La primavera está a la vuelta de la esquina y con los días de sol también llega la posibilidad de renovar la dieta incorporando alimentos frescos de temporada, llenos de sabor y nutrientes que benefician nuestro organismo. Entre ellos, destaca la frutilla, la fruta roja por excelencia alrededor del mundo.
La fruta roja que potencia tu salud: antioxidante, nutritiva y aliada de la digestión
Rica en nutrientes y muy versátil, reduce la inflamación, fortalece nuestras defensas y se integra fácilmente a desayunos, postres, snacks y ensaladas.
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Esta reconocida fruta de temporada suma vitaminas, fibra, minerales y energía para afrontar el día.
Rica en antioxidantes, vitaminas y minerales esenciales, su consumo regular favorece la digestión, fortalece el sistema inmunológico y contribuye a mejorar la salud general, convirtiéndola en una aliada natural para quienes buscar cuidarse de manera sencilla y deliciosa. Además, su sabor dulce y fresco permite integrarla fácilmente en distintos platos: desde ensaladas y postres hasta licuados y desayunos energizantes.
Beneficios de consumir frutillas
Mejora la digestión
Ricas en fibra soluble e insoluble, esta fruta ayuda a regular el tránsito intestinal, previenen el estreñimiento y favorece un equilibrio saludable de la microbiota intestinal, reduciendo la inflamación y los malestares digestivos.
Antioxidante
También conocidas como fresas, contienen vitamina C, flavonoides y polifenoles que combaten los radicales libres responsables del estrés oxidativo y el envejecimiento celular. Esto contribuye a una piel más saludable y a fortalecer el sistema inmunológico frente a los cambios de clima.
Protege el corazón
Su consumo regular aporta fibra y antioxidantes que favorecen a mantener la presión arterial bajo control, reducir el colesterol LDL ("el malo") y equilibrar los niveles de triglicéridos. Todo esto, disminuye el riesgo de padecer enfermedades cardíacas y favorece la función cardiovascular a largo plazo.
Fortalece los huesos y articulaciones
Gracias a su alto contenido en vitamina K, esta fruta contribuye a la mineralización ósea y a la salud articular, ayudando a prevenir fracturas y mantener los huesos fuertes, especialmente en personas adultas.
Fuente de energía y poder cerebral
Su combinación de vitaminas del complejo B y folato favorece la producción de energía y el buen funcionamiento del sistema nervioso. Esto ayuda a mantener la concentración, la memoria y el ánimo durante la jornada, ofreciendo un impulso natural para afrontar las actividades diarias.
Además, los resultados del Rush Memory and Aging Project demostraron que comer frutillas protege la capacidad de procesamiento del cerebro a medida que envejecemos. La investigación analizó que las personas tenían un 34% menos de probabilidades de desarrollar enfermedades como el Alzheimer.
¿Cómo sumar frutillas a tu dieta?
Por su versatilidad, incorporar frutillas en nuestra dieta es muy sencillo. Una práctica sencilla pero estratégica es tenerlas siempre lavadas y listas en la heladera para agregarlas a cualquier preparación o consumirlas solas como snack saludable.
La opción más clásica es sumarla a los desayunos, ya que puede mezclarse con yogur natural, avena, cereales y otras frutas, aportando fibra, antioxidantes y un toque de dulzura a la primera comida del día. También funcionan como toppings en licuados, smoothies o bowls, ideales para quienes buscan energía para comenzar la jornada.
En postres y repostería son los ingredientes perfectos para tartas, muffins, panqueques, cremas o gelatinas, aprovechando su sabor sin necesidad de añadir azúcar en exceso.
Otra alternativa, aunque menos conocida, es sumarlas a preparaciones saladas, como ensaladas frescas. Combinadas con hojas verdes, frutos secos, queso fresco y aceite de oliva, forman un plato completo y nutritivo.
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