El presidente ruso, Vladimir Putin, volvió a cumplir al igual que cada año con el ritual religioso de la Epifanía y se zambulló en aguas heladas a una temperatura de -20°C.
Putin se zambulló en aguas heladas para cumplir con un ritual religioso
El ritual simboliza el bautismo de Jesucristo y es seguido por los cristianos ortodoxos al zambullirse tres veces en aguas heladas persignándose ya que se cree que esto lava los pecados de los creyentes que la realizan.
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"Ustedes saben que tradicionalmente lo hace. Él (Vladímir Putin) no cambia las tradiciones", justificó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, a los medios de comunicación, aunque no precisó el lugar donde protagonizó el ritual.
Este año las temperaturas rompieron el récord de frío en Rusia, y la noche del 18 al 19 de enero fue una de las de menor temperatura en la capital Moscú, sin embargo, Putin, conocido por su inclinación a los deportes de riesgo, asumió el reto y se sumergió de la misma manera que miles de cristianos ortodoxos delante de una gran cruz de cristal.
El ritual simboliza el bautismo de Jesucristo y es seguido por los cristianos ortodoxos al zambullirse tres veces en aguas heladas persignándose ya que se cree que esto lava los pecados de los creyentes que la realizan.
Todos los años las autoridades locales de diferentes ciudades habilitan determinados puntos en ríos, lagos y lagunas que en esta época suelen estar con la superficie congelada.
De allí que la preparación de esta conmemoración lleva su tiempo, ya que se suele perforar la capa de hielo en forma de una cruz convirtiendo el lugar en una pequeña piscina helada donde los creyentes se sumergen.
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