2 de octubre 2013 - 08:34

Italia: Letta obtuvo voto de confianza (débil Berlusconi le dio su apoyo)

El primer ministro italiano Enrico Letta se impuso en la disputa de poder con Silvio Berlusconi y recibió un voto de confianza tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados, con lo que podrá seguir en el poder.

Letta obtuvo el apoyo de los parlamentarios sin problemas después de que Berlusconi diera marcha atrás con su decisión de tirar abajo el gobierno y asegurara el apoyo de su partido, Pueblo de la Libertad, a la coalición gobernante.

Berlusconi había originado una crisis de gobierno el fin de semana al anunciar que retiraba a cinco de sus ministros del gabinete. Su intención era que hubiera pronto nuevas elecciones. Sin embargo, parte de su partido se rebeló ante estas órdenes.

En el Senado el gobierno dependía de los votos de los legisladores del PdL de Berlusconi. De esta forma, Letta obtuvo una amplia mayoría de 235 votos en esa cámara, donde se arriesgaba a no alcanzar la mayoría de los 161 votos necesarios por unos 20 escaños. Setenta senadores votaron en contra. Además, un total de 435 diputados dio su voto de confianza a Letta, frente a 162 que se lo negaron.

"Hemos decidido, no sin tormentos internos, manifestar un voto de confianza a este gobierno", anunció Berlusconi en el Senado, al tiempo que admitía que Italia necesita estabilidad, durante un debate parlamentario de alta intensidad.

Al explicar su decisión, señaló que Italia requiere "un gobierno que pueda adoptar las reformas estructurales e institucionales que el gobierno necesita para modernizarse".

A Letta se lo vio sonreír mientras se anunciaba el cambio súbito de opinión. Posteriormente Letta se mostró satisfecho con haber salido fortalecido de la votación de confianza y poder continuar con su gran coalición.

El país sigue sumergido en una crisis económica y se necesitan leyes para generar crecimiento y reformas impositivas, señaló.

El primer ministro intentará también aprobar una urgente reforma del derecho electoral para evitar un empate paralizante como el de las últimas elecciones.

Estos objetivos son compartidos por el presidente Giorgio Napolitano, que busca poner fin a las crisis de gobierno junto a Letta.

Luigi Zanda, quien habló por el Partido Democrático de centroizquierda, sostuvo que Berlusconi estaba intentando "ocultar una derrota política que, sin embargo, es aguda y clara a la vista de los italianos".

Antes del discurso de Berlusconi, hubo reportes de que 25 de sus 91 senadores estaban dispuestos a desafiar su autoridad y votar a favor del gobierno.

La confusión se mantuvo en el PdL pese al cambio de rumbo, y Francesco Nitto Palma, un exministro de Justicia, salió de la cámara para evitar respaldar a Letta. Otros senadores lo imitaron.

La rebelión del PDL estuvo encabezada por el viceprimer ministro Angelino Alfano, así como el ministro de Obras Públicas, Maurizio Lupi, vinculado a Comunión y Liberación, un influyente movimiento conservador católico.

Previamente, Letta había asegurado en la cámara que una crisis de gobierno sería "fatal" para Italia. "Italia está corriendo un riesgo que puede ser fatal", señaló, al tiempo que subrayó que quiere quedarse hasta finales de 2014, que Italia tiene que presidir la Unión Europea (UE) el año que viene y que el país necesita estabilidad política para salir de una muy larga recesión económica y mantener la confianza de los mercados.

Berlusconi se retiró de la coalición la semana pasada porque el gobierno se negó a negociar un indulto a su favor a cambio del apoyo. "Il Cavaliere" ha sido condenado por evasión fiscal a prisión domiciliaria.

Se espera que un comité del Senado apruebe la expulsión de Berlusconi el viernes. La decisión deberá ser confirmada por voto plenario.

Letta rechazó de plano el pedido del magnate para que se le brinde inmunidad judicial a cambio de un apoyo político a largo plazo.

"Bajo el imperio de la ley, los fallos deben ser cumplidos y son respetados", declaró en medio de los abucheos desde las filas del PdL.

Letta asumió su cargo hace cinco meses al timón de una complicada coalición que también comprende a su propio Partido Democrático de centroizquierda (PD) y centristas que seguían al ex jefe de gobierno Mario Monti y el PdL.

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, se mostró aliviado por el resultado favorable a Letta.

"La Comisión continúa creyendo que la estabilidad política es esencial para Italia", apuntó Barroso en Bruselas. Ahora el gobierno en Roma podrá continuar con las reformas, añadió.

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