24 de septiembre 2007 - 00:00

Merkel recibió al Dalai Lama

La canciller alemana, Angela Merkel, junto al Dalai Lama enBerlín. La reunión generó malestar en China, que lo interpretócomo un apoyo indirecto a las «aspiraciones secesionistas» deTíbet y, por ello, como una «intromisión en asuntos internos».
La canciller alemana, Angela Merkel, junto al Dalai Lama en Berlín. La reunión generó malestar en China, que lo interpretó como un apoyo indirecto a las «aspiraciones secesionistas» de Tíbet y, por ello, como una «intromisión en asuntos internos».
Berlín (EFE, AFP, Reuters, ANSA) - La canciller alemana, Angela Merkel, se reunió ayer con el Dalai Lama en Berlín pese a la oposición de China y a las preocupaciones entre la industria alemana de que el encuentro perjudique los lazos comerciales con Pekín.

Merkel se reunió con el exiliado líder espiritual del Tíbet en la Cancillería de Berlín para lo que su portavoz describió como «conversaciones privadas e informales». La entrevista se llevó a cabo pese a que China citó al embajador alemán en Pekín a inicios de este mes para protestar por la anunciada reunión. «La canciller reconoció al Dalai Lama como un líder religioso y aseguró su apoyo a sus esfuerzos por asegurar la identidad cultural del Tíbet, y a sus políticas de no violencia en pos de la autonomía cultural y religiosa», afirmó el portavoz.

Pekín interpreta el hecho de que un jefe de Gobierno alemán haya decidido por primera vez recibir al Dalai Lama como un apoyo indirecto a lo que considera aspiraciones secesionistas de Tíbet y, por ello, como una « intromisión en asuntos internos». El gobierno alemán, sin embargo, había dejado claro en vísperas de la cita que para Berlín «está fuera de toda duda» que la «región autónoma del Tíbet forma parte del Estado chino».

Un portavoz resaltó la importancia que confiere el gobierno alemán a las relaciones con China, lo que se ha traducido ya en dos viajes de Merkel a ese país en los dos años que dirige el gobierno.

Representantes de la industria alemana habían manifestado su preocupación de que la decisión de Merkel de recibir al Dalai Lama pudiera acarrearles consecuencias negativas. De momento, la protesta china ha sido la ausencia de un grupo de representantes oficiales en un simposio que debía empezar ayer en Munich en el marco del «diálogo sobre el Estado de derecho», lanzado en 1999 por el entonces canciller Gerhard Schröder.

Entretanto, en China proliferaban los ataques verbales en los foros de Internet contra Merkel, donde los calificativos que se podían leer estos días iban desde «bruja» hasta oprobios mayores o reproches como que «juega con el fuego» o «no conoce la China de hoy».

En Alemania, en cambio, su determinación cosechó alabanzas no sólo de correligionarios como el jefe del Gobierno regional de Hesse, Roland Koch, amigo personal del Dalai Lama y quien lo acompañó ayer a Berlín, sino también del jefe del principal partido de la oposición, el liberal Guido Westerwelle.

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