Los intendentes tienen claro que para ganar los distritos tienen que lograr cambios en la inseguridad. Sin embargo, cuentan con un gran problema: están atados de pies y manos. Sucede que todo lo vinculado a este problemática pasa por lo que pueda poner en función la Provincia como responsable y la Nación para facilitar más recursos para una ola que crece. Y asusta.
Intendentes presionan para ser parte de la coordinación de los gendarmes que enviará Nación
Quieren tener mayores precisiones de qué zonas cubrirán y cuál será en particular su tarea. Los roces entre Nación y Provincia complican una acción necesitada.
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Con ese marco de fondo, hoy en los territorios el principal reclamo de los vecinos es por la falta de seguridad. Las mediciones en las encuestas marcan la doble “I” como el flagelo más preocupante: la inseguridad y la inflación.
Se trata de dos factores con los que los intendentes no pueden lidiar por no contar con las facultades para hacerlo, pero sí son los receptores de la bronca de la gente que ven al distrito como la primera ventana para hacer valer su voto.
Ante esta situación, y con las elecciones cada más vez más cerca, los jefes comunales comprenden que para poder revalidar sus mandatos necesitarán de un golpe de efecto que les permita modificar la realidad de miedo que hoy atraviesa una parte importante del Gran Buenos Aires y también distritos por fuera del AMBA.
Es por esto que la actual discusión entre Nación y Provincia en torno de los gendarmes que dispuso el Gobierno del presidente Alberto Fernández para enviar a algunos distritos del Conurbano a través del ministerio de Seguridad comandado por Aníbal Fernández tiene como rehenes a los intendentes. Y los motivos están a la vista. El gobernador Axel Kicillof fue contundente: “Siempre requerimos, solicitamos casi diría enfáticamente, el envío de seis mil gendarmes a la provincia de Buenos Aires...”. Y reconoció que “se habló, hubo conversaciones, muchas, incluso con el Presidente por el envío de gendarmes, todavía no mandaron ninguno de esos seis mil”.
Los distritos están dispuestos: Pilar, Avellaneda, La Matanza, La Plata y Tigre. Esas serán en concreto las bases operativos desde donde se movilizarán. Sin embargo, pese a la celebración, en los municipios tampoco hay novedades y no saben cómo será el detalle fino del envío de fuerzas ni cuál será su función específica. Es más. Insisten en la necesidad de poder ser parte del programa. Algo que también exige Kicillof.
Cabe recordar que la fricción entre el Ministerio de Seguridad de la Nación y el de la Provincia viene de la época en la que Sabina Fréderic polemizaba con Sergio Berni. Hoy la situación es similar con la diferencia de que Fernández ocupa el rol de la entonces funcionaria. La puja es de peso. Y las chicanas van y vienen. A tal punto que el hombre de Kicillof manifestó que su par “está muy enojado con la provincia de Buenos Aires, está resentido. Y no se puede gestionar con rencor”.
Impacto municipal
Las diferencias que exponen hoy la Nación y la Provincia impactan de lleno en los distritos. Y aquí no hay diferencia de color político. Lo único que cambio es lo que se hace público y lo que no. Sucede que desde los oficialismos municipales de Juntos buscan poner en evidencia que los distritos no son los responsables; mientras que desde los partidos que maneja el Frente de Todos elevan su reclamo hacia adentro.
“Sin una acción concreta que tenga coordinación de los tres poderes nos quedamos cortos y no vamos a generar un cambio en la situación. No podemos seguir poniendo curitas porque los vecinos quieren poder volver del trabajo en paz”, sostiene un secretario de Seguridad de un distrito del Conurbano donde manda el FdT
La situación es clara. El pedido es mancomunado. “Perdemos todos. Si yo no coordino con el que está al lado mío, vamos a tener un problema los dos. Él lo sabe y yo lo sé. No podemos poner en el medio la grieta política porque en la lucha contra la inseguridad no te puede dividir nada”, agrega la misma fuente.
Desde el PRO los intendentes también dejaron en claro su postura. El jefe comunal de La Plata, Julio Garro, fue claro al respecto. “Es fundamental que se dejen de lado las disputas políticas y se convoque a los intendentes a una mesa de diálogo y de trabajo para articular esfuerzos y dar batalla a la avanzada del delito y el narcotráfico en la Provincia”.
Mientras que, por su parte, desde Lanús, Néstor Grindetti, celebró la acción pero aclaró que “es fundamental que nos convoquen a los intendentes para poder coordinar mejor esos esfuerzos y lograr mejores resultados. Estamos siempre abiertos al diálogo”.
Desde Tres de Febrero, Diego Valenzuela también metió el dedo en la llaga y aseguró que “no puede ser que el gobernador, y nosotros los intendentes, nos enteremos por los diarios. Son necesarias las fuerzas federales en el conurbano y en una coordinación permanente entre los tres niveles de gobierno”.
Propios pasos
Como es sabido son varios los intendentes del PRO que vienen exponiendo la necesidad de poner en práctica las policías locales. Sin embargo, la Provincia no cede y, a la vez, también se encuentra con el reclamo de los propios. Fue Martín Insaurralde, actual jefe de Gabinete bonaerense, quien en su momento se puso al frente del reclamo para poner en funcionamiento una policía de cercanía. Pero tampoco tuvo suerte. Ni siquiera desde adentro.
Ya son varios los alcaldes del FdT que se manifestaron en la misma línea. Y hubo algunos incluso que se reunieron el Presidente para ver si era posible empujar para avanzar en esa línea como Alberto Descalzo (Ituzaingó) y Juan José Mussi (Berazategui) junto al diputado nacional y exintendente de Florencio Varela, Julio César Pereyra.
Sin respuestas, el alcalde de Ituzaingó decidió tomar algunos recaudos y en los últimos días puso en marcha el plan para cerrar algunos accesos a la Colectora de la Autopista del Oeste en el marco del plan de seguridad que se aprobó en mayo pasado con algunas disidencias incluso adentro del oficialismo.
El alcalde comunicó un año atrás, en la apertura de sesiones del 2022, que enviaría al Honorable Concejo Deliberante local una iniciativa que él mismo calificó de “polémica”. La idea del jefe comunal es “disminuir, por etapas, la cantidad de accesos con que cuenta el distrito para poder controlar durante las 24 horas del día los vehículos que ingresan y egresan”, aseguró durante la apertura de sesiones en palacio legislativo.
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