Fuerzas de seguridad sirias mataron a al menos nueve manifestantes en un suburbio de Damasco, dijeron testigos, mientras las protestas callejeras estallaron de nuevo en varias ciudades del país pese a la propuesta del presidente Bashar al-Assad de realizar reformas.
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La agencia estatal de noticias de Siria reconoció por primera vez que fieles en Deraa y Latakia, escenario de protestas y enfrentamientos letales la semana pasada, se reunieron tras la oraciones musulmanas de mediodía para exigir que se agilizaran las reformas.
Testigos en el suburbio Douma de Damasco dijeron que las nueve víctimas fatales habían sido parte de las más de 2.000 personas que coreaban "Libertad, libertad, libertad, uno, uno, uno. El pueblo sirio es uno", antes de que la policía abriera fuego para dispersarlas en la Plaza Municipalidad.
Dos semanas de disturbios sin precedentes en el Estado árabe estrictamente controlado dejaron más de 60 muertos y representan el mayor desafío a casi 50 años de Gobierno del Partido Baath.
La tormenta política podría tener repercusiones más amplias, dado que Siria se encuentra en medio de los fuertes tumultos que vive Oriente Medio y mantiene una alianza anti Israel con Irán, mientras respalda a los movimientos radicales Hamas y Hezbollah.
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