Luego de la salida de José Luis Espert de la carrera electoral de cara a octubre, el Gobierno intenta dar vuelta la página. En ese marco, el presidente Javier Milei presentó su nuevo libro en el estadio Movistar Arena con un show musical, y se prepara para seguir recorriendo el interior del país. En la recta final hacia los comicios legislativos, en Casa Rosada la última apuesta de la campaña es recuperar "la esencia del primer Milei".
El regreso del Milei original: la nueva narrativa libertaria frente al desencanto del electorado
El Presidente encabezó un show musical en el Movistar Arena. Tras desprenderse de José Luis Espert, se alista para visitar el interior.
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Javier Milei presentó su nuevo libro con un show musical en el estadio Movistar Arena.
La convicción del círculo íntimo del Presidente radica en que el problema no es el voto blando, sino la ausencia. “El que no fue a votar no es el votante blando”, deslizan en su entorno en Balcarce 50. Detrás de esa frase se esconde la nueva estrategia proselitista, con la obsesión puesta en reconectar con los desencantados que en 2023 creyeron en la diferencia y ahora se quedaron en sus casas.
Según fuentes del Gobierno, el objetivo no es conquistar electores nuevos sino recuperar a los propios que se desinflaron. En el diagnóstico oficial, el votante en blando “ya está adentro” y no requiere seducción. “Ese ya va a votar por nosotros porque no tiene otra cosa para votar”, admiten sin rodeos en los pasillos de Casa Rosada. Y si bien todavía apuestan a "cuidar las formas" del Presidente, el foco está puesto en el “sub 35”, ese electorado volátil que abrazó al Milei outsider y ahora duda.
El Presidente, sostienen, busca volver a ser “distinto”. Por eso la última aparición pública -una mezcla entre performance y gesto de autenticidad- fue diseñada para recuperar esa esencia de espontaneidad que, aseguran, se había perdido en la sobreactuación institucional. “Por eso lo mostramos a Javier siendo distinto”, explican. El razonamiento es lineal: si el atractivo inicial de Milei fue la ruptura, el modo de retener a los desencantados es volver a mostrar la ruptura.
Desde el Gobierno destacaron la performance musical del mandatario y se apuraron en aclarar: “El show lo pagó la editorial, no tuvo financiamiento estatal”.
Campaña, el tramo final: provincias y reimpresión de boletas
En ese marco, la salida de Espert del esquema electoral fue presentada internamente como una forma de despejar el mensaje. “Mostramos que somos distintos porque Espert no es más candidato”, reconocen. Las críticas internas al diputado liberal, que hasta hace poco era una pieza útil en el equilibrio entre los halcones del PRO y los libertarios puros, son ahora despiadadas. En la Casa Rosada lo acusan de impostura: “El problema de Espert es que estaba siempre en pose”.
Esa idea del “ser genuino” atraviesa toda la narrativa que busca reinstalar el oficialismo. Lo espontáneo, lo verdadero, lo sin guión. No es casual que las últimas imágenes del presidente muestren gestos relajados, recorridas en las provincias sin intermediarios y un discurso más emocional que técnico. Detrás del libreto libertario, asoma un intento de reconstruir la mística inicial del Milei.
En paralelo, desde el Gobierno insisten en minimizar el impacto de las protestas que se replican en el interior. Lejos de reconocer un malestar social creciente, atribuyen las manifestaciones a maniobras políticas. “Son armadas las protestas”, repiten, convencidos de que hay una coordinación opositora detrás de los reclamos.
Frente a ese escenario, la respuesta oficial apunta a la calle. “Nuestra estrategia es salir a la calle y mostrar lo que somos”, definen. La consigna tiene doble sentido: recuperar presencia física y, a la vez, reafirmar identidad. El “mostrarse” volvió a ser el verbo clave en la comunicación presidencial, ahora que los números de adhesión se erosionan y los actos improvisados reemplazan los discursos guionados.
Mientras tanto, algunos frentes logísticos complican el despliegue electoral. En la Rosada reconocen que la reimpresión de boletas es un gasto casi imposible de afrontar. En el Gobierno aseguran que es prácticamente imposible que lo pague La Libertad Avanza porque el costo excede el total del gasto habilitado para campaña, lo cual sintetiza una paradoja: el partido de gobierno que llegó prometiendo austeridad enfrenta ahora la burocracia electoral con las arcas vacías.
En síntesis, la nueva estrategia libertaria no busca ampliar, sino recuperar. Reencontrarse con los que alguna vez creyeron que Milei era “distinto” y ahora lo ven más institucional que rebelde. En ese intento, el oficialismo vuelve a apelar a la autenticidad como bandera, mientras enfrenta el desafío de sostener la narrativa del cambio desde el poder, ese lugar donde toda diferencia tiende, tarde o temprano, a parecerse a lo que vino a reemplazar.
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