El juicio que se sigue en Buenos Aires al valijero Guido Antonini Wilson, acusado de contrabando agravado y lavado de dinero, corre ya el peligro de congelarse in eternum. Ayer volvieron a postergarse las indagatorias del vicepresidente y ex titular de PDVSA en la Argentina, Daniel Uzcátegui Matheus y de su hijo Diego Uzcátegui Specht, uno de los pasajeros del Cesna Citation alquilado por ENARSA que llegó a Aeroparque con el maletín con u$s 800.000 a bordo.
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El abogado de los Uzcátegui, Hugo Pinto, pidió un nuevo aplazamiento de las indagatorias debido a que no es posible que concurran para ser interrogados tal como lo pidieron los fiscales María Luz Rivas Diez y Mariano Borinsky. Ninguno de los dos tiene por ahora previsto viajar a la Argentina y, de hecho, tampoco se conoce a ciencia cierta su paradero en Venezuela.
El problema es que la indagatoria a los Uzcátegui fue considerada por la jueza Marta Luisa Marmissolle, hasta ahora a cargo del juzgado, como paso previo para tomarle declaración a otro de los involucrados en el tema: Claudio Uberti, ex jefe del OCCOVI y ex negociador comercial con el gobierno de Hugo Chávez, que también fue pasajero del polémico avión junto con su secretaria Victoria Bereziuk.
Frente a esa situación, el juicio está paralizado. Los fiscales ya saben que el pedido de extradicióna EE.UU. para Antonini Wilson -técnicamente fuerondos los cursados a jueces de Miami-nunca se cumplirá. Hasta la fiscalía federal de Miami reconoció que, por su carácter de testigo protegido del FBI, nunca será entregado a otro país. Así, si los Uzcátegui no quieren venir a la Argentina, a la Justicia sólo le quedará el camino de pedir, también en ese caso, una extradición para poder tomarles testimonio y averiguar quién era realmente el dueño del maletín con los dólares que la Policía de Seguridad Aeronáutica confiscó en Aeroparque.
En ese caso, Hugo Chávez deberá decidir si entrega a uno de sus hombres de mayor confianza en materia de negocios, al punto que controlaba buena parte de la petrolera venezolana hasta que el escándalo del maletín obligó a Caracas a entregar su cabeza, al mismo tiempo que Néstor Kirchner hacía lo mismo con Uberti.
Cambios de jueces
Los problemas en la causa no se limitan a las citaciones fallidas. Un nuevo juez tuvo que hacerse cargo de la causa esta semana, por lo que el análisis del expediente comenzará de nuevo y esto ya sucedió en cinco ocasiones, sin que se vean aún demasiados avances en la investigación.
La jueza Marta Novatti fue la primera que se hizo cargo del expediente cuando se denunció el escándalo sobre Antonini Wilson. En realidad, nunca estuvo interesada en llevar esa causa; la magistrada se excusó de intervenir, y por el término de una semana la tuvo el juez Diego Zysman, hasta que la Cámara en lo Penal Económico devolvió el expediente a Novatti.
Durante su actuación, Novattihizo lugar al pedido de la fiscalía y pidió en dos ocasiones la extradición de Antonini.
A fines de enero, la jueza pidió licencia hasta el 15 de marzo por una enfermedad que padece su marido. Durante febrero la jueza Marmissolle se hizo cargo de la investigación y postergó la citación a indagatoria a Uberti.
Ahora, el juzgado en lo Penal Económico 2, a cargo de la investigación, está siendo subrogado por el juez Rafael Caputo, el mismo que procesó al ex presidente Carlos Menem por el tráfico de armas a Croacia y Ecuador.
Mientras tanto, se sigue una investigación paralela en el juzgado federal de Jorge Ballesteros con el fin de determinar el destino que tenía ese dinero en nuestro país. Allí, las cosas parecen avanzar más rápido: Ballesteros ya dispuso el allanamiento de ENARSA en busca de documentación.
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