"No me dan bola"

Con ironías, Felipe Solá respondió ayer en radio «Del Plata» a las preguntas sobre un acuerdo con Julio Cobos y la posibilidad de que funcione como nexo entre el vicepresidente y el gobierno. «El tendría que ser un nexo por mí», dijo.

Felipe Solá

PERIODISTA: ¿Cómo siguesu agenda política? Felipe Solá: Me estoy yendo a Mendoza en un rato, y cual es la costumbre me voy a ir en auto.

P.: Bien, está bueno eso, me parece que está bien, más allá de los conflictos de Aerolíneas...

F . S . : Pero a mí no me van a recibir en cada pueblo, no me van a esperar en cada pueblo.

P.: ¿Esto significa que está en campaña, diputado?

F.S.: No, esto significa que prefiero hacer mil kilómetros en auto a la humillación de Aeroparque.

P.: ¿Está de acuerdo con que Aerolíneas vuelva a manos del Estado, diputado Solá?

F.S.: Por un tiempo y siempre y cuando no paguemos por Aerolíneas; todo dependerá también del precio de compra, que a lo mejor debería ser cero, y resolver el tema de la deuda, hay mucho que mirar antes de decidir. Aerolíneas en un momento dado fue una gran línea de bandera en manos del Estado, pero hace muchos años, después todo cambió, y el negocio aeronáutico es muy duro. Creo que una línea de bandera que funcione muy bien debe estar subsidiada, porque genera una mejora para la economía en general muy importante, que en sí misma no tiene con qué justificar su rentabilidad, es un servicio para el resto de la compañía, que es muy importante. Además, en un país tan grande, con gente que vive muy lejos, tenemos que tener varios vuelos diarios al interior del país.

P.: ¿Cuál fue el propósito de la reunión que mantuvo con el vicepresidente Cobos?

F.S.: Yo llegué al Congreso, me había llamado el vicepresidente, el presidente del Senado, el vicepresidente de la Nación, diciéndome que había vuelto después de su partida cuando votó y que quería saludarme, y yo le dije: «Cómo no, que estoy a 60 metros de él», y que me corriera a saludarlo en cuanto pudiera, y así lo hice. Cuando terminaba el día me acerqué a tomar un café con él, y se armó un revuelo periodístico, pero en realidad tuve una conversación de amigos; hemos desarrollado una amistad corta en el tiempo hacia atrás, me llevo muy bien con él.

P.: ¿Usted se ofreció como nexo para hacer la relación entre Cobos y el gobierno?

F.S.: No, no sería un buen nexo, necesitaría que Cobos hiciera nexo entre el gobierno y yo (risas). No me pasan bola, diría alguien del interior.

He hablado con Sergio Massa, y la verdad es que estoy contentísimo, como perro con dos colas, porque me llamó Florencio Randazzo por el cumpleaños, pero más que eso... (risas).

P.: ¿Es posible que usted y Cobos encuentren puntos en común de aquí en adelante en materia política en más de una oportunidad? F.S.: No, yo creo que Cobos y yo vamos a mantener más bien un diálogo, pero creo que no tenemos el mismo destino partidario, posiblemente no, pero esas relaciones políticas siempre son importantes en la medida que uno esté en un lugar donde pueda ser útil. Yo tengo confianza en Cobos, yo sé cómo pensaba él, que no quería desempatar, que quería que ganara el proyecto del oficialismo si él no tenía que intervenir, pero yo entiendo eso de que alguien quiera que gane un proyecto y que pida no tener que votar, porque una cosa es saber lo que uno va a votar y otra cosa es decir, bueno, si no me viene el caso, que gane el proyecto del partido que integro.Uno se encuentra con su conciencia cuando tiene que votar. ¿No es cierto?

P.: ¿Para qué sirvió el no del Parlamento si todo sigue igual, diputado?

F.S.: A mí me parece que hay que ser realista en cuanto al tema de esta Mesa de Enlace ¿no?, las entidades son libres de juntarse o dividirse cuando quieran, como lo hicieron para estabilizar alianzas, todos somos libres en ese sentido. Me parece que los diálogos se hacen sin condiciones, bueno, la única condición es que no haya paro, que esa sí es una condición esencial para un diálogo, bueno, y hoy no hay paro. Entonces me parece que no es un buen consejo el que le han dado al secretario Cheppi, el de poner esas condiciones, porque los diálogos tienen que ser francos y tienen que ser para adentro más que para afuera. Si el diálogo es para los periodistas que están afuera, para dejar que pase el tiempo, para desgastar, para lo que fuera, bueno, pero después de un tiempo se ve, cuándo está perdiendo el tiempo o cuando no. En cambio, si el diálogo es pleno, se dice sí a esto y no a aquello, y chau, así debe ser el diálogo en general, sobre todo después de 120 días del país mirando como único problema, como si fuera el único problema este problema, ¿no es cierto?. Así que la responsabilidad que le cabe a Cheppi, al gobierno, es muy, muy grande, muy grande; en esto no se puede andar jorobando, por no decir otra palabra, me parece a mí. Y con respecto a lo del Parlamento, el Parlamento cuando terminó la labor parlamentaria con el voto de Cobos, hubo un gran alivio, me parece, se desinfló una parte de la angustia, de la expectativa y la negativa que tenía la gente. Y ese alivio es comentado por la gente ¿no?, y ese alivió ocurrió porque el clima estaba irrespirable, no había oxígeno y hubo oxígeno a partir de ese momento, eso no quiere decir que terminara el problema.

P.: ¿Nace una nueva concertación entre Cobos y Felipe Solá?

F.S.: Va a preguntar cosas que no sé. No tengo idea de qué va a pasar, porque las cuestiones de calenturas instantáneas han pasado porque esto fue el 5 de julio y hoy es 30, pero la verdad es que no nos hemos vuelto a reunir.