19 de abril 2006 - 00:00

Abrieron el puente de Colón a Uruguay

La Ruta binacional 135 permanecía liberada al tránsito luego de que un grupo de comerciantesdesalojó ayer por la fuerza a los ambientalistas.
La Ruta binacional 135 permanecía liberada al tránsito luego de que un grupo de comerciantes desalojó ayer por la fuerza a los ambientalistas.
En desacuerdo con el bloqueo que realizaban quince-ambientalistas de Colón sobre la Ruta 135, en la cabecera del Puente Internacional General Artigas, el dueño de una estación de servicio YPF situada frente a la zona de la barricada encabezó ayer, junto con otros vecinos y comerciantes, el desalojo de ese paso hacia la ciudad uruguaya de Paysandú.

El grupo incendió y sacó las barricadas de madera y alambre, colocadas hace una semana por los integrantes de la Asamblea Ambiental en protesta por la instalación de las dos papeleras en Fray Bentos.

De esta manera el paso terrestre desde Entre Ríos hacia Uruguay quedó habilitado por ese puente y por el de Concordia, sobre la represa de Salto Grande. Para cruzar por Colón hay que recorrer desde Gualeguaychú (aún bloqueado) 130 kilómetros, mientras que para hacerlo por Concordia se necesitan sumar otros 170 kilómetros por la Ruta Nacional 14.

El enfrentamiento motivó la intervención del gobierno nacional, que además de reforzar la presencia de gendarmes pidió a través del jefe de Gabinete, Alberto Fernández, que «prime la calma y que todos colaboren para que la Argentina pueda defender bien sus derechos».

  • Gendarmes

    Anoche la tensión en la zona estaba determinada por la presencia de una veintena de efectivos de Gendarmería apostados entre los dos grupos, que decidieron pernoctar a la vera de la ruta defendiendo cada uno su posturafrente al conflicto.

    Los comerciantes de Colón, que instaron a sus pares de Gualeguaychú a adoptar idéntico procedimiento en el paso del puente General San Martín (taponado desde hace más de diez días), advirtieron que si anoche los ambientalistas reponían el corte entonces hoy volverían a desalojarlos como lo hicieron ayer a primera hora.

    Más dialoguistas, en cambio, se mostraron los propios manifestantes, que ante la amenaza dijeron que sería « irresponsable» insistir con la protesta. «Sería irresponsable de nuestra parte bloquear de nuevo si vinieron por la fuerza a desalojarnos», sostuvo Marina Páez, dirigente de Colón.

    Nery Bouvet, dueño de la estación de servicio y de un supermercado ubicados a unos 200 metros del puente fronterizo aseguró que «los cortes ya cumplieron su objetivo y estaban colmando la paciencia». «Tengo 13 empleados, algunos hace 25 años, ¿cómo hago para pagarles si sigue el corte?», se preguntó y aseguró que «de lo legal se hizo de todo», incluida la presentación de un recurso de amparo contra la interrupción del tránsito en el Juzgado de Concepción del Uruguay, que fue rechazado.

  • Perjuicios

    «Decidimos venir a la trinchera y limpiar la ruta, que es algo que las autoridades debieron hacer hace tiempo», expresó otro comerciante sumado a la avanzada contra los manifestantes.

    La caída en las ventas se notó especialmente allí debido a que muchos habitantes de Paysandú aprovechan el tipo de cambio favorable y cruzan la frontera para comprar no sólo combustible sino también otros productos.

    Por su parte, el intendente de Colón, Hugo Marsó, dijo que temía que pudieran registrarse enfrentamientos entre los propios vecinos. «Después de que intervino en el conflicto el gobierno nacional, este corte nunca tuvo consenso», expresó. La fractura social había quedado definida el domingo a la noche tras la asamblea realizada sobre la Ruta 135, que derivó en profundas divergencias entre los ambientalistas. Un sector «moderado» -el mismo que tras la reunión realizada días atrás en Cancillería garantizó que la ruta permanecería liberadasostuvo su posición frente otro grupo minoritario que pugnaba por mantener la barricada hasta que se realice la presentación ante el tribunal internacional de La Haya.

    Son, en rigor, las mismas diferencias que sobrevuelan a la organización de Gualeguaychú, pero allí la solidez histórica de la protesta parece anteponerse todavía a las posiciones de algunos sectores que también consideran que es contraproducente sostener la medida frente a un reclamo diplomático como el que se planea realizar en La Haya.

    Entre tanto, el vicegobernador de Entre Ríos, Pedro Guastavino, señaló que espera el pronto cese de los cortes también en Gualeguaychú. «Estamos conversando y trabajando con los asambleístas para ver si pueden tratar prontamente en asamblea y tomar la decisión de levantar los cortes porque estamos convencidos de que están produciendo un daño y debilitan la postura argentina ante la inminencia de hacer la presentación ante La Haya», señaló.

    Anoche, consultados por este diario, varios representantes de la asamblea ciudadana aseguraron que «no está previsto levantar el bloqueo» y se mostraron «tranquilos porque en Gualeguaychú no puede ocurrir lo que en Colón porque aquí tenemos una aprobación ciudadana de casi 80%». «Gualeguaychú es el ojo de la tormenta», analizaron.
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