Hugo Chávez y Hu Jintao, presidentes de Venezuela y China. Firmaron ayer importantes
acuerdos petroleros y (presuntamente) armamentistas, pero Pekín quitó todo contenido
político a la cumbre.
Pekín (AFP, EFE) - Hugo Chávez afirmó ayer en Pekín que está negociando con China la compra de aviones de reconocimiento y entrenamiento para la Fuerza Aérea venezolana, un cambio sugestivo con respecto a declaraciones previas a su viaje, en las que había asegurado que las aeronaves a adquirir serían de combate.
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«Estamos negociando aquí y acordando una compra de unos aviones que son de entrenamiento y de reconocimiento», afirmó el presidente venezolano en el segundo de sus tres días de visita de Estado a China. «Nos hacen mucha falta», sostuvo Chávez, que asistió junto con su homólogo chino, Hu Jintao, a la ceremonia de firma de una serie de acuerdos en el área energética que permitirán a Caracas duplicar de aquí al año que viene sus exportaciones de petróleo a China, que llegarán a medio millón de barriles por día. Con ello el gigante asiático se convertirá en el segundo socio energético de Venezuela, sólo detrás de EE.UU., del que intenta independizarse económicamente.
Con respecto al armamento, Chávez había anunciado hace unas semanas desde Caracas que compraría a Pekín 24 aviones de combate, mientras que otras fuentes señalaron su interés por sistemas de defensa antimisiles y submarinos diésel, que probablemente negociará en Rusia, adonde viajará hoy. Sin embargo, ayer sólo anunció acuerdos sobre aviones de reconocimiento y entrenamiento, aunque el contrato no figura en los pactos firmados ayer por los dos países.
El gobierno chino desvinculó sus negocios con Venezuela de cualquier alianza política y dijo que éstos no están dirigidos a incomodar a Washington.
Para buscar más calor político, el mandatario venezolano irá hoy jueves a Rusia, su principal abastecedor de armas y socio militar, donde se reunirá en Moscú con el actual primer ministro ruso, Vladimir Putin, y luego en el sur del país con el presidente ruso, Dimitri Medvedev.
La semana pasada, bombarderos supersónicos Tu-160 rusos establecieron una base en Venezuela para cumplir «vuelos de entrenamiento» en el Mar Caribe y en el Atlántico.
Venezuela y Rusia efectuarán en noviembre maniobras navales conjuntas -para lo que el Kremlin ya despachó una flota-, un hecho sin precedentes destinado a desafiar a Estados Unidos.
Entre los documentos firmados ayer se contempla la construcción de dos refinerías en Cabruta y Cantón. Además, ambos gobiernos estudian la construcción de tres refinerías adicionales en suelo chino para enviar «hasta un millón de barriles» en 2012. En tanto, las partes duplicaron hasta 12.000 millones de dólares del fondo común entre ambos países, 66,6% del cual lo aporta China. Ese fondo está destinado a desarrollo e infraestructuras en Venezuela, como el sistema de riego diluvio El Palmar o los metros de Valencia y Maracaibo, entre otros.
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