecha redonda para un artista que, más que una figura, se convirtió en un mito. Sandro, el Gitano, el ídolo, fue un fenómeno de masas que trascendió la música romántica para dejar una huella indeleble en la cultura popular latinoamericana. Sin embargo, su legado es mucho más complejo de lo que a menudo se reduce a sus baladas.
Sandro cumpliría 80 años: la raíz rockera y el legado del ídolo
Su influencia en el rock nacional es innegable, y su figura, a ocho décadas de su nacimiento, sigue siendo un faro en la historia de la música argentina.
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Sandro y su conexión con el rock.
En este aniversario, es fundamental explorar esa otra faceta que lo vincula de forma íntima con el rock and roll, un género que lo vio nacer y al que nunca dejó de coquetear.
Sandro y sus inicios de la mano del rock
Para entender a Sandro en su totalidad, hay que volver a los albores de su carrera, a esos años de efervescencia en los que el rock and roll irrumpía en la Argentina.
A principios de los 60, Roberto Sánchez, un joven de Valentín Alsina, formó su primera banda, Los Caniches de Oklahoma. No tardó en cambiar el nombre a Los de Fuego, un grupo que se presentaba con un salvajismo escénico que distaba mucho de la imagen pulcra del crooner que lo inmortalizaría.
Era la época de los “rebeldes sin causa”, de Elvis Presley y de Little Richard, y Sandro y su banda abrazaron esa energía con una pasión febril.
En un contexto donde la mayoría de los artistas de la época se dedicaban a interpretar versiones de temas italianos o españoles, Sandro se atrevió a adaptar clásicos del rock and roll al castellano. Entre las versiones se encuentran canciones de The Beatles, Elvis Presley, Chuck Berry, Dave Clark Five, Ray Charles (Qué dije), The Animals, Bob Dylan, Roy Orbison, Little Richard, Jerry Lee Lewis y Tom Jones.
Sandro y Los de Fuego no solo mostraban su devoción por el género, sino que también democratizaban el rock para una audiencia de habla hispana. Eran tiempos en los que el idioma era una barrera, y la audacia de Sandro lo puso a la vanguardia.
Sus shows, con sus movimientos frenéticos de pelvis y sus gritos de éxtasis, eran una copia fiel del espíritu rockabilly, lo que le valió comparaciones con el propio Elvis. No era solo un intérprete, era un showman que entendía el poder del cuerpo y la puesta en escena para complementar la música.
Con el tiempo, el género musical que lo hizo famoso fue el de la balada romántica, pero la raíz rockera nunca se desprendió del todo. Incluso en sus canciones más melódicas, el rasgueo de la guitarra eléctrica y la fuerza de su interpretación vocal siempre tenían un eco del rock and roll. Su estilo de canto, con ese vibrato característico y esa entrega total en cada verso, era un legado directo de sus inicios.
De Pappo a Charly García, el reconocimiento del rock nacional a Sandro
Si bien hubo momentos dónde su papel en la explosión del rock en la Argentina fue minimizado, el tiempo fue poniendo las cosas en su lugar. León Gieco inició la ola de reconocimiento y grabó con él "Amigo Mío", un tema incluido en su disco de 1988, "Semillas del Corazón".
En 1990, el Gitano, tenía un programa en Canal 13, “Querido Sandro”. En uno de sus envíos invitó a Pappo junto con Riff y allí se animaron a hacer algunos temas juntos.
Otro momento imposible de olvidar es su participación en el disco a dúo de Pedro Aznar y Charly García "Tango 4" (1991), allí Sandro grabó con ellos una revisión de "Rompan Todo", de The Shakers.
En 1996, Sandro hizo dupla con Raúl Porchetto en la exitosa "Bailando en la vereda", una pieza cuya versión a dúo fue incluida en el disco Fuera de Juego. Allí el hombre de Valentín Alsina volvió a disfrutar de grabar un rock.
El tributo más elocuente a su influencia en el rock llegó en el año 1999 con el disco "Tributo a Sandro: Un disco de rock". Este álbum es una joya que encapsula la reverencia del rock argentino por el Gitano. Bandas y artistas como Divididos, Bersuit Vergarabat, Los Fabulosos Cadillacs, y Attaque 77, entre otros, reinterpretaron sus temas más emblemáticos, despojándolos de la pátina de balada para revelar su esencia cruda y rockera.
El legado de Sandro a 80 años de su nacimiento
El legado de Sandro es multifacético. Es el rockero de Valentín Alsina, el baladista que enamoró a millones, el actor que llenaba las salas de cine, el mito que se agigantó tras su partida en 2010. En su 80º cumpleaños, su música sigue resonando, no solo en la memoria de quienes lo vieron en vivo, sino también en las nuevas generaciones que descubren a ese Gitano de voz potente y movimientos sugerentes.
Sandro fue un artista total, capaz de moverse entre géneros, de ser a la vez la encarnación del rock and roll rebelde y el corazón de la balada romántica. Su influencia en el rock nacional es innegable, y su figura, a ocho décadas de su nacimiento, sigue siendo un faro en la historia de la música argentina.
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