29 de abril 2003 - 00:00

Apura EE.UU. nuevo gobierno en Irak en medio de protestas chiítas

Cientos de chiítas rezan delante de un tanque del ejército estadounidense, cerca del Hotel Palestina. La comunidad musulmana, duramente perseguida durante el régimen de Saddam Hussein, ahora pretende obtener un rol importante en el nuevo gobierno iraquí.
Cientos de chiítas rezan delante de un tanque del ejército estadounidense, cerca del Hotel Palestina. La comunidad musulmana, duramente perseguida durante el régimen de Saddam Hussein, ahora pretende obtener un rol importante en el nuevo gobierno iraquí.
Bagdad (AFP, EFE, Reuters) - Estados Unidos organizó ayer en Bagdad una reunión política, consagrada al futuro de Irak tras la caída del régimen de Saddam Hussein, en la que participaron 250 personalidades iraquíes, mientras miles de chiítas se manifestaban para exigir que sus dignatarios religiosos tengan algún papel en la dirección de los asuntos del país y la instauración de un gobierno islámico.

En una resolución final, los responsables de la oposición iraquí reunidos en Bagdad anunciaron la realización dentro de cuatro semanas de un «congreso nacional» con el objeto de determinar las modalidades de la designación de un gobierno transitorio en Irak.

Por su parte, el secretario norteamericano de Defensa, Donald Rumsfeld, en gira por el Golfo, anunció la reducción de las fuerzas militares desplegadas en la región y se hizo presente en la Comandancia Central (Centcom) norteamericana en Qatar, donde celebró «la más veloz de las conquistas de una capital en la historia militar moderna».

Indicios de inseguridad persistían, sin embargo, en todo el país. Las tropas norteamericanas abrieron fuego durante la toma de un complejo oficial en el centro de Baquba (al nordeste de Bagdad), cerca de la frontera con Irán, y murió un iraquí no identificado.

• Incendio

Mientras tanto, un incendio de origen no determinado destruyó una parte del aeropuerto internacional de Bagdad que utilizan las tropas norteamericanas. Según el Centcom, el fuego dañó varios cuartos habitados por el personal militar estadounidense.

La reunión de Bagdad, a la que fueron invitados representantes de diferentes tribus del país, miembros del Congreso Nacional Iraquí (CNI) de Ahmed Chalabi, chiítas de la Asamblea Suprema de la Revolución Islámica de Irak (Asrii) con base en Irán, así como miembros de los dos principales partidos kurdos de Irak, fue presidida por el administrador civil norteamericano en Irak, el general retirado Jay Garner.

«Es nuestra responsabilidad hacer que arranque hoy (por ayer) aquí el proceso de nacimiento de la democracia en Irak», dijo Garner. «Es nuestro deber darles las herramientas y los medios que ustedes necesitan» para reconstruir Irak.
Las Naciones Unidas se negaron a participar en esta reunión, que se celebró el mismo día del 66° cumpleaños de Saddam Hussein.

Al mismo tiempo que se realizaba esta reunión, los chiítas organizaron una manifestación por el centro de Bagdad, en reclamo de «un nuevo congreso» que otorgue un rol a sus dignatarios religiosos en el manejo de los asuntos del país.

Los norteamericanos han comunicado que no aceptarán en Irak un poder teocrático como el de Irán.

En tanto, la población chiíta en el sur de Irak considera que los grupos de la oposición que han vuelto del exilio no los representan y que sólo Estados Unidos puede jactarse del desmantelamiento del régimen de Saddam Hussein.

«Ninguno de los partidos opositores que ha vuelto del extranjero disfruta de excesiva popularidad entre la población iraquí», dijo Ahmad Muhsin, un profesor de 30 años que, como tantos otros en Irak, se ha visto forzado a convertirse en conductor para poder ganar un salario con el que subsistir.

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