En una conferencia de prensa brindada en la Legislatura porteña Javier Ibáñez, titular de la Agencia Gubernamental de Control porteña, aseguró que el boliche que se derrumbó en Palermo fue clausurado el año pasado por "desvirtuación de rubro".
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Por el hecho, "la unidad de faltas resolvió aplicar multas por cinco mil y veinte mil pesos y sesenta días de clausura", concluyó el funcionario. Sin embargo, Ibáñez confirmó que "la medida fue apelada y la Justicia decidió levantar la clausura".
Asimismo, el funcionario sostuvo que en 2007 el lugar fue habilitado como restaurante y que en 2009 fue habilitado definitivamente como "un sitio permitido para hacer fiestas".
Con respecto a las últimas inspecciones el funcionario aseguró que el local recibió nueve inspecciones y que la última que se realizó el 5 de septiembre último no ameritaba una clausura.
Acerca de la situación en la que se encontraba el lugar el funcionario aclaró que "el durloc era solo par el bajo techo, para cubrir las vigas que cruzan". De esta forma, Ibáñez confirmó que "la estructura portante es de acero" y eso "contaba en el expediente de inspección".
Consultado sobre los controles en los locales bailables Ibáñez señaló que "las inspecciones evalúan la situación del lugar en el momento en que se inspecciona", pero que en se dan situaciones "algunos mantienen los locales de manera irregular".
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