Testigo de la AFIP contradijo a su exjefe y admitió que la auditoría de Oil Combustibles no fue "normal"

Auditor desmintió a Sosa sobre análisis rutinario de petrolera. Sin antecedentes, se tomó a un solo contribuyente por un solo impuesto y por un período extenso sin compararlo con otros, bajo el argumento de "gestión de cobros" de una Agencia. Dudas sobre fiabilidad de sistemas del organismo.

Cristóbal López, Ricardo Etchegaray y Fabián De Sousa, durante una de las audiencias del juicio. 

Cristóbal López, Ricardo Etchegaray y Fabián De Sousa, durante una de las audiencias del juicio. 

“Lo que tuvo de diferente es que fue a un contribuyente por un impuesto y por un periodo de tiempo mientras que la auditoría normal es una muestra de distintos contribuyentes, de distintos impuestos y de un año, por ejemplo”. La declaración correspondió al contador Mario Daniel Maure, quien fue el responsable de ejecutar la Auditoría N° 14 en la AFIP, dirigida especialmente a Oil Combustibles por pedido de Alberto Abad. La distinción que hizo sobre las auditorías “normales” graficó en qué radicaba la principal diferencia del argumento que enmascaró el análisis, una supuesta auditoría de “gestión de cobros” de la Agencia N° 11 de Palermo. El testigo citado a declarar ante el Tribunal Oral Federal N° 3 no recordó en sus 30 años de experiencia una similar porque pese a que el formato era el de una “clásica auditoría del área de recaudación”, nunca había ocurrido que se focalizara en una sola empresa, por un solo impuesto (el ITC) y por períodos que excedían el año calendario. Esa afirmación contradijo principalmente la declaración de su jefe, el exsubdirector Néstor Sosa, quien a lo largo de su extensa declaración buscó hacer el máximo énfasis en que era absolutamente rutinario tomar como muestra a un único contribuyente.

Sistemas dudosos

El otro concepto que quedó flotando en el aire a partir de sus hallazgos de auditoría es que los sistemas de la AFIP tenían graves falencias de fidelidad respecto de lo que exhibían o cómo cruzaban la información. Tanto así que el principal ejemplo fue el de las “desconfirmaciones” de boletas de deuda. La acusación sostuvo desde sus inicios que los funcionarios de AFIP habían sido parte de una maniobra para evitar intimar a Oil sobre sus deudas. La auditoría recogió observaciones en ese sentido y le dio vida al argumento. Pero la mayor parte de ellas habían sido correctamente desconfirmadas y el número de 15 se redujo a 73. “¿Qué pasó con estas 73?”, se preguntó. “O las canceló o las incluyó en un plan”, fue la respuesta. “El proceso era normal, era el vigente -afirmó Maure-, no comparamos con otras agencias”. “No agarrábamos a un contribuyente sino que tomábamos nuestras. Decíamos (en las conclusiones) que las desconfirmaciones eran el 80% de la agencia 11 y la región. No hicimos el análisis (comparativo)”, aclaró. “Nunca elegimos un contribuyente y este volumen. Esa es la gran diferencia”, reiteró, a contramano de los jefes quienes trataban de moderar la interpretación de que se había direccionado contra Oil y que esto era algo habitual.

Desconfirmaciones

Pero Maure agregó el tema de que no existían “pistas de auditoría” respecto a qué persona había sido la encargada de realizar esas acciones en la Agencia. Lo cierto es que tampoco las había respecto a otros procesos que no fuesen el “logueo” en los sistemas internos. “En verdad nosotros lo que vimos es lo que figura en la recomendación. Planteamos que en el sistema no estaban previsto que surgiera una alarma o se le informara a instancias superiores. Si había obligaciones que se desconfirmaban más de una vez (tendrían que ser realizadas) por una instancia superior. Hoy, el sistema no se modificó”, confirmó.

Todas estas afirmaciones habían sido precedidas de roces entre las defensas y los integrantes del Tribunal Oral Federal N°3 a partir de una posición homogénea que había sido introducida como un planteo para incorporar prueba, tanto de los expedientes que tiene María Servini -y donde declaró Abad en indagatoria- como de espionaje de Lomas de Zamora, visitas de los jueces de Casación a Mauricio Macri y hasta el desistimiento de querella de la AFIP en el tramo 2 de la causa antes de su elevación a juicio, revelado por Ámbito. La tensión empezó a adueñarse de la recta final de este juicio. Al justificar el motivo del pedido, el abogado Carlos Beraldi resumió que el objetivo era conocer “si estuvimos frente a una causa instruida normalmente o una farsa impulsada por el Poder Ejecutivo”. Martín Arias Duval complementó uno de los ejes en discusión: la “falta de trazabilidad de la prueba producida por la acusación”. En otras palabras, que las otras causas serían clave para saber cómo se produjeron las pruebas que hilvanaron la acusación inicial que terminó en este juicio y que –en su mayoría- terminó siendo desconocida, relativizada o desmentida por testigos o documentos posteriores. Esto incluye el desistimiento de la querella por la misma AFIP que querella en el tramo 1, ya que en ese dictamen se explican como válidas las explicaciones de los funcionarios de línea sobre hechos que, en el debate oral, fueron consideradas delitos. 7

Coloquial y tuteador, el testigo dijo que no estaba establecido un procedimiento o “circuito” para tramitar los pedidos de planes por el Artículo 32 y que sugirieron que se debía hacer una Resolución General para regularlo más allá de la autolimitación que abad había anunciado. Nunca ocurrió. Deslizó al pasar que, en los sistemas de auditoría, “los informes preliminares no se cargan” porque se considera que no están terminados. Cómo ese documento terminó en el juzgado de Julián Ercolini es un misterio.

Pagos “en el limbo”

“Habíamos encontrado obligaciones impagas. Eran tres. Le informamos a Grandes Nacionales que en caso de que tengamos razón, hicieran la liquidación y las reclamaran en el concurso (de acreedores). El tema está en que Grandes nos manda información que demuestra cómo estaban canceladas pero la información no estaba reflejada en Cuentas (Tributarias, uno de los sistemas que tomaron de información). Por eso nos saltaba que había deuda. Al no existir deuda no tiene sentido la observación”, explicó Maure. “Si el contribuyente presentaba un nuevo plan, no impactaba nunca y el saldo era erróneo”, graficó.

Sobre el final del interrogatorio de la fiscalía, Maure explicó el término de “Alta imputación de pagos sin causa” que totalizaban 41. “Ese dinero queda en un limbo porque la cuota no fue afectada al plan. Este contribuyente (Oil Combustibles) tenía 41 pagos sin causa, que no estaban destinados a cancelar duda (en el sistema)”, aseguró el auditor, lo que nuevamente volvió a poner en jaque la confiabilidad de AFIP si por un lado aparecía el supuesto incumplimiento pero por el otro había pagos que no habían sido correctamente imputados y no impactaban para cancelar la misma deuda que se reclamaba.

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