25 de septiembre 2025 - 12:00

La oferta millonaria de Mark Zuckerberg que rechazó Matt Deitke, un joven talento en Inteligencia Artificial

El CEO de Meta quiere ir por delante en la carrera de la inteligencia artificial sin importar cuánto dinero deba invertir.

La propuesta millonaria de Mark Zuckerberg que fue rechazada por un joven con talento para la inteligencia artificial.

La propuesta millonaria de Mark Zuckerberg que fue rechazada por un joven con talento para la inteligencia artificial.

La carrera por el dominio de la Inteligencia Artificial está marcada por fichajes millonarios y una competencia entre las grandes tecnológicas. En ese escenario, Meta redobló su apuesta con una jugada que sacudió al sector y dejó en evidencia hasta dónde está dispuesta a llegar la compañía para asegurarse a los mejores talentos.

Lo ocurrido refleja no solo la ambición de Mark Zuckerberg por posicionar a su empresa a la vanguardia de la IA, sino también el nivel de presión que existe en la industria. Se trata de la contratación de Matt Deitke, un joven talento de la inteligencia artificial.

Matt Deitke

Quién es Matt Deitke y por qué Mark Zuckerberg duplicó su oferta

Matt Deitke es un joven investigador de 24 años que se especializa en inteligencia artificial con particular foco en modelos de última generación. Este hombre llamó la atención de nada más y nada menos que Mark Zuckerberg, quien le ofreció inicialmente una ganancia de 125 millones de dólares en cuatro años, una propuesta que el joven Deitke rechazó para poder seguir enfocándose en su propia startup.

Ante la negativa de Matt, Zuckerberg decidió duplicar su oferta con 250 millones de dólares y tras conversaciones con varios referentes de la industria y colegas de alta confianza, Deitke decidió aceptar y unirse a la empresa Meta hace dos meses. El joven fue apodado por la prensa como el "LeBron James de la IA" ya que su contrato es de esa magnitud y generó un gran nivel de interés en la sociedad general.

Su incorporación representa un movimiento clave dentro de la estrategia de Meta, que busca consolidarse como líder en la carrera de la inteligencia artificial. No solo se trata de fichar a un investigador con gran potencial, sino de enviar una señal al resto de la industria: la compañía está dispuesta a invertir cifras extraordinarias para asegurarse a los mejores talentos y acelerar su desarrollo tecnológico.

La llegada de Deitke también demuestra cómo la competencia por el talento joven y altamente especializado se ha convertido en uno de los campos de batalla más importantes entre las grandes tecnológicas, donde cada incorporación puede significar una ventaja decisiva en el avance de nuevos modelos y aplicaciones de IA.

La ambición de Meta en la carrera de Inteligencia Artificial

Meta lleva adelante una estrategia agresiva para posicionarse como líder en inteligencia artificial, disputándole terreno a gigantes como OpenAI, Google DeepMind y Anthropic. La compañía no solo compite en el desarrollo de modelos, sino también en el fichaje de talentos, ofreciendo contratos millonarios que generan ruido en toda la industria.

En paralelo, refuerza su apuesta con recursos que pocos pueden igualar: acceso a 30.000 GPUs de última generación, algo que se convierte en un imán irresistible para investigadores y equipos que buscan capacidad de cómputo a gran escala.

Mark Zuckerberg, además, juega con ventaja al manejar una lista confidencial de los nombres más codiciados en el ecosistema de IA. Esa nómina le permite apuntar directo a los perfiles más relevantes y tentarlos con ofertas personalizadas, que incluyen infraestructura exclusiva, apoyo financiero y un ecosistema de investigación diseñado para acelerar resultados. Este nivel de recursos le da a Meta un diferencial frente a competidores que, en muchos casos, no pueden sostener esa escala de inversión.

La visión de Zuckerberg es clara: quiere que Meta deje de depender de terceros en el terreno de la IA y se convierta en la empresa líder en inteligencia artificial generativa a nivel global. En un contexto donde la “guerra de talentos” se volvió el factor decisivo para dominar la próxima revolución tecnológica, cada fichaje es mucho más que un contrato: es un movimiento estratégico que puede inclinar la balanza en una competencia que se acelera día tras día.

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