20 de mayo 2004 - 00:00

Giro: buscó Kirchner reconciliarse con la Federal tras severa purga

Néstor Kirchner buscó ayer la amistad de los policías federales después de la purga de 197 oficiales. Acompañó la entrega de patrulleros y avaló a Béliz, que les avisó a los delincuentes que desde hoy habrá operativos sorpresa.
Néstor Kirchner buscó ayer la amistad de los policías federales después de la purga de 197 oficiales. Acompañó la entrega de patrulleros y avaló a Béliz, que les avisó a los delincuentes que desde hoy habrá operativos sorpresa.
A días del relevo de 107 uniformados, Néstor Kirchner aseguró ayer que «ahora» confía « firmemente» en la Policía Federal, fuerza en la que en el último año se aplicaron sucesivas purgas que alcanzaron a 582 efectivos, entre ellos, su penúltimo jefe, Roberto Giacomino.

De todos modos, escoltado por el jefe de la Policía, el comisario Eduardo Prados, Kirchner planteó que solamente con «el control lógico ciudadano» se logrará «retemplar los tiempos» y reencauzar «las cosas que se nos fueron de las manos».

Lo hizo ayer, acompañado por el ministro de Justicia y Seguridad, Gustavo Béliz, durante el acto de entrega de 212 patrulleros, reequipamiento policial que está previsto en el plan nacional de seguridad presentado hace un mes por el gobierno.

«Creo firmemente en la Policía Federal, creo en su conducción y estoy convencido de que con el control lógico ciudadano vamos a encontrar y retemplar los tiempos que se nos fueron de las manos, por las cosas que pasaron en nuestro país»,
aseguró el Presidente.

De ese modo, Kirchner operó un acercamiento con la Federal, una de las fuerzas más golpeadas durante su casi año de gestión.

De hecho, apenas asumió removió a toda la cúpula, salvo Giacomino -que quedó por pedido de Aníbal Ibarra-, aunque cuatro meses después también fue removido.

• Elogio

«Ustedes con su calidad, experiencia, esfuerzo y honestidad», elogió Kirchner, pueden «brindarles a los argentinos la seguridad que tanto deseamos todos y que sabemos que la podemos recobrar rápidamente si hacemos las cosas que tenemos que hacer», pronosticó el Presidente.

Y observó que deben retemplar
«la honestidad, la seriedad» para evitar que a los oficiales y suboficiales dedicados «los manchen aquellos que hacen lo que no deben hacer».

Asimismo, agradeció « profundamente el esfuerzo cotidiano» que realizan los uniformados.

Tuvo, en la misma línea, un reproche para la dirigencia política. Para resolver la crisis de inseguridad, dijo:
«Los que gobernamos debemos terminar definitivamente con la corrupción, el doble discurso y la doble moral».

A su turno, Béliz sorprendió al auditorio con un anuncio: anticipó que desde hoy, los efectivos de la Policía Federal comenzarán a realizar, en la Ciudad de Buenos Aires, «operativos sorpresa» que, apenas dicho eso, dejaron naturalmente de serlo.

• Dedicación

A pesar de las quejas de las provincias, Béliz enfoca toda su dedicación al ámbito porteño. Al punto que ayer se dedicó a anunciar tareas operativas de la Policía Federal en territorio porteño. En paralelo, menos terminante que Kirchner, el ministro relativizó que esté resuelta la crisis dentro de la Policía. «La lucha contra la corrupción demanda un seguimiento día a día y en esta tarea estamos abocados», dijo.

El último bisturí sobre la fuerza fue diez días atrás, cuando el gobierno anunció la baja de 107 jefes, de los cuales
más de un tercio tenía denuncias sobre supuesto mal desempeño.

Esa depuración podría tener serias consecuencias operativas ya que alcanza a efectivos con entre 25 y 30 años de servicio en la Federal, el grupo dotado de la mayor experiencia para el desempeño policial.

Unos días antes, desde Santa Cruz, como antesala de su crisis de salud,
Kirchner le ordenó a Béliz, a través de la Jefatura de Gabinete, que desplazara a Jorge «Fino» Palacios, quien se desempeñaba como superintendente de Delitos Complejos, una de las áreas clave de la fuerza.

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