29 de junio 2007 - 00:00

Frustran atentado en el corazón turístico de Londres

Frustran atentado en el corazón turístico de Londres
La Policía frustró hoy un devastador atentado contra el centro turístico de Londres, tras lograr desactivar dos coches-bomba que podrían haber causado una carnicería.

Ambos automóviles, de la marca Mercedes, uno de color verde claro y otro azul, contenían sendos artefactos compuestos por grandes cantidades de gasolina, botes de gas y numerosos clavos.

Si hubieran explotado las bombas, la metralla y la onda expansiva habrían provocado numerosos muertos y heridos, afirmó el jefe de la brigada antiterrorista de Scotland Yard, subcomisario Peter Clarke.

"Estos vehículos están claramente relacionados", afirmó Clarke, al subrayar que las fuerzas del orden "hacen todo lo posible para proteger a la ciudadanía", pues "habrá más patrullas de policía y la investigación (del abortado ataque) avanza".

Preguntado sobre la implicación de un "elemento internacional", en referencia a la red Al Qaeda, el subcomisario señaló que resulta "prematuro" hacer conjeturas sobre los responsables.

Scotland Yard ha puesto en marcha una intenso operativo para atrapar a los presuntos terroristas, mientras algunos expertos apuntaron que el atentado frustrado lleva el "sello" de Al Qaeda.

El primer coche-bomba fue descubierto a las 01.00 GMT de hoy en Haymarket, una calle próxima a la céntrica plaza de Trafalgar y un lugar de visita obligada para los turistas, ya que hay numerosos cines y teatros, así como la oficina de turismo del Reino Unido.

A escasos minutos a pie de Haymarket, está también Downing Street, oficina del Primer Ministro; el Palacio de Buckingham, residencia de la reina Isabel II, y la Cámara de los Comunes.

Según Clarke, el primer coche-bomba, un Mercedes de color verde claro, se detectó al recibir los servicios sanitarios una llamada del cercano club nocturno "Tiger Tiger", con capacidad para 1.700 personas, donde alguien se había puesto enfermo.

Una vez allí, el personal del servicio de ambulancias observó que del Mercedes, aparcado a la puerta de la popular discoteca, sospechosamente salía humo, de manera que se alertó a la Policía.

El Subcomisario dijo que las fuerzas del orden analizan a fondo todo el material encontrado en el interior de ese Mercedes, al tiempo que se examinan las imágenes de las cámaras de vigilancia instaladas en Haymarket en busca de los supuestos terroristas.

El segundo coche-bomba, el Mercedes de color azul, se localizó horas después en Park Lane, una transitada calle del centro de la capital cortada al tráfico durante toda la tarde, aunque ya se ha reabierto a la circulación.

Ese automóvil había sido trasladado durante la madrugada desde las cercanías de la plaza de Trafalgar hasta Park Lane, debido a que estaba ilegalmente aparcado.

Los empleados de un garaje de Park Lane, vía paralela al famoso parque de Hyde Park plagada de hoteles de lujo, alertaron a la Policía porque el coche olía a gas, material descubierto en el primer coche-bomba, declararon fuentes policiales a la cadena CNN.

Tras un exhaustivo estudio de los artificieros de la Policía, los agentes, explicó Clarke, hallaron en el segundo automóvil "una considerable cantidad de gasolina y botes de gas y, como en el primer vehículo, también una cantidad significativa de clavos".
"El descubrimiento de lo que parece ser una segunda bomba es, obviamente, preocupante y refuerza la necesidad de los ciudadanos de estar alerta", advirtió el mando de Scotland Yard.

El intento de atentado coincidió con la llegada al poder del primer ministro británico, el laborista Gordon Brown, quien sustituyó a Tony Blair el pasado miércoles.

Brown advirtió hoy de que el país afronta una amenaza terrorista "seria y continua" y pidió a la población que se mantenga "alerta".

El ataque también se abortó a poco de cumplirse dos años de los atentados terroristas suicidas perpetrados el 7 de julio de 2005 contra la red de transportes de Londres, que causaron 56 muertos (incluidos los cuatro autores de la matanza) y unos 700 heridos.

Desde el 14 de agosto del 2006, cuando se descubrió un complot para atentar contra aviones comerciales en pleno vuelo, el nivel de amenaza terrorista en el Reino Unido era "severo", el segundo más grave e indicador de que resulta muy probable un atentado.

El hallazgo de los dos coche-bomba ha recordado al caso del británico Dhiren Barot, condenado el año pasado a cadena perpetua por conspirar para perpetrar atentados contra EEUU y el Reino Unido.

Barot planeaba "explosiones masivas" sincronizadas y pretendía detonar limusinas cargadas de cilindros de gas y explosivos.

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