Capital: ministros acosan a Nielsen por más fondos
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Desafió inclusive al gobierno con esa designación que hoy le estaría comenzando a dar dolores de cabeza. Pero, Telerman confía en el economista con quien comparte un pretencioso plan de obra pública para el bicentenario de la Revolución de Mayo. Como prueba, ha blindado su ministerio a todo tipo de acuerdo político, para que disponga de los cargos. Nielsen por su parte, antes de asumir mantuvo reuniones con los suyos, por ejemplo, con el titular del Comité Capital de la UCR, Jesús Rodríguez.
Si bien el economista ya ocupó los más importantes puestos de su administración, le resta designar al responsable de la Dirección General de Rentas, donde resiste la propuesta de poner allí a Analía Leguizamón, una radical a quien avala el poderoso gremio de municipales, con el cual tampoco el ministro termina de entenderse. Le reclaman un exagerado 30% de aumento, y por otra parte el funcionario ya asume con las cuentas comprometidas por aumentos: Telerman ha otorgado un importante aumento a los docentes y médicos porteños, que le consumen en conjunto más de $ 300 millones del abultado Presupuesto de la Ciudad. Desde la Legislatura apuntan a dos cuestiones que parecen básicas en un gobierno y a otra más doméstica, como el temperamento de los diputados porteños, sensibles a los desaires y resistentes al trato no personalizado (algo que le reprocharon siempre a Ibarra). Por eso, muchos de los que deberán tener en sus comisiones el tratamiento de leyes que Telerman considera clave para el área de Hacienda, esperan que el ministro los llame personalmente para discutirlas.
Menos sentimental por cierto, aseguran que el ministro «quiere endeudar a la Ciudad que tiene superávit y mientras tanto no libera las partidas para que las áreas sigan funcionando». Algo de eso le habrían reprochado el viernes a Nielsen el ministro de Salud, Donato Spaccavento y el de Gobierno, Diego Gorgal.
El responsable de los hospitales porteños viene soportando la queja del personal del Hospital Francés que le reclama un subsidio para los sueldos de $ 8.500.000 que aprobó la Legislatura porteña a pedido de Néstor Kirchner, ante la quiebra de ese centro de Salud. Sin embargo, Nielsen ordenó hacer antes una verificación de crédito, cuyos tiempos técnicos son adversos a los políticos, más aún cuando Telerman ya por sí demora la gestión dedicándole unos 50 días al armado de su plantel. Además, en algunos hospitales -dicen los críticos de Nielsen- comenzó a sentirse el cambio,por caso, en falta de enfermeras.
Gorgal, en cambio, reprochó que no le liberen los fondos mínimos que requiere para lo que llaman «cajas chicas» especiales, necesarias para avatares de las inspecciones y controles que requiere su área, también en sintonía con las necesidades políticas, que, tras la destitución de Ibarra, ponen en el centro de la escena, ante cualquier tipo de accidente, el tema de las habilitaciones e inspecciones.
La queja de los ministros por la liberación de partidas no sería el único tema.
La semana pasada salió publicado un decreto que dejó la ex secretaria de Hacienda Marta Albamonte con la idea de conformar un fondo de inversión para las nuevas líneas de subterráneos y terminar la traza de la H.
Albamonte ya habría firmado la conformación de un fondo fiduciario para los vagones de ese recorrido e incluso ya habría hablado con las AFJP, que han invertido en la Ciudad cuando se emitieron los bonos Tango.
Aseveran además que su equipo estaría trabajando sobre la posibilidad de emitir títulos por $ 1.000 millones que equivalen al excedente que el distrito mantiene en el Banco Ciudad de Buenos Aires. De ese modo, Telerman estará optando por una política diferente de la de su antecesor, que estimaba dejar el dinero para eventualidades, mientras los diputados le reprochaban que no lo utilizaba para obras y gastos sociales.
Como si fuera poco, los trascendidos tocaron más el corazón de propios y aliados. El ministro querría tener injerencia sobre la mayoría de los cargos en el directorio del Banco Ciudad, que preside Eduardo Hecker, a quien hasta ahora viene confirmando Telerman en el cargo.
También buscaría poner gente propia en el directorio de la Obra Social municipal, donde cinco representantes del gobierno lo integran y querría Nielsen ocupar todas las plazas. La queja allí vendría de la otra parte, el gremio, que estaría avalando la permanencia de algunos directivos que representan al distrito.
Muchas de las cuestiones a resolver, como un eventual endeudamiento o los pliegos de directores del Ciudad deben tener acuerdo legislativo y por eso los diputados comenzaron a recibir informalmente las propuestas que, también informalmente, dicen rechazar.
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