The Hives pasó por Buenos Aires nuevamente y aquellos que estuvieron anoche en el Teatro Vorterix (y el miércoles) seguramente ya los están extrañando.
The Hives en Buenos Aires: punk y rock en estado puro
La banda de origen sueco tuvo dos noches de pura fiesta y contundencia en el Teatro Vorterix.
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En semanas dónde la capital de nuestro país se transformó en una especie de epicentro de la música, con visitas que incluyen a: Roger Waters, Red Hot Chili Peppers, The Cure, Blur, Beck, The Weknd, Taylor Swift y muchos más, The Hives llegó para aportar su cuota de punk y garage rock.
La banda de origen sueco formada en 1993, integrada por Howlin' Pelle Almqvist (voz) Nicholaus Arson (guitarra), Vigilante Carlstroem (guitarra rítmica), Dr. Matt Destruction (bajo) y Chris Dangerous (batería), hizo gala de su potencia y carisma en un show para el recuerdo.
The Hives en el Teatro Vorterix
La lista de canciones incluyó clásicos de la banda así cómo temas de su más reciente material “The Death Of Randy Fitzsimmons”. La nueva "Bogus Operandi" fue la elegida para comenzar, inmediatamente le siguieron dos hits: "Main Offender" y "Walk Idiot Walk".
Quiénes hayan visto a The Hives en sus visitas anteriores sabrán de la entrega de la banda y sobre todo de su líder Howlin' Pelle. Fueron constantes las arengas y bromas con público, por momentos en ingles y en la mayoría de las ocasiones con un español más que digno.
La fiesta siguió con “Rigor Mortis Radio”, después del “Olé, olé” de la gente, llegó “Good Samaritan” y "Go Right Ahead" del disco de 2012 "Lex Hives", un melodía que inevitablemente lleva a recordar el clásico de la Electric Light Orchestra "Don't Bring Me Down".
“Stick Up” antecedió a otra de las joyas de los suecos: “Hate to Say I Told You So” (“Odio decir que te lo dije”). Luego siguieron "Trapdoor Solution" y “I’m Alive”.
“Smoke & Mirrors”, "The Bomb" y “Countdown to Shutdown” fueron las tres últimas canciones de la banda antes de su primera despedida. Promediaba una hora, y algunos minutos, de un show cargado por el calor de la banda, el público y el propio lugar.
El cierre llegó de la mano de las potentes “Come On!” y “Tick Tick Boom”. Fue una noche de pogo, agite, punk y rock. Habían pasado nueve años desde la última visita de la banda, anoche la promesa que resonó en el aire es que no pasará tanto tiempo para que The Hives vuelva a sonar en un escenario de nuestro país.
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