No cede la tensión en Ucrania y continúan los enfrentamientos

Los puestos de control ucranianos y rusos son una constante en Lugansk.

Atacados por separatistas prorrusos, los guardias fronterizos ucranianos tuvieron que liberar al autoproclamado gobernador de la región de Lugansk (al este), al que acababan de detener. Valeri Bolotov fue arrestado el sábado por la mañana en un puesto de control cuando acababa de cruzar la frontera procedente de Rusia, puesto que había una orden de detención en su contra emitida por los servicios de seguridad ucranianos (SBU).

Poco después, "200 individuos armados cercaron el puesto de control y exigieron la liberación de Bolotov", según informó la guardia fronteriza ucraniana. Tras una hora de negociaciones, los atacantes "dieron el asalto disparando y lanzando granadas", según los guardias fronterizos. "Lograron arrancarle de las manos" de los soldados, graficaron en el comunicado.

Los separatistas confirmaron a la AFP la liberación de Bolotov. "Los guardias fronterizos querían retenerle, pero nuestro ejército lo liberó. Está con nosotros", declaró el portavoz de la "República Popular de Lugansk", Vasyl Nikitin. "Hemos logrado liberar a Bolotov tras un tiroteo que duró 15 minutos", señaló Volodymyr Gromov, responsable del "ejército del sudeste" en una rueda de prensa en Lugansk, según la agencia Interfax Ucrania.

Según él, los asaltantes eran 150 contra 80 guardias fronterizos.

Los insurgentes armados prorrusos decretaron la "soberanía" de las regiones de Donetsk y de Lugansk tras los referendos del 11 de mayo considerados ilegales por el gobierno de Kiev y los países occidentales.