Bush pidió al Congreso otro medio billón de dólares para la guerra
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La propuesta incluye además una reducción en 66.000 millones de los gastos previstos en el programa de salud para los ancianos, conocido como Medicare, en los próximos cinco años, así como 12.000 millones de ahorro en Medicaid, el seguro de salud para los pobres.
«Mi fórmula para lograr un presupuesto equilibrado refleja las prioridades de nuestro país en este momento de su historia: proteger la patria y combatir el terrorismo, mantener la fortaleza de la economía con bajos impuestos y controlar el gasto», aseguró el mandatario en un comunicado.
Sin embargo, tras la presentación de los presupuestos se espera una batalla durante meses entre la Casa Blanca y la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes en torno a las prioridades de financiación.
«Los presupuestos del presidente están llenos de deuda y engaño, desconectados de la realidad, y siguen llevando a EE.UU. en la dirección errónea», aseguró el demócrata Kent Conrad, presidente de la Comisión de Presupuestosdel Senado. Bush también presentó una reducción de los fondos que su gobierno otorga a Colombia, Perú, Bolivia, Ecuador y en menor medida Brasil, Venezuela y Panamá para luchar contra el narcotráfico.
El mandatario propuso destinar a la «Iniciativa Andina Antidroga» un « estimativo» de 570 millones de dólares en 2007 y de 443 millones de dólares en 2008, una cantidad notoriamente menor que los 722 millones de dólaresdestinados en 2006. El jefe de la mayoría demócrata del Senado, Harry Reid, había indicado recientemente que Bush reduciría la ayuda antidroga a Ecuador y Bolivia, cuyos presidentes son aliados del primer mandatariovenezolano, Hugo Chávez, el principal adversario regional de Washington.
El jefe de la diplomacia norteamericana para América latina, Thomas Shannon, se negó a hablar sobre la reducción de los fondos para la Iniciativa, al dar una conferencia de prensa en Washington. El funcionario se excusó diciendo que primero la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, debe «presentar formalmente» el presupuesto de la Cancillería norteamericana.
Cuando Bush llegó a la Casa Blanca en enero de 2001, el fisco había acumulado unos 557.000 millones de dólares en varios superávit consecutivos logrados bajo la batuta de su antecesor, el demócrata Bill Clinton.
Con el nuevo inquilino de la Casa Blanca el erario comenzó a sangrar, hasta llegar al déficit récord de unos 413.000 millones de dólares en 2004. Desde entonces, el agujero ha disminuido y en el ejercicio de 2006 totalizó 248.000 millones de dólares.
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