9 de agosto 2004 - 00:00

Confirman que Sobisch quiere competir con estructura propia en legislativas de 2005

El gobernador de Neuquén, Jorge Sobisch, representa "la única oposición con relieve institucional" que enfrenta al Gobierno y por ello se lanzó "decidido" a "dar batalla" en las elecciones legislativas del año próximo y proyectar su candidatura presidencial para 2007.

Así lo anunció el presidente de la agrupación Acción Popular, José Luis Fernández Valoni, quien acaba de integrarse al equipo de campaña de Sobisch como coordinador del partido El Movimiento en la Capital Federal, para impulsar al mandatario neuquino hacia las próximas elecciones presidenciales.

Sobisch, gobernador que representa al Movimiento Popular Neuquino (MPN), se lanzó al ruedo proselitista con un proyecto "políticamente moderado, socialmente sensible y económicamente racional" que, según Fernández Valoni, es "el mismo que se aplica en Neuquén".

En ese marco, el ex diputado nacional del cavallismo dijo que todavía "es prematuro" afirmar que Sobisch pueda establecer una alianza concreta con el ex presidente Carlos Menem, a pesar de la relación personal que los une y que, por caso, los llevó a compartir una cena, un par de semanas atrás, en Santiago de Chile.

"Se trata de una relación personal la que ellos mantienen, pero en un proyecto de alguien que aspira a conducir el país, tiene que haber una propuesta para todos los argentinos, por lo que todavía no es el momento de pensar en exclusiones", sostuvo Fernández Valoni.

En ese marco, el ex legislador porteño admitió la existencia de un "diálogo permanente" con dirigentes enrolados dentro de la concepción de centro-derecha, tales los casos del ex intendente de Escobar, Luis Patti, o de Fuerza Republicana, el partido de los Bussi en Tucumán.

Fernández Valoni agregó al respecto que Sobisch "ha tomado contacto en algunos distritos", pero dijo que "el esfuerzo principal está dirigido a promover el modelo de gestión que se llevó a la práctica en Neuquén, con seguridad pública y jurídica".

Y desde allí lo ubicó como "la única oposición con relieve institucional, que va más allá del discurso y del comentario" y dentro de un concepto "distorsionado sobre Argentina, que está sobre diagnosticada y sobre pronosticada" por el Gobierno.

"Mientras observamos que hay un verdadero principio de fraude en la expectativa electoral, daremos batalla en las elecciones legislativas de 2005", sentenció el dirigente porteño. En el pensamiento de Sobisch resalta la idea de que "la situación nacional está siendo un fiasco en una serie de cuestiones que tienen que ver con el futuro del país", con lo que Fernández Valoni criticó también la negativa del Gobierno de promover, "desde el diálogo, una convocatoria a quienes puedan aportar soluciones para la crisis".

Destacó, en ese sentido, que el Gobierno "actúa ignorando la Constitución, la división de poderes y la función del Congreso", por el tinte presidencialista de la administración de Néstor Kirchner.

Además, indicó que "las estrategias del Gobierno en la reforma política están más tendiendo a reconstruir su relación con el Partido Justicialista que a legitimar la credibilidad de las instituciones".

Sobisch ya inició su campaña por las provincias, aunque por ahora con algunos pocos actos, y presentó su proyecto en Capital Federal, donde mantiene algunos lazos directos con dirigentes menemistas.

De todos modos, Fernández Valoni aclaró que "es un proyecto que está comenzando y va inicialmente a promover ideas, propuestas y motivaciones más que estructura o logística electoral".

Y señaló que "en esta instancia, lo más importante es instalar la idea de que hay un nuevo candidato presidencial e ir recogiendo inquietudes, generando espacios y promoviendo el surgimiento de nuevas figuras".

"La propuesta es un centro muy amplio, federal, de base popular, alejado de los cliches o de los prejuicios que por lo general predominan en la política y todavía está a la expectativa de la reforma politica que debe ser impulsada desde el Gobierno".

Y agregó que el proyecto "es de orden político pero basado en una administración eficaz, en un modelo federal y promoviendo proyectos, como soluciones para la crisis energética o atrayendo nuevas inversiones para recuperar obras de gran importancia, como lo es el Ferrocarril Trasandino del Sur".

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