El hallazgo de una pareja sin vida en un paraje de San Antonio de Areco conmocionó a la comunidad y puso en primer plano la historia de Florencia Revah, una mujer de 32 años cuya vida había estado marcada por el trabajo, la dedicación y relaciones personales complicadas.
Quién era la mujer que fue hallada muerta en San Antonio de Areco
El caso sigue bajo investigación, y mientras se esclarecen las circunstancias del trágico desenlace, la figura de la víctima se mantiene como recordatorio de su esfuerzo, su vida activa y su perfil humano cercano a quienes la conocieron.
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El femicida de San Antonio de Areco había estado preso por el asesinato de "La Clotta" Lanzetta en 2001
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Violencia de género: Florencia Revah, asesinada por su expareja, había denunciado a Suárez previamente

La principal hipótesis gira en torno a un femicidio seguido de suicidio.
La pareja fue encontrada muerta dentro de un Chevrolet Onix blanco estacionado cerca del Haras Vacación. El auto tenía un balazo en una ventanilla y carecía de patente. En la tapa del tanque de nafta colgaba un trapo, un detalle que llamó la atención de los investigadores.
El cuerpo de Revah presentaba dos disparos, uno en el pecho y otro en el cuello. A su lado, Suárez yacía sin vida con un tiro en la cabeza. Todo indica que, tras asesinarla, decidió suicidarse.
Los pesquisas sospechan que la escena del crimen no fue el auto, sino otro lugar. Hubo allanamientos en domicilios vinculados a Suárez en Tigre, aunque sin resultados concluyentes. La fiscalía busca determinar dónde ocurrió realmente el homicidio antes de que ambos cuerpos fueran trasladados al vehículo.
Quién era Florencia Revah
La víctima había desarrollado su carrera profesional en la venta de automóviles en la Ciudad de Buenos Aires, desempeñándose en un reconocido concesionario de la Avenida Del Libertador. Más adelante decidió cambiar de rumbo y dedicarse a la comercialización de electrodomésticos, emprendiendo un camino más independiente y cercano a su vida cotidiana.
Quienes la conocieron destacan su responsabilidad, eficiencia y compromiso, tanto en el ámbito laboral como en sus relaciones personales. “Siempre fue una persona organizada y dedicada; en el trabajo daba todo y también era una gran amiga”, señala una fuente que prefirió no ser identificada.
A nivel personal, su vida estuvo marcada por situaciones conflictivas. En los últimos años había atravesado relaciones difíciles y había denunciado episodios de violencia de género, lo que generó la intervención de la justicia y medidas de protección a su favor. A pesar de las dificultades, quienes la rodeaban recuerdan su capacidad de sobreponerse y su deseo de mantener cierta normalidad en su vida diaria.
Sus familiares y amigos la describen como alguien apasionada por lo que hacía, que valoraba la honestidad y el compromiso, y que buscaba construir un entorno estable a pesar de las complicaciones en su vida sentimental. “Era una mujer muy fuerte, que siempre trataba de resolver los problemas sin hacer daño a nadie”, añade la fuente.
El caso sigue bajo investigación, y mientras se esclarecen las circunstancias del trágico desenlace, la figura de la víctima se mantiene como recordatorio de su esfuerzo, su vida activa y su perfil humano cercano a quienes la conocieron.
El femicida de San Antonio de Areco había estado preso por el asesinato de "La Clotta" Lanzetta en 2001
Esteban Alejandro Suárez, de 45 años, fue hallado muerto, en el interior de un vehículo, con un disparo en la sien. A su lado, el cuerpo de, Florencia Revah, quien lo había denunciado previamente por violencia de género, yacía con varios impactos de bala. La escena describe lo que para los investigadores es un femicidio seguido de un suicidio. Pero Suárez no solo tenía detrás un historial de violencia de género: también había estado detenido por el crimen de Claudio "La Clotta" Lanzetta.
Suárez había sido condenando en 2003 por el crimen del relacionista público que había marcado la noche porteña de los noventa quien también recibió un disparo mortal. En aquella causa, Suárez había recibido una pena de 10 años de prisión de cumplimiento efectivo.
A Claudio Lanzetta lo conocían como “el rey de la noche”. Su apellido estaba asociado a las discotecas más exclusivas, los VIP de moda y la farándula noventosa. Era el encargado de abrir o cerrar las puertas de lugares como Pachá y Buenos Aires News, y tenía en su agenda nombres de artistas, modelos y herederos del poder político y empresarial.
Lanzetta era extravagante, polémico y mediático. Organizó fiestas en Punta del Este, condujo un programa televisivo llamado Viva la fiesta en América TV y hasta se animó a grabar canciones electrónicas. Su rol, más que nada, era administrar el acceso al “círculo exclusivo”, una especie de pasaporte social.
Su final llegó en octubre de 2001, en su departamento de Palermo. Había salido a cenar con un grupo que incluyó a Suárez y a otros dos hombres. La velada terminó de la peor manera: lo ataron, lo amordazaron y lo presionaron para que revelara la clave de su tarjeta de débito. En medio del forcejeo, un disparo en la cabeza lo mató de forma instantánea.
Los ladrones huyeron, pero cometieron errores fatales: olvidaron un teléfono y un abrigo en la escena del crimen. Con esas pistas, la policía logró detenerlos a las 48 horas en General Pacheco, cuando planeaban escapar hacia la costa atlántica. En 2003, el Tribunal Oral en lo Criminal N°4 condenó a Suárez a diez años de prisión.
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