Es un intento, indisimulable, de correr a Cristina Fernández del barro bonaerense y, sobre todo, preservarla de una batalla anticipada en la que, al principio, aparecía al mismo nivel que los demás aspirantes a sentarse en la butaca que en diciembre del 2007 dejará vacante Felipe Solá.
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Con ese objetivo, el intendente Julio Pereyra, jefe de la FAM (Federación Argentina de Municipios) y uno de los armadores territoriales de Néstor Kirchner, anotó a la primera dama como la candiadata presidencial para el año próximo. «Es la única que puede profundizar el modelo», afirmó el alcalde.
«Es presidenciable», dijo Pereyra, que opera junto a Alberto Descalzo, de Ituzaingó, y no da paso sin consultar con el patagónico.
Imagen positiva
«Es la única dirigente del peronismo que puede profundizar las políticas que con éxito viene impulsando el presidente Néstor Kirchner», dijo.
En esa línea, siguiendo con el panegírico sobre la primera dama, Pereyra afirmó que se trata de una « dirigente nacional con alta imagen positiva», con lo que, de hecho, la diferencia del resto de los que se mencionan en la grilla para la gobernación bonaerense.
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