CUENTOS DE LA PANDEMIA XII: "Una excursión al mundo exterior"

Yo no soy un gran fumador. Había pasado la primera cuarentena sin problemas, con una ración básica de 40 cigarrillos, por lo que aquello, más que vicio, era simplemente una excusa para salir.

CUENTOS DE LA PANDEMIA XII: Una excursión al mundo exterior (Ilustración David Marthi  - IG: @davidmarthi)

CUENTOS DE LA PANDEMIA XII: Una excursión al mundo exterior (Ilustración David Marthi  - IG: @davidmarthi)

CUENTOS DE LA PANDEMIA es una sección de Ambito.com donde se publican cuentos breves, historias, relatos, crónicas o ensayos de ficción, vinculados a la pandemia del coronavirus Covid-19.

Cruzo la reja, dejo las zapatillas en el umbral de la entrada y me voy desnudando de camino al patio. Tiro el barbijo en un balde con agua tibia, jabón blanco y lavandina. Me pongo alcohol en gel en las manos y lo desparramo generosamente por los marcos y cristales de los lentes que suelto junto a los atados de puchos recién comprados. A ellos también los froto de camino al baño.

Mi cuerpo luce transpirado después de varios días de estaticidad, todavía perplejo por lo que acabo de vivir. Si bien sabía que el aislamiento me haría un poco más arisco de lo que soy, jamás pensé encontrarme en medio de una novela de Winfried. G. Sebald.

Cruzar los límites de mi manzana me parecía un suceso del pasado, pero decidí extender los límites de la percepción. Tampoco crean que mucho: son siete las cuadras que separan mi casa del kiosco y unas cinco más del Parque Independencia. El dato había sido preciso:

El único que tiene puchos es el negocio que queda frente al empedrado"

Yo no soy un gran fumador. Había pasado la primera cuarentena sin problemas, con una ración básica de 40 cigarrillos, por lo que aquello, más que vicio, era simplemente una excusa para salir.

Aquel día sentí la necesidad y por pura sinergia fui arrastrado involuntariamente hasta aquella arteria de la Ciudad, una calle recubierta de un halo sombrío. Busqué mi playlist en el celular con temas de rock noventoso, me puse los auriculares y a paso prepotente me encomendé a una excursión: una salida que tenía más de curiosidad metafísica, que de necesidad abstinente.

Ingreso a una manga de vapor con el fuego en mi cigarro y apoyo las palmas sobre los azulejos. Pienso en las jaulas vacías del zoológico abandonado. Pienso en los gruesos barrotes de hierro con diseños serpenteantes y filosos incrustados en sus puertas ahora abiertas. Recuerdo los techos muy parecidos a los de las calesitas; derruidos y carcomidos por el abandono. Pienso en un lugar donde supo haber un león viejo y hambriento, donde dos nenes dibujaban en la arena pentagramas inentendibles.

Me siento en la bañera y dejo impactar el agua en mi frente para que drene por la cabellera y barba.

CUENTOS DE LA PANDEMIA Una excursión al mundo exterior Ilustración David Marthi.jpg
CUENTOS DE LA PANDEMIA XII: Una excursión al mundo exterior (Ilustración David Marthi - IG: @davidmarthi)

CUENTOS DE LA PANDEMIA XII: Una excursión al mundo exterior (Ilustración David Marthi - IG: @davidmarthi)

Entro a la jaula del águila que antaño a duras penas podía moverse y noto una profundidad diferente a cuando de chico me acercaba a tirarle lombrices. Enfoco con mi imaginación un vórtice en que refracta la chapa y se proyecta por un cielo Milka. Disparo. A pesar de estar deshabitado desde hace años, huele a establo.

Ahora me recuesto y disfruto el ejercicio mental. El cuerpo recupera el calor a medida que se despoja de riesgos bacteriológicos, pandémicos. Reconozco que haber cruzado el umbral de mi casa me introdujo nuevamente en una zona de confort que no sabía podría llegar a extrañar. Vuelvo al itinerario por manzanas de arbustos que han formado figuras inclasificables a la intemperie de los años. Para mí sorpresa otros humanoides escondidos en esas celdas, toman mates y comen galletas como una metáfora que da sentido a todo. La humanidad buscando un punto de escape y esparcimiento en el mismo lugar que donde durante décadas se encerró animales para exhibición, expuestos a todo producto de un virus.

Mientras volvía, por mis auriculares, Andrés Calamaro decía que a los viejos Tigres de Bengala se los llevó el viento. Vi en las afueras del parque zoológico algunos vehículos proveedores de alimento le devolvían al pasaje cierto aire de cotidianidad. Pero de enfrente, desde ese inmenso y majestuoso pinar percibía que me observaban.

Pensé en zombis y en ese espacio anarcotemporal, como un portal dimensional que podía conectarnos con otras civilizaciones. ¿Cuál estaba habitando en ese presente? ¿A qué orden cosmogónico respondía esa suerte de sonido mezcla de estornudo en loop y brisa silbante que se filtraba de manera intempestiva entre los troncos de los arboles? ¿Y la pogoteante llovizna que se hizo en un segundo?

Empecé a correr con fuerza y desesperación, como si en esa corrida se me fuera la vida. Crucé el primer anillo entre mi barrio, el barrio lindero y el camino que va al cementerio, a escasas cuadras de mí casa. Inexplicablemente la textura y tonalidad del cielo en relación a la luz habían mutado de manera abrupta. Mi preocupación estaba centrada en no resbalar, en no ahogarme mientras exhalaba por el tapabocas.

Ahora que lo pienso bien, en la tranquilidad del baño, me acuerdo que tenía los filtros tapados del auto, que en vano intentaba acelerar a fondo, porque yo no era un motor, soy un humano. ¿Lo soy?

Me seco la lluvia y voy sobre mis gafas. Las enjuago y las valiéndome de la tela de mi ropa interior. Me miro en el espejo. Reviso mis pupilas y pienso que debería emprolijar mi barba. Sonrío para ver mis dientes y reconocer un rostro completo. Con paranoia quito el hilito de plástico que recubre el atado de puchos recién comprado. Tiro el nylon, me paso alcohol en gel y prendo un cigarro con una pitada profunda. Miro el celular, reviso las fotos mientras imagino en mi desorden mental, dónde pueden estar los libros. Quiero hundirme en ellos por un rato y olvidarme de lo que acaba de pasar.

CUENTOS DE LA PANDEMIA P Una excursión al mundo exterior Ilustración David Marthi .jpg
CUENTOS DE LA PANDEMIA XII: Una excursión al mundo exterior (Ilustración David Marthi)

CUENTOS DE LA PANDEMIA XII: Una excursión al mundo exterior (Ilustración David Marthi)

Para leer más Cuentos de la Pandemia:

CUENTOS DE LA PANDEMIA I: "Clase a distancia en cuarentena"

CUENTOS DE LA PANDEMIA II: "La Rabia"

CUENTOS DE LA PANDEMIA III: "Qué día es hoy"

CUENTOS DE LA PANDEMIA IV: "Retorcijones"

CUENTOS DE LA PANDEMIA V: "La casa de los sordos"

CUENTOS DE LA PANDEMIA VI: "El amante pandémico"

CUENTOS DE LA PANDEMIA VII: "WENYI"

CUENTOS DE LA PANDEMIA VIII: "La tormenta"

CUENTOS DE LA PANDEMIA IX: "Olivia tiene miedo a salir"

CUENTOS DE LA PANDEMIA X: "La selva que hay en mí"

CUENTOS DE LA PANDEMIA XI: "Como luciérnagas en el pulmón de manzana"

Dejá tu comentario

Te puede interesar