2 de marzo 2006 - 00:00

Se desvanece intento ruso para frenar a Irán: debatiría la ONU

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El presidente iraní Mahmud Ahmadinejar patea una pelota durante una visita, el miércoles, al seleccionado de su país. Se distiende, mientras el mundo se tensiona.
Moscú (EFE, AFP, Reuters, ANSA) - La única alternativa vigente antes de que el Consejo de Seguridad de la ONU intervenga ante el desafío nuclear iraní, pareció desvanecerse ayer. Los negociadores iraníes y rusos admitieron que no hubo avances acerca de la propuesta de Moscú para controlar el enriquecimiento de uranio del país musulmán, actividad que lo conduciría a la bomba atómica.

Al cabo de más de cuatro largas horas de negociaciones y a cinco días de la reunión de la Agencia Internacional para la Energía Atómica (AIEA), las dos partes reconocieron el estancamiento. «Hemos abordado los detalles de la propuesta de crear una empresa de enriquecimiento de uranio conjunta en el territorio ruso, pero no conseguimos progresos decisivos», declaró una fuente de la delegación rusa citada por la agencia «Itar-Tass». La AIEA analizará el caso el 6 de marzo, y no le quedará otra alternativa que girarlo al Consejo de Seguridad de la ONU (presidido en marzo por la Argentina), organismo que podría imponer sanciones hasta militares.

•Reivindicación

Por su parte, el principal negociador iraní, Ali Larijani, reivindicó por enésima vez el derecho de su país de llevar a cabo esas actividades, un punto de discrepancia y discordia entre una parte y la otra. «El proceso de enriquecimiento es un derecho soberano de todo Estado. Y no se puede privar de él a los Estados que tengan un programa pacífico», argumentó. «La moratoria no es una cuestión sencilla y se debe establecer un diálogo justo entre todas las partes.»

El responsable iraní dijo que continuarán las negociaciones, sin entrar en detalles sobre las fechas, pero lo cierto es que su delegación partió de Moscú.
«Hemos acordado que Rusia prosiga sus consultas con sus socios y luego nos volveremos a ver», afirmó.

Ambos países se limitaron a explicar en una declaración conjunta que las negociaciones continuarán «por la vía diplomática, dentro del marco de la AIEA».

El Consejo de Seguridad estudiará las sanciones sobre la base del Tratado de No Proliferación nuclear (TNP). El cuerpo cuenta con quince miembros, cinco de ellos con poder de veto: Francia, Gran Bretaña, China, Rusia y Estados Unidos.

El Pentágono hizo saber repetidas veces que no descarta la opción militar, por lo que es previsible un enfrentamiento en el Consejo con la postura de China y Rusia, socio comercial el primero, y comercial y militar el segundo.

Desde que comenzaron las negociaciones con los rusos el 20 de febrero, la parte iraní hizo una profusión de declaraciones optimistas partiendo de una «base común» o de un «principiode acuerdo» para la creación de una empresa ruso-iraní que enriquecería en Rusia el uranio destinado a las centrales de Irán.

Pero no cede ante la moratoria sobre el enriquecimiento en su territorio y la comunidad internacional teme que Teherán fabrique, de forma encubierta, armas atómicas parapetándose detrás de fines civiles.

• Nuevos cruces

Además del fracaso de la negociación, la jornada también estuvo marcada por nuevos cruces entre Washington y Teherán.

Durante su sorpresiva visita a Kabul, capital de Afganistán, Bush dijo que
«una bomba atómica iraní sería lo más desestabilizador que podría ocurrirles a la región y al mundo». «Irán no debe tener la bomba atómica», reiteró el mandatario estadounidense antes de asegurar que «Washington trabajará con amigos y aliados para convencer a Teherán de prescindir de un eventual programa de armas atómicas».

Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores iraní,
Manuchehr Mottaki, criticó a EE.UU. y a la Unión Europea (UE) por ejercer presión. «¿Quién deberá crear confianza? El país que utilizó armas nucleares en Hiroshima y Nagasaki o un país que no inició ninguna guerra en varios siglos?», se preguntó Mottaki.

Pese a que Irán cuenta con grandes reservas de petróleo, Mottaki defendió la decisión de generar energía nuclear al señalar que ésta es «más limpia y factible» y recordar que EE.UU. también tiene plantas nucleares. «Si eso está bien para Estados Unidos, ¿por qué no para Irán?», aseveró.

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