4 de mayo 2022 - 09:28

Las relaciones sociales: cómo benefician a la mente

El desafío que supone relacionarnos con los demás tiene un directo resultado sobre nuestro cerebro. Te contamos cómo beneficia a la mente nuestra interacción social.

Cerebro e interacción social. 

Cerebro e interacción social. 

Suma Felicidad

“Los buenos amigos son buenos para su salud”, escribió el reconocido psicólogo Irwin Sarason. La realidad es que la amistad resulta favorable incluso para los procesos cognitivos. Es decir, tener interacciones sociales y mantener una red activa de amistades, mejora numerosos factores de salud.

La relación es bastante directa: entre las personas con mayor actividad social, hay un índice más bajo de depresión, de frecuencia de enfermedades, un mejor funcionamiento inmunológico y un menor riesgo de ataque cardíaco.

El relacionarse socialmente constituye una forma de enriquecimiento intelectual, porque nos aporta retos cognitivos por la conversación misma con los otros. Por ejemplo, teniendo que atender a qué nos dice el interlocutor y recordar información relevante.

Relacionarnos también hace que entremos en conflicto con otras personas, mejorando nuestra capacidad de resolución de problemas. Igualmente, hacer planes, establecer metas comunes o anticipar reacciones de los demás nos da la posibilidad de mejorar las funciones ejecutivas.

RELACIONES SOCIALES VS ALZHEIMER

Por un lado, se ha defendido que las relaciones sociales contribuyen al incremento de la reserva cognitiva. Incluso, el tamaño de la red social modulaba la asociación entre la enfermedad de Alzheimer y rendimiento cognitivo. Es decir, se encontró que aun teniendo Alzheimer, las personas con más contactos mostraban menos deterioro.

OTROS BENEFICIOS

Por otro lado, las relaciones sociales aportan otros beneficios que pueden proteger, de forma indirecta, nuestro cerebro. El estrés es un arma letal para nuestro cuerpo y nuestro cerebro. Así, las relaciones nos reconfortan, nos aportan nuevos puntos de vista, nos ofrece apoyo emocional y la posibilidad de hacer planes. De esta manera, son una fuente enorme de recursos para afrontar el estrés. ¿Quién no se ha sentido mejor después de una tarde con amigos?

Igualmente, la cantidad y calidad de relaciones sociales se relaciona con un menor nivel de depresión. A su vez, la depresión también ha sido asociada a un peor rendimiento cognitivo y con riesgo de demencia.

Además de todo lo anterior, las relaciones ayudan a mantener un estilo de vida más activo y saludable. Según un estudio, cuando interactuamos con otros tendemos a adaptarnos a normas sociales y a involucrarnos en actividades más sanas. Como es comprensible, un estilo de vida saludable también es beneficioso para nuestro cerebro y nuestras capacidades cognitivas.

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