En las últimas semanas, Wall Street ha sido testigo de correcciones en el mercado, lo que llevó al S&P 500 a retroceder más de un 4% y al Nasdaq 100 tecnológico a caer más de un 8% desde sus máximos anuales. Sin embargo, la lenta recuperación de la renta variable global tras el desplome de aquel lunes de agosto, ha mitigado parte de estas caídas, llevando a los índices a marcar algunos repuntes.
Wall Street: surgen oportunidades de inversión tras la fuerte caída de agosto
Las recientes correcciones en la plaza neoyorquina generan nuevas oportunidades de inversión en sectores clave de la economía estadounidense. Los valores seleccionados ofrecen un sólido potencial de crecimiento a pesar de la volatilidad del mercado.
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Si bien la volatilidad en la bolsa ha sido el pan de cada día, a hoy, el índice del miedo muestra la misma calma que predominó durante el resto del verano.
En este entorno de calma tensa, donde la incertidumbre persiste, los inversores buscan oportunidades entre los valores estadounidenses que han tocado fondo con esta corrección, pero que aún mantienen una recomendación de compra. FactSet ha identificado varias de estas oportunidades, que ofrecen potencial alcista para recuperarse del reciente desplome. En las últimas semanas, muchas compañías han registrado caídas superiores al 20% desde sus máximos de 2024, e incluso algunas, principalmente en el sector tecnológico y la inteligencia artificial, han llegado a desplomarse hasta un 50%.
Wall Street: las oportunidades de compra
En este contexto, se destacan nueve valores de Wall Street con una clara recomendación de compra: tres pertenecen al S&P 500, tres al Nasdaq 100 y tres al Russell 2000, lo que permite a los inversores diversificar en sectores clave de la economía estadounidense.
Estos valores son: Delta Airlines, Halliburton, Schlumberger, DexCom, CrowdStrike, Marvell, DoubleVerify, LiveRamp y Schrodinger. La selección está diseñada para crear una cartera que incluya compañías estadounidenses de referencia con proyección de crecimiento, como las dos petroleras y la aerolínea del S&P 500.
En el Nasdaq 100, se encuentran las auténticas growth, que han sido el principal motor de las alzas en la bolsa estadounidense durante la primera mitad de 2024. Aunque algunos expertos muestran recelo tras los resultados del segundo semestre, especialmente en las compañías ligadas a la inteligencia artificial, el consenso general es que estas empresas aún tienen un gran potencial de crecimiento. Los costos asociados con la IA podrían afectar su capacidad para generar free cash flow, pero las valoraciones de estas compañías se han mantenido intactas.
En cuanto al Russell 2000, las pequeñas capitalizadas de Wall Street, aquellas con una capitalización bursátil superior a los 4.000 millones de dólares, también presentan oportunidades de compra. La selección de estas compañías se ha basado en un mínimo de seguimiento por parte de ocho analistas, enfocándose en empresas tecnológicas.
Dentro del S&P 500, las aerolíneas y las petroleras han sido algunos de los sectores más afectados por las correcciones recientes, aunque la mayoría ya cotiza por encima de los niveles previos al desplome del 5 de agosto. Un ejemplo es Delta Airlines, que ha corregido más del 25% desde sus máximos anuales. A pesar de las preocupaciones por el aumento de los costos de combustible y los temores de recesión en Estados Unidos, los resultados de Delta Airlines han sido sólidos, con márgenes no vistos desde antes de la pandemia, lo que mantiene intacta su recomendación de compra con un precio objetivo de 59,2 dólares por acción, implicando un potencial de casi el 52%.
Por su parte, Halliburton y Schlumberger ofrecen un margen de mejora superior al 40%, según el consenso de mercado recogido por FactSet, con precios objetivos de 43,7 dólares y 65,6 dólares, respectivamente. Aunque los bajos precios del gas natural han afectado sus márgenes de beneficio, las expectativas para 2025 son más optimistas. Además, ambas compañías ofrecen una rentabilidad por dividendo superior al 2,2%.
Hay que recordar que las grandes tecnológicas de Wall Street, incluidas las que no forman parte de las Siete Magníficas, han presentado resultados que refuerzan la creencia de que la inteligencia artificial es clave para su crecimiento. Aunque el temor a que los costos asociados con la IA reduzcan los beneficios persiste, la tecnología sigue liderando las alzas en la renta variable estadounidense.
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