Lula se complica: sabía de "negocios" de su hermano mayor
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Luiz Inácio
Lula da
Silva quedó
otra vez en
la mira de la
oposición, al
trascender
una grabación
en la
que dos de
sus hermanos
hablan
abiertamente
de un
caso de
supuesto
tráfico de
influencias.
Genival «Vavá» da Silva, cuya casa fue allanada y cuyo secreto bancario y telefónico fue levantado, es el único de los 85 acusados que permaneció en libertad, pese a que la policía solicitó su detención al juez de Mato Grosso do Sul que entiende en el caso.
En el diálogo captado por la policía entre «Frei Chico» y «Vavá», el 20 de mayo último, el primero advierte sobre el enojo presidencial.
«Lula dijo que vayas para allá para oír una cosa. Andá a conversar con él esta noche, él quiere conversar en su casa, ¿está? Vavá, hay bronca con vos, porque andás presentando a una persona en el ministerio», dijo José Ferreira da Silva a su hermano.
Tras confesar ser el autor de esa frase, José Ferreira da Silva fue internado en San Pablo para unos estudios, habida cuenta de sus antecedentes médicos, que incluyen tres infartos.
Del diálogo surge que el mandatario sabía que uno de sus hermanos estaba implicado en asuntos de presunta corrupción y que hasta intentó impedirlo, aunque no hizo la denuncia correspondiente. Además, los opositores sospechan que los allegados al presidente involucrados pueden haber sido avisados de las investigaciones policiales.
Hace dos años, «Vavá» ya había sido investigado por presunto «tráfico de influencias», pero las acusaciones no llegaron a probarse y el asunto se diluyó en medio de los graves escándalos de corrupción que entonces surgieron en torno del gobierno y al oficialistas Partido de los Trabajadores.
Hasta ahora, Lula ha declarado que cree en la inocencia de su hermano y de otras personas de su entorno íntimo investigadas, pero también ha afirmado que la verdad sólo se sabrá con el curso de las investigaciones. Anoche el mandatario habló sobre el escándalo y aseguró que «duda» que «Vavá» haya realizado lobby en el gobierno y argumentó que para «más para ingenuo que para lobbysta».
En la oposición, que hasta ahora se ha mantenido expectante pero que ya empieza a hablar de una comisión investigadora, el caso empieza a preocupar y el diputado Antonio-Carlos Pannunzio, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) dijo que pretende que el Congreso convoque al ministro de Justicia, Tarso Genro, para dar las « explicaciones pertinentes».
Mientras, otra pesquisa policial, la Operación Navaja, puede comprometer al ministro de Ciudades del gobierno, Marcio Fortes, de Partido Progresista.
Llamadas telefónicas entre Fortes y un lobbista, grabadas por la policía, demostrarían la existencia de vínculos entre el funcionario y el empresario Zuleido Veras, procesado por corromper autoridades para la obtención de contratos del Estado.
El ex ministro de Minas y Energía Silas Rondeau renunció al cargo a raíz de un supuesto soborno pagado por Zuleido Veras, favorecido con las obras del programa «Luz para Todos», que llevó energía eléctrica a poblaciones humildes del interior brasileño.
La citada Operación Navaja también levantó sospechas sobre el presidente del Senado, el oficialista Renán Calheiros, quien está procesado por el Consejo de Etica de la Cámara alta.
Un lobbysta de la empresa constructora Mendes Junior pagó los gastos de una ex amante del senador y de la hija de ambos.
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