Los jefes de Seguridad Interna, Inspección y de Turno del penal San Felipe fueron separados de sus cargos como consecuencia de una denuncia por torturas a presos que un organismo de Derechos Humanos, con la difusión de videos que contienen imágenes de agresiones efectuadas por penitenciarios el año pasado.
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A raíz de esta denuncia, fueron pasados a disponibilidad cinco efectivos que fueron identificados en las imágenes que se dieron a conocer en distintos medios de prensa y se analiza la posibilidad de que un sexto penitenciario esté involucrado en el hecho.
Trascendieron los nombres de los cinco uniformados, que resultaron ser Luis D'Ambrosio, Germán Núñez, José Arredondo, Maximiliano Elizaguirre y Jonathan Navarro, detenidos en calidad de posibles responsables o cómplices.
Por su parte, el secretario de Justicia y Derechos Humanos y de la Provincia, Carlos Quiroga Nanclares aseguró que "un equipo de varios profesionales trabaja para generar las condiciones necesarias para que las víctimas se animen denunciar lo que les haya ocurrido y el resto de la población penal diga lo que sabe".
Las videos de las torturas fueron difundidos por la asociación de derechos humanos Xumek. En las imágenes se ven a cinco o seis uniformados golpeado con dureza a dos presos y también se observa como los penitenciarios dan puntapiés a los detenidos que están esposados o atados en sus manos.
Con respecto al escándalo de las torturas, el gobernador de Mendoza, Celso Jaque, consideró que "sería malo poner un manto de sospecha a todo el personal, porque esto es un caso aislado".
"Todo el personal ha trabajado para que se sacaran las sanciones internacionales que pesaban sobre la Penitenciaría", agregó.
En tanto, el presidente de la ONG Xumek, Diego Lavado, que aportó el video, dijo: "Sabemos el esfuerzo que ha hecho el Gobierno provincial. Tenemos una muy buena relación, un muy buen concepto del director de San Felipe y sabemos que están trabajando para que estas cosas no ocurran, pero lamentablemente siempre hay cabos sueltos".
Los abusos del personal penitenciario tuvieron lugar en el complejo ubicado detrás de la cárcel de Boulogne Sur Mer.
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