Nicolás Fischman (34) es conocido en el mundo de las redes por publicar contenido con reseñas de tecnología para varios miles de personas por día desde su canal SupraPixel. Cada mes lo ven casi 10 millones de usuarios que consumen sus publicaciones. Sin embargo, hace unos meses debió acudir a la justicia para denunciar una estafa por parte de una constructora que percibió el adelanto para la construcción de una casa y luego desconoció todo el contrato que había firmado para cumplir con el proyecto.
Youtuber víctima denuncia estafa de conocida constructora "llave en mano"
La empresa arrastra un tendal de incumplimientos y la justicia la investiga por estafa y defraudación. En todos los casos, solicitaban adelanto en dólares y nunca llevaban a cabo la obra.
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La problemática del youtuber tiene otra arista de actualidad: la crisis en la que ingresó el rubro de la construcción desde fines del año pasado multiplicó la necesidad de las empresas que ofrecen proyectos llave en mano para obras privadas de financiarse con adelantos que solicitan a sus nuevos clientes. Sin embargo, los hechos que enfrenta la constructora por estafa datan de varios años, en los que había un boom de construcciones y el negocio iba en alza.
Fischman denunció que quien se quedó con casi u$s70 mil en concepto de adelanto por una obra que no efectuó fue la constructora Proyecto Steel. Junto a su pareja habían contactado a la firma especializada en construcción con estructuras de acero en 2021. La habían conocido a partir de su presencia en internet y redes sociales, en donde publicitaban su modelo de construcción en seco que abarata costos y permite avances en mucho menor tiempo de obra. El perfil (@proyecto_steel) continúa activo, pero el youtuber debió acudir a la justicia, dado que desde hace dos años tiene antecedentes respecto a incumplimientos de esta empresa que dejó un tendal de víctimas en igual condición que Fischman.
Proyecto Steel fue creada en el año 2020 por Diego Alberto Pereyra y Santiago Andrés Oña (hijo). Sin embargo, quienes estuvieron presentes en el negocio fueron Martín Oña y Pereyra. Desde la firma le informaron al youtouber que la metodología de trabajo era “llave en mano”, es decir, por un precio fijo la empresa constructora se encargaría de acopiar los materiales y construir la casa, además bonificaban el diseño de la misma.
Así fue que, Martín Oña y Diego Pereyra convocaron a Fischman y a su novia a las oficinas de Proyecto Steel en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires donde le presentaron a Jennyfer Simone, una arquitecta venezolana, entre otras personas del equipo y les vendieron el proyecto de Steel Framming. La reunión duró unas tres horas, donde se acordó la forma de pago, se habló de diseños, y demás detalles.
Fischman pagó a Martín Oña y Diego Pereyra durante el año 2021 un 10% de anticipo (u$s 13.685) y luego un 40% (u$s 50.100), es decir, el 50% de la obra equivalente a u$s 68.785. Los dueños firmaron recibos y contratos de su puño y letra. Pero allí comenzó su pesadilla: pasaba el tiempo y la obra no se iniciaba; Oña no entregaba el proyecto prometido y los arquitectos enviaban evasivas para no ir siquiera al terreno donde se iba a levantar la obra. “Solo aprovechaban para ganar tiempo mientras ya habían cobrado el 50% del trabajo”, señaló Fischman a Ámbito a través de su abogado.
De un día para otro dejaron de contestar los llamados del youtuber y luego reaparecieron, solo para avisar que desde la constructora estaban en medio de “una restructuración y auditoria”. Todo se puso cada vez peor. En 2022, casi un año después de haber pagado el 50% de la obra, Martín Oña, le indicó a Fischman que le devolvería el dinero. Sin embargo, todo quedó en la nada.
“Se quedaron indebidamente con u$s 68.785 (sesenta y ocho mil setecientos ochenta y cinco dólares estadounidenses); se comprometieron a bonificar el proyecto, la dirección de obra y acopiar materiales, pero no cumplieron en nada. Ni un ladrillo de lo supuestamente acopiado nos entregaron”, declaró la víctima. Fischman, citó a mediación a Proyecto Steel, Martín Oña y Diego Pereyra, pero si bien se presentó una abogada en representación de los primeros, Pereyra no compareció. De momento, se desconoce su paradero.
“Hubiese sido un buen momento para que dieran la cara y se hicieran cargo de una vez por este desastre que hicieron”, remarca Fischman. Actualmente, el youtuber se encuentra como querellante en una causa penal contra Martín Oña, Diego Pereyra, Santiago Oña donde se investigan los delitos de estafa y administración fraudulenta, la cual tramita ante la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°34, a cargo de Juan Pedro Zoni.
“No puede ser que en Argentina una persona se quede con mis u$s 68.785, no cumpla con su parte, no inicie la construcción, no devuelva ni un ladrillo y que siga por la vida como si nada hubiera pasado”, se lamentó la víctima, en contacto con Ámbito.
Los graves antecedentes
Proyecto Steel ya acarrea diversos problemas de la misma índole. Ya en agosto de 2022 se habían conocido otras víctimas de la constructora que habían percibido adelantos por parte de familias que buscaban llevar a cabo el sueño de la casa propia, a precios convenientes. Varios de ellos poseían lotes en barrios privados en el Gran Buenos Aires, y todos ellos resultaron atraídos por la propuesta de construcción en seco que ofrecía la compañía. La modalidad era idéntica: todo en armonía hasta la firma del contrato, desembolso de un adelanto sustancial y luego comenzaban los retrasos, las evasivas y el tiempo transcurría sin resultados. Algunos damnificados tomaron el camino de una demanda civil por incumplimiento contractual.
Hubo otras que acudieron a la justicia penal en las causas que terminaron unificadas en el juzgado N°7 y bajo la fiscalía N°34.
Allanamientos
Ya en 2022, por orden de la justicia, la Policía Federal realizó unos 15 allanamientos simultáneos en domicilios y locaciones relacionados a Proyecto Steel SRL. Hubo operativos en San Pedro, en locales comerciales y viviendas particulares. La Unidad Operativa Federal de San Nicolás y la División Antifraudes procedieron al secuestro de facturas, recibos e información en soporte físico y digital. Pero por ahora no ha habido otros avances pese a la acumulación de víctimas.
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