11 de agosto 2004 - 00:00

"La Fed no sobrerreaccionó ante indicadores adversos"

(El diálogo es con un operador de la Bolsa de Nueva York, quien no desea ser identificado, por lo que se lo denomina Gordon Gekko, en alusión al personaje que interpretó Michael Douglas en la película «Wall Street». El tema es la suba de tasas en los Estados Unidos y el impacto del precio de los combustibles en el crecimiento de la economía.)

La Fed no sobrerreaccionó ante indicadores adversos
PERIODISTA: Como ya es de rigor, la Fed no deparó sorpresas. La suba de un cuarto de punto estaba en la agenda de todos.

Gordon Gekko: Así es. La Reserva Federal se mantiene en la senda que anticipó en abril y que comenzó a recorrer el 30 de junio. Ajustó en alza la tasa de fed funds y también la tasa de descuento.Ambas en igual magnitud. Si pensamos en una escalera que conduce a una tasa neutra en términos reales, la Fed avanza a razón de un escalón por reunión. No lleva prisa pero tampoco se impone una pausa...


P.:
¿Hubo alguna señal de discrepancias dentro de la institución?

G.G.: No. Fue una decisión unánime. Y las doce reservas distritales solicitaron la elevación de la tasa de descuento. Ello habla a priori de un consenso muy compacto. Sin embargo, cuando conozcamos las minutas de la reunión, podremos saber más acerca de los aspectos específicos tratados... A veces, es verdad, el diablo está en los detalles. Aunque, por otro lado, pienso que la decisión de subir la tasa de 1,25% a 1,50% no debería generar controversia. Es un umbral muy bajo...


P.:
La Fed acusa recibo de una desaceleración en la economía y en el ritmo de mejoría del mercado de trabajo pero no parece muy conmovida ante ninguno de ambos fenómenos...

G.G.: Mucho menos que los mercados, desde ya.


P.:
Nadie adivinaría que julio arrojó un decepcionante informe de empleo...

G.G.: La Fed no puede darse el lujo de sobrerreaccionar ante cada indicador que se aparta de las expectativas...


P.:
La Fed toma nota de la debilidad del entorno, pero no modifica el rumbo...

G.G.: No altera el curso. Ni la velocidad. Los tiempos de la política monetaria siguen gobernados por el mantra del «ritmo mesurado», y el objetivo mediato sigue siendo devolver las tasas cortas a un terreno neutral en términos de inflación...


P.:
La Fed interpreta que el ahogo que ha sufrido la economía es un episodio transitorio...

G.G.: Así es. Y lo dice por escrito. Sin ambigüedades. En el propio comunicado oficial, la Fed vaticina que la economía retomará un ritmo más robusto de expansión. No es una opinión diferente, le recuerdo, de la que esgrimió Alan Greenspan la última vez que visitó el Congreso...


P.:
Que se concrete un repunte, o no, dependerá, en parte, de la trayectoria que asuman los precios de la energía...

G.G.: La Fed estima que la suba «sustancial» de dichos precios explica «en forma importante» la desaceleración que se observa en la economía desde la reunión de junio... Es como una esponja que se ha hinchado enormemente absorbiendo poder de compra...


P.:
Quiere decir que el escenario que la Fed favorece incorpora la idea implícita de que los precios del petróleo no van a sostenerse. Que tenderán a bajar...

G.G.: Correcto. Y piense que la energía no sólo importa en lo que hace a su impacto sobre el nivel de gasto y actividad. También el cuadro que pinta la Fed en materia de inflación descansa en una futura reversión de las subas del crudo.


P.:
Es una apuesta que tiene sus riesgos...

G.G.: Es un tema muy res
baladizo. Sin ir muy lejos, hoy el petróleo vale diez dó-lares más que lo que se esperaba un par de meses atrás.

P.:
¿Cómo pensar entonces los próximos pasos de la Fed? ¿Habrá otra suba de tasas en setiembre?

G.G.: No me sorprendería.


P.:
¿Y si los precios del petróleo no ceden? ¿O, a pesar de lo que vaticina la Fed, trepan un nuevo escalón?

G.G.: La Fed tiene un plan. Un plan tentativo, no un compromiso. Sabe que hay riesgos. Si su visión del mundo prueba ser errada -y, por ejemplo, la recuperación se resiente porque hay una crisis del petróleo que se agrava aún más-, la Fed tiene las manos libres. No está obligada a subir las tasas en setiembre. Ciertamente, no debería hacerlo.


P.:
No hay decisiones tomadas.

G.G.: No hay necesidad de tomar una decisión antes del 21 de setiembre. La Fed podrá hacer acopio de una gran cantidad de información económica como para corroborar o no la hipótesis de que hay una recuperación sólida en camino. Si en setiembre, esa información fuese tan esquiva como lo es hoy (o yo diría, como lo era hace dos semanas), habrá quien prefiera postergar una decisión de suba de tasas, tomarse un tiempo adicional de estudio.


P.:
¿Qué piensa usted que ocurrirá?

G.G.: Yo dejaría anotada la suba de tasas en el almanaque. No me apuraría a borrarla. Julio ha sido más firme que junio. Mi impresión es que ese repunte que menciona la Fed ya comenzó a desplegarse...

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